martes, 3 de febrero de 2009

INÚTIL CONTROVERSIA


E
ducación para la Ciudadanía sí, Educación para la Ciudadanía no. Las dos Españas. Otra vez. Desde su nacimiento, esta asignatura ha salido gafada. Y todo por unos pronunciamientos iniciales quizás poco claros. Desde el primer momento, los conceptos a impartir tuvieron que ser bien definidos y es probable que otro fallo haya sido el no haberle dado un corpus uniforme en todas las comunidades autónomas. Con esto de la diversidad, tan bueno para unas cosas como malo para otras, tenemos 17 modelos (19 si contamos Ceuta y Melilla) de Educación para la Ciudadanía y es lógico que luego lleguen las aberraciones como el impartirlas en inglés, algo que se lo debemos al ínclito de Paco Camps.

Sin embargo, esta materia es necesaria. Superada la dualidad Ética/Religión, que durante 30 años convivió en el sistema educativo español, los nuevos tiempos requerían un espacio en el que hablar de democracia, de libertades, de valores. Ahí entró en juego Educación para la Ciudadanía. Pero también se coló la polémica. Una polémica forzada, metida con calzador, absolutamente inventada y desprovista de cualquier respaldo consistente. El Partido Popular ha querido hacer de ella caballo de batalla y explotando sus debilidades (algo lógico por otro lado, en una materia nueva en un “nuevo” sistema educativo), ha querido rebelarse contra la ley, desoyendo incluso a la Justicia que ya ha dejado clara su postura en favor de la asignatura.

El PP por tanto, va más allá de la ley vigente, vulnera los dictados judiciales y se rebela contra el Estado por una asignatura en la que se habla de lo que es la España de hoy. Hablan de “adoctrinamiento”, sin especificar en qué se adoctrina a los alumnos que la cursan. Sin embargo, aceptada la crítica de los populares (algo normal en un sistema de libertades), es necesaria que expongan su alternativa a esta materia. Lo que sucede es que igual que con la crisis, el señor Rajoy ni está, ni se le espera...

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