miércoles, 30 de septiembre de 2009

UN SUFRAGIO VERDADERAMENTE UNIVERSAL


L
a lucha de la mujer por la equiparación de sus derechos con los del hombre ha sido producto de una lenta y difícil pugna, aún no concluida. Una de sus fechas clave fue la del 1 de octubre de 1931. Ese día, de verdad se pudo hablar de sufragio universal en el país, puesto que la mujer pudo acceder al voto en unas elecciones.

Cuando la mujer pudo salir de la esfera puramente doméstica y participar en los espacios públicos, comenzó a demandar y organizarse para la reclamación de sus derechos. Reino Unido, Canadá y Estados Unidos fueron los países precursores en el siglo XIX en la lucha por la consecución del sufragio femenino. España fue mucho más lenta que los países de su entorno en buscar ese logro, ya que tuvo una economía esencialmente agraria, donde la industrialización tardó en aparecer, iniciándose sólo de forma tímida en Cataluña y en el País Vasco. La clase burguesa liberal aún no está afianzada a fines del siglo XIX y principios del XX. Además, el absolutismo monárquico con sus ideas tradicionales y conservadoras, y el destacado rol de la Iglesia Católica, fueron factores determinantes para mantener a la mujer alejada de los temas políticos, actividad que se consideraba típica de hombres. Las féminas no se podían alejar de su papel de esposa y madre, porque se rompería con la estructura familiar, básica para el orden social de la época.

Las mujeres que trascendían el ámbito doméstico y se agrupaban, lo hacían con un fin de caridad cristiana, aunque lentamente comenzaron a preocuparse por su situación social, requiriendo ser tenidas en cuenta en los terrenos culturales y laborales. Ese fue el fin planteado por la Junta de Damas de la Unión Iberoamericana de Madrid, en los albores del siglo XX. El centro Iberoamericano de Cultura Popular Femenina, fue creado en 1906. Sin embargo, a pesar de estos fugaces intentos por darle un “sitio” a la mujer en la sociedad del momento, los puestos más importantes eran ocupados por hombres.

La política empezó a ver en las mujeres un nuevo “instrumento” para sus fines. El nacionalismo catalán encontró en ellas la posibilidad de apoyo para su causa, creando el Partido Conservador Catalán, en 1906, una sección femenina de la Lliga Regionalista: La Lliga Patriotica de Dames, para apoyar a los hombres, pero sin cumplir un papel electoral activo, sino de influencia sobre sus maridos. Si bien en esos años comienzan a surgir algunos proyectos de incluirlas en el electorado aunque de manera parcial (incluir a las mujeres solteras como electoras, pero no como candidatas), todos son rechazados.

Las feministas
Pero las cosas comenzaron a cambiar. Carmen de Burgos fue una de las pioneras en exponer a través de las páginas de El Heraldo de Madrid, dos encuestas cuyos temas eran respectivamente el voto femenino y el divorcio.

Los partidos empezaron a moverse y en reconocer en la mujer un posible agente político de futuro. El PSOE fundó en Madrid la Agrupación Femenina Socialista en 1912, y en 1913 fue por primera vez incluida una mujer en su Comité Nacional: Virginia González. Por su parte, el sector católico conservador creó sus propias organizaciones en defensa del statu quo. Así en 1912 liderado por María Doménech, se fundó la Federación Sindical de Obreras. María Echarri también creo en esos años el Sindicato de la Inmaculada.

Una revista hecha por mujeres en aquellos años fue El pensamiento femenino destinada a las mujeres, pero con un sentido basado en la religión cristiana, fomentando la participación en la órbita de la asistencia social. Con el mismo criterio surgió en 1917 La voz de la mujer, dirigida por Celsia Regis que un año más tarde, fomentó la creación de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, liderada por María Espinoza de los Monteros, que en su discurrir logró que las mujeres pudieran acceder a la universidad y a la administración pública. Esta organización básicamente inclinada a la derecha, e integrada por mujeres de clase media, tenía su correlato de izquierda en la Unión de Mujeres de España que funcionaba en Madrid, con admisión más abierta a todo tipo de clases y creencias religiosas. Estos dos grupos se distanciarán de manera decidida a partir de 1920, los que les impedirá tomar intervención en la Alianza Internacional de Mujeres Sufragistas.

De nuevo de la mano de la Iglesia surgió en 1919 la Acción Católica de la Mujer en defensa de los derechos de la mujer dentro del ámbito de la familia, reivindicando su papel importante dentro de la órbita del hogar.

En plena crisis del sistema político de la Restauración borbónica, a fines de 1919, se presentó un proyecto de Burgos Mazo, diputado conservador, que nunca llegó a tratarse, sobre el voto femenino, que les permitía siendo mayores de 25 años, elegir pero no ser elegidas, votando un día diferente al asignado a los hombres.

Bajo la dictadura de Primo de Rivera, se dictó en 1924 el Estatuto Municipal que concedía la posibilidad de sufragar en las elecciones municipales a ciertas damas, que debían ser emancipadas, solteras, y mayores de 23 años. La mujer casada era excluida de esta posibilidad, pues según la concepción bastante arraigada en la época, podría originar rencillas domésticas, si los cónyuges optaran por votar a diferentes candidatos. Se basaba además en el concepto de voto familiar, considerando a la familia como unidad de criterio al momento de sufragar.

Kent, Campoamor...
En 1926, surgió en Madrid el Lyceum Club donde personajes de la talla de Victoria Kent, María de Maeztu y Zenobia Camprubí, entre otras, abogaron por reformas más trascendentes en la equiparación de derechos entre los sexos, como las reformas de los artículos del Código Civil, que establecieran privilegios por razones de masculinidad. Pero los logros concretos en favor de la mujer llegaron de la mano de la instauración de la Segunda República, en abril de 1931, que elaboró una constitución de corte liberal. Con respecto a los derechos políticos de las mujeres, las primeras en ejercer cargos de diputadas en junio del 31, al inicio de la República cuando se les permitió acceder a los escaños pero no elegir, por un decreto del gobierno provisional de la República de mayo de 1931, fueron Clara Campoamor, por el Partido Radical y Victoria Kent, por Izquierda Republicana. A estas se agregó a fines de ese año, por el PSOE, Margarita Nelken, quien sostenía que solo la mujer educada y la obrera, debería poder sufragar, por su mayor conocimiento del mundo y de las circunstancias político-sociales, que aquellas confinadas al ámbito doméstico. Ellas fueron las que abrieron la senda para que el Congreso de los Diputados diera luz verde al verdadero (ahora sí) sufragio universal, el 1 de octubre de 1931.

La Constitución republicana, basada en la efectiva equiparación de derechos constituyó un antes y un después en los derechos de la mujer. Las causas que se reconocían en el texto no debían dar lugar a privilegios jurídico. Dentro de ellas figuraba el sexo gracias a la intervención de Clara Campoamor, que se opuso férreamente al planteamiento de Kent, que sostenía que acordarle derechos a la mujer era lógico, pero inoportuno, ya que sus votos irían para los partidos de derecha, por la gran influencia de la iglesia sobre la conciencia femenina.

El artículo 36 era el que le otorgaba la calidad de sufragante en iguales condiciones que al hombre (siempre siendo mayores de 23 años). Esta disposición se complementó con el artículo 40, donde se eliminaba la discriminación por sexo en los empleos y cargos públicos. Por el artículo 46 se protegía a la mujer en su desempeño laboral, sobre todo con respecto a la maternidad. Por el artículo 53, podían acceder a ser diputadas siendo mayores de 23 años. Aún se avanzó sobre otras reivindicaciones, como la igualdad de sexos dentro del matrimonio, aceptándose el divorcio cuya ley fue aprobada en 1932, con notable oposición de la iglesia y de los conservadores.

Tal como temían los partidos de izquierda, en las elecciones de 1933, las primeras en la que participaron los grupos femeninos, ganó la derecha. A ellas se les culpó de la derrota de la izquierda, aunque parece más plausible que la causa fue la unión de los partidos de derecha en la CEDA. Este gobierno conservador, sin embargo, no recluyó a la mujer de su participación ciudadana, ya que seis mujeres ocuparon bancas de diputadas.

En 1936, el triunfo fue para la izquierda unificada en el Frente Popular, lo que demostró que tal vez en la unión estaba la posibilidad del triunfo. Pero sin importar demasiado en este caso quien ganaba, las vencedoras reales eran las mujeres que comenzaban tímidamente a asomarse a la vida política, aunque no duró mucho tiempo. La Guerra Civil y la dictadura de Franco hicieron que los logros femeninos conseguidos (y los masculinos también), retornaran a una penosa casilla de salida. La participación política popular se limitó en estos años a plebiscitos para asegurar a Franco su poder absoluto.

Cuando en junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones tras la dictadura, la mujer pudo participar libremente. Ahora la lucha continúa por otros derroteros.



martes, 29 de septiembre de 2009

BUSCANDO EN EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS

L
a escena se repite. Brando, Hanks, Douglas, De Niro. Todos en el frente. Todos en una batalla que no iba con ellos pero en las que se tuvieron que implicar... Bueno, ellos no, sus personajes. Pero da igual, porque escenas como el desembarco en las playas de Normandía al inicio de Salvar al soldado Ryan, el ataque a la aldea del Viet Cong en Apocalypse now, el juego infernal de la ruleta rusa en El cazador o la vida en las trincheras de Senderos de gloria, nos ofrecen una visión sin complejos de ese acto (in)humano que es la guerra, algo tan “nuestro” que nos acompaña desde el comienzo de los días. Desde que somos lo que somos, siempre hemos buscado nuestro particular casus belli para ostiarnos de lo lindo con otros semejantes. Da igual que el razonamiento más o menos claro sea una frontera, unos ideales, una creencia religiosa, o incluso el fútbol (que para eso, guerras ha habido de todas clases), pero el trasfondo siempre es el mismo: el instinto asesino del mayor depredador que existe: nosotros.



Ya lo dijo Coppola después de dejarse la piel (y casi la vida), en la selva filipina donde filmó Apocalypse now: “Esto no es una película sobre el Vietnam. Es Vietnam”. Tenía mucha razón el director italoamericano puesto que se empeñó en que toda la locura del acto bélico se plasmara en fotogramas.
Hay realizadores que tienen el pulso y la sabiduría cinematográfica suficiente como para meternos de lleno en el combate, aún a sabiendas que lo que vemos es una ficción con tintes neorrealistas. Coppola lo consiguió. Otro de ellos fue Kubrick con su magnífico trabajo en Senderos de gloria, donde exploraba los terrenos (difusos) de la valentía y la cobardía. Esos travellings inversos recorriendo las trincheras y acompañando a Kirk Douglas nos inducen a pensar que dentro de una guerra puede haber lugar para cierto tipo de belleza (aunque en este caso sea cinematográfica).



Belleza no, pero estremecimiento es lo que uno puede sentir al acercarse a una obra como Salvar al soldado Ryan. Por muchas críticas que puedan hacérsele (patriotismo, sensiblería), la película de Spielberg es un acercamiento extremadamente realista al Día D. El cineasta toma prestado el traje de Robert Capa y se mete con los soldados en la playa. Tragamos agua salada y nos escupen arena a la cara, mientras intentamos cargar con toda la impedimenta y llegar a posiciones defensivas. Los balazos resuenan a nuestro alrededor y la sangre brota a discreción. Media hora después (lo único que le falta a Spielberg es rodarlo todo en tiempo real para llegar a una experiencia plena y dolorosa de este episodio bélico), empezamos a recuperar el resuello que nos ha quitado una de las más impactantes escenas bélicas de la historia del cine. Con justo merecimiento, Salvar al soldado Ryan se coloca entre lo mejorcito de este tipo de cine y el genio de Spielberg vuelve a remover conciencias como ya hiciera con otros trabajos anteriores caso de La lista de Schindler.



Cine y guerra. Un filón inagotable que seguirá dando réditos en pantalla mientras sigan existiendo conflictos bélicos alrededor del mundo. Después de volver a ver Apocalypse now este pasado fin de semana, me tope con una lista de las 100 mejores películas bélicas de la historia... y me paré a pensar, porque la clasificación estaba hecha conforme a un orden cronológico de conflictos. ¡Cuánta maravilla sacada de tanta estupidez!, pensé. Lo único bueno que extraje fue que esas películas son ficción. Ojalá todo se redujera a eso, a una ficción en la que sólo lo pasamos mal durante las dos horas que dura la proyección. Ojalá la realidad fuera la que vemos en la pantalla y no la que tenemos que sufrir cada día en los telediarios. A todos nos iría mejor.



viernes, 25 de septiembre de 2009

EL INVIERNO EN LISBOA (Y LA PRIMAVERA, Y EL VERANO,...)



D
onde acaba el mar y la tierra comienza. Así definió José Saramago, el único premio Nobel de las letras portuguesas, a la ciudad de Lisboa, un lugar en el que te sientes a gusto desde que tocas por primera vez su suelo. La antigua Olisipo de los romanos, la Lisboa manuelina que siendo mascarón de proa del incipiente imperio portugés se midió en fuerza y poder con la Castilla de los Reyes Católicos y que posteriormente puso sus miras comerciales en el sudeste asiático, la ciudad que miraba al Atlántico desde el estuario de su Tejo (nuestro Tajo) con el aroma de esa bellísima Revolución de los Claveles que acabó con la dictadura de Salazar el 25 de abril de 1974, la capital que se abrió a Europa con la necesidad de ser reivindicada como una de las grandes urbes. La Lisboa fadista y a la vez moderna que huele en los rincones de los barrios de Alfama o del Chiado a Eça de Queiroz, a Lobo Antunes, a Fernando Pessoa o incluso al propio Saramago.

Llega uno a la capital portuguesa con el interés de pasear. No es Lisboa, un Londres, un Nueva York, ni siquiera un Madrid, en donde la agenda de sitios que contemplar te lleva cual japonés armado de Nikon para cumplir con los horarios de visita. El paseo reposado, la observación de detalles, la apertura de sentidos, se torna esencial en un recorrido por las angostas y laberínticas calles lisboetas. Si no es así, olvídese amigo lector, de conocer aunque sea levemente la capital del país vecino.

La entrada de Portugal en la Unión Europea (en 1986, a la par que España), supuso una apertura esencial para todo el país y para su principal ciudad. Los lisboetas son ahora gente acogedora, sin lugar a dudas sabedores de que las remesas que entran en el país a cuenta del creciente turismo, es una de sus tablas de salvación, algo que en un país en el que la crisis económica empezó antes que en el resto del mundo, se torna esencial.

El consejo es ese. Lleguen a Lisboa y paseen con tranquilidad. Háganlo por la magnífica Avenida da Liberdade desde su extremo norte, junto al enorme parque de Eduardo VII (lugar cercano al escogido por El Corte Inglés para instalar su primer establecimiento fuera de España), hasta la zona de Restauradores y Rossio (cuyo centro neurálgico se localiza en la animosa Praça do Pedro IV). Es este uno de los núcleos comerciales de la capital y auténtico centro administrativo lisboeta, que nos deja a los pies del Terreiro do Paço, lugar donde se encuentra la majestuosa Praça do Comercio. Este fue el punto inicial donde el urbanista marqués de Pombal inició la reconstrucción del barrio de Baixa tras la destrucción de la que esta zona fue objeto con el maremoto de 1755 (que también afectó a ciudades españolas como Cádiz).

El Terreiro do Paço ocupa lo que hasta inicios del siglo XVIII era el palacio real, lugar donde los reyes de la dinastía manuelina trazaban nuevas líneas comerciales donde el interés económico de los portugueses era la moneda de cambio habitual. Baixa aparece acontinuación con un plano reticulado de calles que acaba en Rossio y la Avenida da Liberdade, verdaera arteria vertebradora de la ciudad.

La Lisboa monumental
Desde Baixa se hace obligada una visita al Bairro Alto y al Chiado (este último fue profusamente reconstruido después del pavoroso incendio que sufrió en 1988). Un paseo por la Praça Luis de Camoes o por la rua Garret es esencial para comprobar la vida de una ciudad como Lisboa, últimamente muy ligada al turismo. La Lisboa añeja (con monumentos tan impactantes como el convento do Carmo, semi destruido en el maremoto de 1755 y que actualmente aloja un museo arqueológico) se da la mano con la modernidad que ofrecen las actuales cadenas de tiendas internacionales, mientras rastreamos los pasos de un Fernando Pessoa que parece que sigue escribiendo en cuartillas dentro del café A Brasileira, su lugar preferido para tomarse un café a media tarde mientras observaba el paseo de los lisboetas.

También es ineludible una visita por los barrios de Alfama y de Graça. Las callejuelas del viejo barrio fadista de Alfama conllevan sorpresas constantes en forma de tabernas y tiendecillas, siendo recomendable el comer allí las especialidades nacionales como la papa d’açorda o los cientos de variantes del bacalao (prueben el bacalhau com natas o a minhota acompañados de un buen vinho verde). La noche se puede completar asistiendo a un bar de fados, la canción portuguesa, esa que la fadista parece cantarte al oído con un quejío similar a la copla o al flamenco (la gran Amalia Rodrigues se atrevió incluso con una excelsa versión del Ojos verdes).



Lisboa también es una ciudad con una apreciable oferta cultural y de ocio. En los últimos años, ha sorprendido (o quizás ya no tanto), que grandes bandas del rock como U2 o los Rolling Stones, hayan recalado en la capital lusa, uniéndose al selecto club de ciudades europeas que ven a estos monstruos del rock. El número de teatros y de salas de exposiciones han avanzado espectacularmente en estos últimos años, dejando ya en el recuerdo la Lisboa degradada de finales de los 80. Sin embargo, el fado pesa mucho en la cultura lusa, por lo que si usted es una persona inquieta, pásese por una taberna donde puede asistir a un recital fadista... y déjese llevar por el ambiente arrabalero (sin matiz peyorativo) y popular de este cante.



De un extremo a otro. Historia y modernidad. Al sur, queda la Torre de Belem, el Padrao dos Descubrimentos y el Mosteiro dos Jeronimos, cita inexcusable con la Historia portuguesa. Al Norte, el Parque das Naçoes, sede de la Expo’98, con sus edificios futuristas y el puente Vasco de Gama, que con 17 kilómetros de longitud es el más largo del continente. Dos caras de una misma ciudad. Una Lisboa que aún está por descubrir. Ya lo dijo Pessoa: “La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”. Y el que ha estado en Lisboa, se siente de allí.



martes, 22 de septiembre de 2009

BELÉN ESTEBAN EN EL CONFESIONARIO

¿Te acuerdas? Los curas casados




L
a Iglesia Católica y sus contradicciones. Una institución que se mira de cara a un espejo y descubre sus propias debilidades, aunque no hace nada por hacerles frente. Uno de los grandes problemas que tienen actualmente sobre la mesa los señores obispos, cardenales y en última (aunque puede que primera) instancia el Papa, es la falta de vocaciones. Ya saben ese típico y plañidero discurso de que los jóvenes se alejan de Dios, que no hay sustitutos para los sacerdotes que están a punto de dejar su labor doctrinal y “bla bla bla”. Pero curiosamente sólo queda la queja, pero no hay atisbo de soluciones. Es algo lógico cuando lo que se promociona es el boato y la pompa vaticana en detrimento de la abnegada y valiosísima labor de clérigos en ese otro mundo que está aquí a la vuelta de la esquina pero al que le volvemos la cara una vez sí y otra también.

Viene esto al pelo por el asunto del celibato sacerdotal. ¿Saben que en España más de 5.000 curas están casados? ¿Y que estos representan a algo más del 20 por ciento del clero? Sorprenden estas cifras, pero más aún la ceguera absoluta de la jerarquía que desaprovecha este capital humano por la insensatez de prohibir el ministerio a alguien que se haya desposado. ¿En qué quedamos? Alabamos el sacramento del matrimonio, pero lo prohibimos para los nuestros. ¿Por qué? En lo fundamental, por una interpretación unidireccional de las Sagradas Escrituras, textos no olvidemos que en su mayoría alcanzan ya casi los 20 siglos de historia. Curioso que desde nuestra visión etnocentrista, luego critiquemos las interpretaciones y las aplicaciones de preceptos religiosos en otras confesiones como si fueran ley de debido cumplimiento. ¿Nos creemos mejor que otros?

Pues ahí los tienen. Más de 5.000 curas casados en España que se cansan de esperar a que sus jefes les digan que sí valen. Ellos desean ponerse manos a la obra (de Dios), pero sus superiores les coartan. Los vientos de cambio que surgieron del Concilio Vaticano II han amainado hasta dejar paso a una calma chicha que viene bien para mentes adocenadas y los amantes de pocos cambios, aquellos que con manu militari se han dedicado en los últimos treinta años a echar abajo el edificio reformista propuesto durante el papado de Juan XXIII.

La reflexión por tanto, es clara. Si existen escasas vocaciones, si el estamento clerical está mayor y hace falta savia nueva, ¿qué intereses mueven a la Iglesia Católica a no permitir a sus futuros empleados a decidir si quieren estar casados o no? ¿A qué tiene miedo el papado? ¿Por qué no da muestras de adaptación a los tiempos en los que vive? Puede que el permitir el apostolado a aquellos a los que ahora se les prohíbe ayude a construir Iglesia. Falta les hace.

Por cierto, lo de la Esteban simplemente era para llamarles la atención... Espero que haya triunfado mi propuesta. Gracias Be, tienes ganado el cielo.



domingo, 20 de septiembre de 2009

PERLAS DE MADRUGADA

L
as noches dan para mucho. Dormir, comer, hablar, salir de fiesta, amar, compartir... y ver la televisión. Si se es insomne, tienes a tu disposición una variada oferta... espera, espera, cambio lo de variada por insufrible caterva de programitas “sacacuartos” que además son un engaño masivo para mentes cándidas.

Sin embargo, hay vida más allá del cutrerio. Algunas cadenas se alejan del putrefacto panorama que campea por las parrillas y nos regalan (eso sí, a horas intempestivas), algunas maravillas. En TVE podemos hallar alguna cosilla estimulante como El coro de la cárcel y todo lo que se ponga en La 2, que todo el mundo dice que su programación es la hostia pero nadie la ve.



En el bando de las privadas, las sorpresas vienen en forma de series (por lo general estadounidenses) que tienen una pinta buenísima, oiga. Y si no, enchufen La Sexta. Después del programa de Buenafuente (loas superlativas al genio de Reus), la cadena de Mediapro nos muestra qué es una buena serie, empezando por esa maravilla que es Rockefeller Plaza, una idea original de una actriz y guionista llamada Tina Fey. Algunos de ustedes la recordarán de una imitación impresionante que hizo de Sarah Palin en la última campaña de las presidenciales de Estados Unidos. Pues bien, esta señorita (o señora, la verdad es que no lo sé), lleva unos añitos dirigiendo y coordinando los guiones del Saturday Night Live, ese veterano programa que en España no tuvo éxito en Cuatro (probablemente porque ni se emitía en sábado ni en directo... lo de la noche, sí).



La Fey es la que ha revitalizado este show de donde han salido en el último cuarto de siglo los mejores comediantes de Estados Unidos: de John Belushi a Eddie Murphy, de Steve Martin a Dan Aykroyd, de Billy Crystal a Ben Stiller. Luego se embarcó en Rockefeller Plaza, donde apoyado en un impresionante Alec Baldwin, destripa las miserias de las cadenas de televisión. Humor ácido, negro, del bueno.

La Sexta también emite cositas como Me llamo Earl o ¿Cómo conocí a vuestra madre?, ésta última un fenómeno allá donde se emite porque ha creado a otro de esos personajes que calan en la comunidad televisiva: Barney Stinson, un mujeriego empedernido, ególatra hasta más no poder... pero con una gracia irresistible. El que se mete en este papel es Neil Patrick Harris, que triunfó a inicios de los 90 con la serie Un médico precoz.



El ex agente Mulder de Expediente X tiene ahora las pintas de un escritor, a veces en crisis, que tiene un pequeño problema (según se vea): le gusta demasiado el sexo. La serie la emite Cuatro y se llama Californication. La misma cadena que también tiene a House en plantilla, fichó la temporada pasada a un forense con ánimos asesinos: el encantador Dexter, otra serie superlativa por sus tramas y su definición de los personajes.

Y ésto sólo es un aperitivo. Busquen, busquen en la parrilla y si no tienen mucho que madrugar, encontrarán verdaderas maravillas. Si a estos pequeños consejos le unen Los Simpson, Futurama, Padre de familia o Perdidos, pueden decir ya que ven toda (o casi) la buena televisión que se emite en este santo país. Amén.



viernes, 18 de septiembre de 2009

FERIA (Y VII): ¿LOS RESTOS DEL NAUFRAGIO?


B
ueno, lo parece. Pero no es un naufragio, sino una botella de sidra que ya ha sido disfrutada junto a unos miguelitos... justo antes de que cayera un buen chaparrón sobre los Redondeles. La Feria más lluviosa de los últimos años nos está dejando estampas realmente curiosas, como el hecho de que algunos incansables de la fiesta persigan aún esos deseables momentos de diversión,... en medio del aguacero.

Foto: Pablo Lorente.



FERIA (VI): UN BUEN CONSEJO


N
unca está de más que nos recuerden que todo tiene su justa medida. En tiempos de fiesta más. Está claro que prohibir por prohibir es plato de mal gusto, así que lo sensato es favorecer que la gente se lo pase bien pero con sensatez. Por eso, consejos como el que vemos en el Recinto Ferial, recordándonos que si se bebe, se haga con cabeza, es siempre una iniciativa loable. Si no se bebe así, luego te puede venir el dolor... de cabeza.

Foto: Pablo Lorente.



FERIA (V): FELICES PRECIOS


P
ues con razón algunos hacen negocio (del siglo, podríamos decir), en plena Feria. Si te quieres tomar un café te cuesta 1,80 euros, mientras que si es con una miaja de leche, la cosa se pone en los 1,90. Eso se llama sablazo. A estas alturas, no vamos ni a poder desayunar tranquilos. Cuán lejos quedan aquellos tiempos en los que el café en los bares costaba unos 80 céntimos... si eras el presidente del Gobierno claro.

Foto: Pablo Lorente.



UN DÍA MENOS PARA EL 7 DE SEPTIEMBRE


S
e cerró la Puerta de Hierros tras diez días intensos, frenéticos, festivos, divertidos. La Feria 2009, la que algunos han calificado como la de la crisis, echó el telón bajo las gotas de lluvia que empañaron las últimas jornadas, aunque el ánimo del albaceteño no menguó por la inclemencia meteorológica.

La crisis se ha notado en esta Feria. Bien lo saben los comerciantes y hosteleros que han visto la merma en sus recaudaciones al cierre de esta edición, pero mirando el lado positivo, el impulso económico que representa este evento festivo se consolida según pasan los años. La Feria es un buen momento para hacer negocio y en tiempos de mala coyuntura económica, es una ayuda que resulta totalmente necesaria.

Quizás haya sido una Feria algo anodina o continuista con respecto a actividades de ocio y culturales. Se ha notado que no ha habido un concierto de los que tiran de la gente en la Caseta de Los Jardinillos. ¿La crisis? Puede ser. Sin embargo, la multitud de actos programados por la parte municipal, así como empresas y entidades, sigue dando el lustre de acto social de masas que es inherente a la Feria de Albacete, una fiesta que ha consolidado su imagen de acto libre, abierto y totalmente democrático frente a otros eventos del mismo calado.

Y tenemos por delante un año. La verdadera utilidad de la Declaración de Interés Turístico Internacional debe verse en estos doce meses. El Ayuntamiento y las demás instituciones implicadas deben batirse el cobre para hacer de la Feria número 300 un evento que perdure, aunque sin perder de vista el norte. La Septembrina, de larga historia, tiene por delante un futuro más que halagüeño al tratarse de algo más que una fiesta. Los albaceteños han hecho de ella un punto de encuentro, un lugar de celebración compartida.

Los trescientos años deben servir para revalorizar la Feria. A partir de hoy, quedan 354 días para trabajar haciendo de ella un referente festivo, pero también un acto del que todos los albaceteños nos sintamos orgullosos.



jueves, 17 de septiembre de 2009

FERIA (IV): JAMÓN Y MOJITO, ¿PARA QUÉ MÁS?


L
Las viandas las tienen aseguradas. Una buena pata de jamón de donde sacar buenas lascas de serrano y el refrescante y aromático mojito adquirido en los Redondeles. El kit ferial por excelencia (al que a buen seguro, se habrá sumado por el trasiego festivo, algo de guarreta, un poco de morcilla y unas tradicionales gambas). Si es que con poco, un albaceteño -y el visitante-, se lo pueden pasar bien en la Septembrina... aunque viene mejor que el jamón te toque en una tómbola.

Foto: Raúl Moreno.



FERIA (III): LA DULCE ESPERA DEL MIGUELITO


Q
ue levante la mano el que no haya tomado un miguelito en plena Feria acompañado de una botella de sidrina. Es un tópico al que acudimos cada año con inusitada devoción. Y es que una Septembrina sin “empolvarnos” los labios con esta delicia debería ser tipificado como pecado. Así que les invito a acudir aunque sea en estos últimos momentos de Feria, a los Redondeles y a probar de nuevo a qué sabe la Feria.

Foto: Pablo Lorente.



miércoles, 16 de septiembre de 2009

FERIA (II): GOTAS CAEN SOBRE LA FERIA


M
ás de uno seguro que canturreaba la canción de B.J. Thomas, Raindrops keep falling on my head, que actuaba a modo de banda sonora en la película Dos hombres y un destino. La lluvia hizo acto de aparición en la Feria hace un par de días y parece que nos va a acompañar hasta que se cierre la Puerta de Hierros. Se chafa la fiesta, pero eso sí, gráficamente es una delicia ver el suelo del círculo central como si actuara a modo de espejo.

Foto: Pablo Lorente.



DONDE DIJE BOTELLÓN DIGO ACUMULACIÓN


A
unque la alcaldesa quiera disimular con eufemismos lo que es un simple botellón, no se puede distraer la atención de la problemática ciudadana de este fenómeno. Ahora que en Albacete se ha impuesto en el debate político (y ciudadano), este asunto al que se le buscan soluciones sin que hayan reparado en las causas que llevan a los jóvenes a beber de forma desordenada durante los fines de semana, es momento de que los políticos se ganen el sueldo y empiecen a hacer bueno aquello de “servidores de la cosa pública”.

Lo del sábado pasado en la Plaza de Toros fue un botellón, aunque la alcaldesa no aludiera claramente a la bicha. Pero, alegrándonos que el acto alcohólico-festivo, no comportara problema alguno (salvo para aquellos que acabaron con comas etílicos), los grupos con representación deben asumir su responsabilidad pública y sentarse a una mesa con jóvenes, colectivos vecinales, Fuerzas de Seguridad y administraciones superiores para analizar este fenómeno y empezar a surtir de posibles soluciones que podrían empezar a aplicarse a modo de experiencias piloto.

Quizás en el asunto del botellón pecamos (todos) de ceguera. Nos quedamos en la superficie, en que existen verdaderos problemas de órden público y de falta de higiene donde los jóvenes se concentran, pero hay que rascar para encontrar otros asuntos a solucionar. A menudo hablamos del botellón como algo a eliminar sin importarnos qué pasa con el derecho al ocio de los jóvenes. Uno de los grandes fallos de las administraciones públicas es negar la voz al colectivo juvenil que, suponemos, algo tendrá que decir al respecto por ser los principales implicados.

Cintura política, señores. Cintura política y paciencia para analizar en profundidad el fenómeno del botellón. Pensemos en el bien de la sociedad en su conjunto y en que nadie puede salir perjudicado de esta acumulación de personas en un lugar determinado para hacer libaciones etílicas... vulgo botellón.



FERIA (I): REFLEJOS


E
El juego de espejos. La realidad y la ficción. O la realidad vista desde otro punto de vista. ¿Igual o distinto? ¿Un templete o dos? ¿Dos Ferias o una sola? Digamos que la misma pero en visión o versión poliédrica que es la esencia de la Septembrina. En esta magnífica fotografía observamos dos versiones del mismo hecho. A la derecha, la parte central de los Redondeles en una mañana de paseo. A la izquierda, la misma imagen, el mismo templete, ¿o no?

Foto: Pablo Lorente.



martes, 15 de septiembre de 2009

CLASE AVANZADA SOBRE EL ARTE DE LA POLÍTICA



S
iempre hubo clases. En los países de nuestro entorno se han vivido en los últimos días dos debates políticos de calado. Alemania celebra elecciones legislativas el próximo día 27. Tras una campaña constructiva, elegante, de guante blanco y trufada de elementos positivos para que los ciudadanos acudan a votar con argumentos sobre la mesa, se presentaron los dos candidatos con opciones de alcanzar la Cancillería: la democrata-cristiana Angela Merkel y el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier. La paradoja de este enfrentamiento es bien conocida. Ambos son enemigos acérrimos pero con la particularidad de ser socios de Gobierno tras los comicios de 2005. Tras unos apretados resultados, Alemania vivió lo insólito: los dos grandes enemigos se aliaban por el bien del país. La locomotora de Europa volvía a dar una lección de para qué sirve la buena política.

El debate entre Merkel y Steinmeier dista mucho de lo que se puede ver por estos lares. Frente al insulto, el distanciamiento. Frente a la ausencia de ideas, programa. Frente a la hueca palabrería, hechos. Claro, que las buenas relaciones entre una y otro, en Alemania ya se lo toman a choteo y el “duelo” se vio más bien como un “dueto”.

En nuestra vecina Portugal también tienen comicios. Los socialistas parten con ventaja y todo parece indicar que Jose Socrates se hará de nuevo con la mayoría. Para evitarlo, la oposición socialdemócrata agita el fantasma del españolismo (ver para creer), acusando al primer ministro de vivir un idilio con el país con el que comparte península. Los bajos fondos fueron más frecuentados en Lisboa que en Berlín, sin embargo, se habló de futuro y de soluciones a la crisis.

Recuerden qué ocurre en un debate en España. Piensen que ponen sobre el tapete uno y otro e imaginen un escenario de empate técnico real (no el que a menudo dan las encuestas), entre PSOE y PP. ¿Creen ustedes que es posible reeditar el ejemplo alemán? Podría ser hasta beneficioso, sin embargo, siempre hubo clases, también en esto de la política.



lunes, 14 de septiembre de 2009

ESPAÑA-CATALUÑA: UNA RELACIÓN SIMBIÓTICA


D
escripción del hombre: dependencia, deseo de independencia, necesidad. Lo tenía muy claro Blaise Pascal hace unos siglos en lo que respecta a su definición del ser humano. Alguien dependiente, que busca soltar amarras pero que cuando se encuentra solo, busca el consuelo de otros. La cita de marras se ajusta como un guante al actual escenario geopolítico en el que vivimos. En una entidad supranacional como la Unión Europea, donde lo que se busca es la integración, los intereses disgregadores de ciertas regiones europeas caen en saco roto.

Viene esto a cuenta por lo de la consulta (sin carácter vinculante), que se planteó en Arenys de Munt y que al cierre de esta edición parecía ser un éxito para los organizadores. Se preguntaba por la necesidad de una Cataluña independiente del estado español. No vamos a negar que existe un fuerte sentimiento independentista en aquellos lares, que no es capricho pasajero, sino que hunde sus raíces en las afrentas que Felipe V hizo a las leyes catalanas a inicios del siglo XVIII.

Respetando los intereses independentistas de una parte de los catalanes, la pregunta a realizar es ¿independencia para qué? Imaginemos que Cataluña se separa de España. Perdería su condición de miembro de la UE. ¿Buscaría entonces la integración en el marco comunitario o perseguiría un “dorado aislamiento” como el que tantos años ha vivido Gran Bretaña? ¿Hay razones económicas, sociales, comerciales, culturales definidas para explicar una hipotética independencia o es simplemente un capricho ideológico?

Tal como están las cosas, con todo el marasmo de la globalización económica y el mundo buscando bloques de poder reconocibles, la aventura independentista suena a suicidio. Cataluña sabe que siempre ha mantenido una relación simbiótica con España donde ambas partes han salido beneficiadas. Jordi Pujol se lo sabía al dedillo y por eso intentaba explotar la situación al máximo. ¿Estará Cataluña a la altura de las circunstancias?



domingo, 13 de septiembre de 2009

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE QUIEN SE SABE GRANDE

C
uando una banda es capaz de llenar estadios con 70.000 u 80.000 acólitos sólo puedes pensar en que han pasado a otra categoría, a esa en la que se encuentras dioses del rock como los Rolling Stones, U2 o Bruce Springsteen. Iconos de la música popular que han cebado durante largos años la vitola que tienen ahora de “llenaestadios”.



Lo que los anteriormente mencionados han conseguido en un lapso de tiempo ciertamente prolongado (los Stones no fueron los Stones que conocemos ahora hasta mediados los 70), los cuatro integrantes de Coldplay lo han obtenido en menos de una década, concretamente en el tiempo que va desde la fundación de la banda en 1998 hasta la publicación de un disco como X&Y en 2005. Su último trabajo, Viva la vida or death and all his friends, ratifica la condición de megaestrellas del pop-rock, algo que pudo comprobarse el pasado día 4 en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Barcelona. Las entradas (63.500) se agotaron en pocas semanas. De toda España (y del extranjero), vinieron las hordas coldplaynianas a contemplar el potente show de la banda liderada por Chris Martin. Las gargantas de los asistentes comenzaron a calentarse con el pop indie de los Sunday Drivers y también con los inclasificables The Flaming Lips.

Con las letras bien aprendidas en el zurrón, empezó a sonar a especie de guiño cómplice un tema de U2, Magnificent (los ingleses son a menudos comparados con Bono y sus chicos), para luego dejar paso a los compases iniciales del Danubio Azul, que actuaron a modo de intro para un concierto que se presumía vibrante, emocionante e histórico (incluso quedará para la posteridad con su edición en DVD). Pero a las primeras de cambio, las cosas no iban bien. Poca modulación y escaso volumen en el mastodóntico equipo de sonido. El desastre vino con el estribillo de Violet hill, primer single de su último trabajo. La cara de Chris Martin mirando a uno de los técnicos situados en el lateral del escenario durante el percance, lo decía todo.

Para compensar el desastre técnico, al tercer tema Coldplay decidió poner en órbita al personal rescatando la excelente Clocks aunque ésta sonó demasiado fría. In my place sería la siguiente, con un Chris Martin que se agitaba espasmódicamente sobre la tarima. En ocasiones, ese afán por incluir al público en los fraseos de temas como In my place o Yellow restan impacto a los mismos y te dejan con la sensación de que le están robando la posibilidad de gozar de una enérgica interpretación, a favor de un karaoke masivo que sólo sirve para alimentar el ego del que lo provoca.



A diferencia de giras anteriores, Martin (vigilado de cerca por su esposa, una Gwyneth Paltrow a la que vimos merodear al lado del escenario), parece haber dejado de lado la introspección que caracterizaba la interpretación de muchos temas, para potenciar una mayor pose de frontman invadido por la falsa modestia, aunque es de agradecer su constante búsqueda de complicidad con el público. Glass of water fue uno de los pocos temas que deslumbró en directo a nivel instrumental y que demuestran el poderío musical de esta musculosa formación británica a la hora de fabricar temazos, cuando prescinden de los absurdos arrebatos de estrella que parecen apoderarse de su líder. En temas como este, sin una melodía destinada a nacer con voluntad de hit, es en los que se puede identificar la huella de Brian Eno (productor del último disco) y cuánta razón tenía al querer potenciar el sonido del grupo, sin supeditarse a los falsetes de Martin.

Fallos e himnos
Por desgracia, el romance sonoro no iba a durar mucho más y después de la enérgica Cemeteries of London, que revela curiosos parecidos rítmicos y quizá algunas enseñanzas provenientes de formaciones como Radiohead, llegaría la azucarada balada 42. Fix you fue a ser el siguiente instante de karaoke multitudinario, un tema que ya ha quedado como uno de los buques insignia de la formación. Después de Strawberry swing, el grupo hizo su primera incursión en uno de los pequeños escenarios ubicados en plena pista y comenzó una reinterpretación poco lucida de dos grandes temas como God put a smile upon your face y Talk que quedaron un poco sin cuerpo ni alma. Al mismo tiempo que esto sucedía, empezó a escucharse una fuerte pitada proveniente de la sección media-derecha del estadio, aderezada con gritos de “¡No se oye!”.



Los miembros de la banda se miran sin saber muy bien qué sucede. Esta vez en solitario y provisto de un pequeño piano, Martin desgrana los versos de otro buen tema como The hardest part que suena endeble y deslucido en esta modalidad acústica. Tres temas mutilados que nos limitamos a intuir entre el murmullo. Más decepciones que alegrías pero llegó Viva La vida, canción tótem y la auténtica estrella de la función. Pensando en la cuota de participación que el tema tuvo en el triplete del Barça y en el coreo masivo que del estribillo hace el respetable, Coldplay volvió a otra de esas incursiones en otro escenario ubicado en mitad del estadio. Otra pausa para una interpretación desvahída de la bella Green eyes, que ejecutan también en modo acústico, como si de un ensayo se tratase. Luego llegó el numerito de montar la ola con el público teléfono móvil en mano, mientras sorprendían al personal con el clásico de Michael Jackson, Billie Jean. Luego sufrimos un techno medley infumable de Viva la vida que algunos presentes parecieron recibir con gran alegría.



Al final llegó lo bueno. El sonido explotó, pero con calidad, rudeza rockera y los vellos de punta en el personal en canciones como la poderosa Politik, Lovers in Japan, The scientist y Life in technicolor, que iban a ser la última remesa de temas destacados, dejándose imperdonablemente en el tintero himnos como Trouble o Speed of sound, single incontestable del álbum que les catapultaría definitivamente hacia una fama, que quizá viendo la calidad de éste, puede parecer inmerecida. Sin embargo, la excelencia musical y la pose de megaestrellas suplen los defectos técnicos, por imperdonables que estos fueran. Globitos, fuegos artificiales y mariposas de colores aparte, Coldplay demostró en la noche barcelonesa que saben encajar esa insoportable levedad de quien se sabe grande.



sábado, 12 de septiembre de 2009

2001: LA INFAMIA



U
n 11 de septiembre no sólo se quebraron los cimientos de las Torres Gemelas. También los nuestros. Los de nuestro mundo al que llamamos civilizado frente a los “bárbaros” de Al Qaeda. Utilizamos la palabra “bárbaro” en su sentido etimológico literal, aquel con el que los antiguos griegos llamaban a todos los extranjeros, a los desconocidos. Y es que ese 11 de septiembre de 2001 empezamos a conocer a aquellos que estaban ahí pero que no les habíamos hecho mucho caso.

Ocho años después, queda la memoria. Los casi 3.000 fallecidos en los atentados contra el World Trade Center y el Pentágono siguen pesando como losas en la conciencia colectiva de los estadounidenses, que aún se preguntan por qué. El análisis superficial y apresurado muestra ciertas causas. La política, que algunos tildan de imperialista pero que aquí asumiremos como unilateral, granjeó la enemistad de ciertos países musulmanes. La nefasta reacción de la Administración Bush en Afganistán e Irak (los países señalados como responsables de la matanza), provocó una oleada de indignación contra Estados Unidos que aún se mantiene, a pesar de la llegada al poder de un Barack Obama, que busca más tender puentes que bombardearlos.

Sin embargo, la mayoría de los ciudadanos de EEUU echan la vista para otro lado cuando alguien les dice que los talibanes y Al Qaeda fueron formados y armados con fondos procedentes de su país, que incluso los Bush mantuvieron tratos económicos con la familia Bin Laden, y que el régimen basado en el miedo implantado por el anterior inquilino de la Casa Blanca fue otro puntal más para sacar adelante sus siniestros planes contra todo lo que oliera a musulmán.

Ocho años. Por encima de reconstrucciones vanas, EEUU debe tomar esa jornada como un verdadero “memorial day”.



viernes, 11 de septiembre de 2009

LA ÚNICA SALIDA PARA CCM


N
o hay más dinero para sanear. Se tercia la fusión... y cuanto antes, mejor porque la supervivencia de Caja Castilla La Mancha está en el alero. Esa es, prácticamente, la única salida que el Banco de España le ha indicado a los actuales gestores de CCM, tras su intervención y la auditoría de control interna que ha revelado graves deficiencias en la gestión del anterior cuerpo directivo.

Ante esta perspectiva, que no por menos sabida deja de ser grave para la entidad financiera, José María Barreda quiso entrevistarse con el gobernador del banco emisor, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, para garantizar la mayor parte de los puestos de trabajo en la caja (unos 3.000 empleados) y que el nombre y la sede social queden en la comunidad. Las peticiones del presidente regional parecen cuestión baladí cuando hablamos de la única entidad financiera intervenida por el Banco de España en lo que llevamos de crisis, organismo que lleva aportados 2.600 millones de euros para insuflar de liquidez a los activos de CCM, pero para Fernández Ordoñez así no se llega a nada y podría crearse un precedente peligroso que podrían seguir otras cajas de ahorro en precaria situación.

Por otro lado, el banco inversor UBS ha planteado tres escenarios de futuro: más inyección de capital (en torno a los 1.000 millones), fusión o venta o subasta de activos (los intereses inmobiliarios de la caja), para centrarse en el negocio básico. Descartada ésta última y siendo improbable la primera por la negativa del Banco de España, la fusión es la única vía de salida. Afortunadamente novias hay. De momento, las mejores situadas son BBK, Ibercaja, Cajasol y Caja Murcia, aunque de momento nadie ha dicho esta boca es mía.

Lo turbio del "asunto CCM" es que pasan los meses y a sabiendas de que hemos asistido a un gran engaño perpetrado por la anterior directiva, las aguas parecen que se van a dejar correr. Mientras tanto, el ciudadano pierde día tras día su confianza en CCM. Parece que la edad de la inocencia se ha terminado.



jueves, 10 de septiembre de 2009

EL MITO DE LA CAVERNA, VERSIÓN ZAPATERO


I
ntentando alejarse de la errática política de hechos consumados que ha caracterizado los últimos meses de la acción económica del Gobierno central, se presentaba José Luis Rodríguez Zapatero en el primer gran debate del curso político mostrando más continente que contenido en sus planes de futuro para la reactivación económica.

Y es que tras un largo (aunque didáctico) debate, los ciudadanos se sienten como si estuvieran dentro de la caverna de Platón, viendo que tras un velo traslúcido se observan figuras, pero sin atisbar qué son exactamente. Hemos visto que Zapatero tenía un plan y que en concreto se llama Ley de Economía Sostenible. La teoría, bien explicada. La música sobre el pentagrama del presidente parece sonar bien, pero otra cosa será que el director de orquesta sepa manejar la batuta y traducir la simbología en música de la buena.

La praxis es la que aún no conocemos. El presidente no concretó, más allá del mero esbozo, en qué consistirá esa ley, cómo beneficiará a los sectores de población más sacrificados por la crisis y si la reforma impositiva que afectaría a las rentas más altas es tan perniciosa como está pregonando el Partido Popular. Esperemos que en los primeros compases de actividad legislativa, las acciones a poner en marcha vayan concretándose.

Mientras tanto, Rajoy, blandiendo la bandera del catastrofismo, se aferra a la política del “no” para sacar provecho. “No a subir impuestos”, “no al recorte del gasto público”, “no al déficit”, pero, ¿con qué varita mágica se consigue eso?
El líder de la oposición debería recoger el guante lanzado por Zapatero para buscar una salida a la crisis, pero si en estos momentos la única baza de rascar votos a los socialistas es la situación económica, ¿lo hará?

Por su parte, los nacionalistas, dan la de cal y la de arena. CiU se aleja y el PNV busca el guiño cómplice. Esperemos que Zapatero no tenga nublada la visión cuando más claro tiene que ver.



miércoles, 9 de septiembre de 2009

EL MATIZ

U
na misma historia, dos visiones distintas. Cambian solo unas cuantas palabras. Pero qué palabras...

VERSIÓN 1:



Alejado el murmullo mediático de la boda pre-debate de María Dolores de Cospedal, diez iniciativas legislativas, más 49 medidas adicionales, ocupan ahora las cabeceras de los medios de comunicación. Este paquete de acciones es lo que se sacó de la chistera el presidente de la Junta de Comunidades, José María Barreda, en el Debate sobre el Estado de la Región. Curiosamente ayer le salieron más partidarios que detractores al presidente. Entre los primeros, está el apoyo de la patronal castellano-manchega que calificó de “propuestas interesantes”, las medidas anunciadas por Barreda. Y ciertamente, interesantes son. Una ley de comercio, otra sobre el cambio climático, iniciativas encaminadas a favorecer la adquisición de vivienda por jóvenes a buen precio, medidas económicas y de promoción del empleo, una ley de educación (que al parecer, a causado cierta sorpresa y también interés en las partes interesadas), más apoyo a la cobertura social en especial destinada a discapacitados o nueva legislación sobre transparencia institucional, es parte del bagaje con el que Barreda se presentó en sede parlamentaria para intentar insuflar un poco de ánimos a la alicaida sociedad castellano-manchega que en el último año se ha visto asaeteada de forma inmisericorde por la crisis.

Ahora bien, siendo interesantes las propuestas de Barreda, toca ponerlas en marcha. El peligro es que a veces las palabras vuelan y lo que puede ser una gran idea puede quedarse en una menudencia por el camino. A los agentes sociales debe corresponder vigilar que estas medidas no se conviertan en papel mojado, algo de lo que por cierto, ha acusado la líder de la oposición, María Dolores de Cospedal, al presidente. Sacando la artillería pesada desde el primer momento (con la recesión como ariete), ha querido ponerse el traje de defensora de los intereses regionales ahora que muchos la ven más fuera que dentro. A ver como acaba la historia.


VERSIÓN 2:



Alejado el murmullo mediático de la boda pre-debate de María Dolores de Cospedal, diez iniciativas legislativas, más 49 medidas adicionales, ocupan ahora las cabeceras de los medios de comunicación. Este paquete de acciones es lo que se sacó de la chistera el presidente de la Junta de Comunidades, José María Barreda, en el Debate sobre el Estado de la Región. Curiosamente ayer le salieron más partidarios que detractores al presidente. Entre los primeros, está el apoyo de la patronal castellano-manchega que calificó de “propuestas interesantes”, las medidas anunciadas por Barreda. Y ciertamente, interesantes son. Una ley de comercio, otra sobre el cambio climático, iniciativas encaminadas a favorecer la adquisición de vivienda por jóvenes a buen precio, medidas económicas y de promoción del empleo, una ley de educación (que al parecer, a causado cierta sorpresa y también interés en las partes interesadas), más apoyo a la cobertura social en especial destinada a discapacitados o nueva legislación sobre transparencia institucional, es parte del bagaje con el que Barreda se presentó en sede parlamentaria para intentar insuflar un poco de ánimos a la alicaida sociedad castellano-manchega que en el último año se ha visto asaeteada de forma inmisericorde por la crisis.

Ahora bien, siendo interesantes las propuestas de Barreda, toca ponerlas en marcha. El peligro es que a veces las palabras vuelan y lo que puede ser una gran idea puede quedarse en una menudencia por el camino. A los agentes sociales debe corresponder vigilar que estas medidas no se conviertan en papel mojado, algo de lo que por cierto, ha acusado la líder de la oposición, María Dolores de Cospedal, al presidente. Pero la líder popular yerra porque ha querido ponerse el traje de defensora de los intereses regionales ahora que muchos la ven más fuera que dentro. A ver cómo acaba la historia de una Cospedal que no carbura en la región.


La versión 1 es la original, la que hasta las 9 de la noche estuvo en maqueta. La versión 2 es la que todo el mundo ha podido leer en la edición de hoy miércoles 9 de septiembre en la edición de EL PUEBLO de Albacete. Sacad vuestras propias conclusiones.



martes, 8 de septiembre de 2009

EL OTRO MOVIMIENTO OBRERO



E
scandalizados unos, indiferentes otros. Así andábamos el otro día después de ver fotos y videos de prostitutas metidas en su labor cotidiana con algunos clientes en los aledaños del mercado de La Boquería, en Barcelona. Curiosamente, este fin de semana paseé por allí, como cada vez que vuelvo a la Ciudad Condal, para ver el espectacular ambiente que vive el mercado del Raval. Y lo que observé fue tranquilidad. Los medios asustan y está claro que a nadie le gusta verse retratado en internet. Esa misma noche, la Guardia Urbana actuó contra la prostitución y a la mañana siguiente, el mercado volvió a su trasiego multitudinario de turistas mezclados con los vecinos del barrio que bajan a hacer sus compras diarias.

A veces me he preguntado por qué en determinadas circunstancias no copiamos a nuestros vecinos. Aquí siempre optamos por el camino más corto, por la solución (o el intento) más fácil, a sabiendas qué quizá no es el método más efectivo. Puede que con nuestra idiosincrasia, otros remedios para atajar problemas como el tráfico de drogas o la prostitución callejera, no funcionen, pero ¿por qué no probar?

Sólo hablo de estadísticas que en este caso se convierten en hechos probados. Piensen en Holanda. Muchas ciudades (no sólo Amsterdam), tienen una zona dedicada al comercio del sexo, algo perfectamente reglado por el Estado. Las meretrices pagan un alquiler en una casa “decente” y abonan anualmente sus impuestos. El Gobierno por su parte, practica deducciones a estas trabajadoras autónomas que están ofreciendo un servicio público a los ciudadanos. La cuestión es clara. Si hay oferta, es porque con antelación hay una demanda… Una gran demanda. Las implicaciones morales o pseudo religiosas no caben en esta ecuación. Absoluto respeto. Gobierno, vecinos y prostitutas están contentos con este sistema que funciona en un país en el que las mentalidades cabalgan a años-luz de las de otros lares.

En la comparativa salimos perdiendo. Nuestra cobardía impide la solución a los problemas de lenocinio. Nuestras vendas morales coartan la posibilidad de acomodar a las trabajadoras sexuales en un ambiente en el que estén alejadas de mafias y de la drogadicción, a menudo asociada a este mundo. El acceso al mercado del sexo saldría de su ghetto marginal y estaría perfectamente regulado por la administración. La seguridad en nuestras calles sería mayor. Matamos varios pájaros de un tiro y sin embargo…

…no hacemos nada. Acudimos a las detenciones, a las expulsiones de inmigrantes que hacen las veces de putas y todo porque no hay una verdadera voluntad para acabar con este problema. Una administración (en este caso el Gobierno de Zapatero), le he tirado la pelota al tejado de otra (el Ayuntamiento de Barcelona). Sucede allí, a la vista de todos, pero también en plena Gran Vía madrileña y aquí cerca, en la concurrida calle Federico García Lorca, al lado de la estación de autobuses.

La cuestión es que buscamos cómo erradicar la prostitución, a sabiendas de que cometemos un error. Aprendamos a vivir con esa práctica, a verla como un ejercicio que desde hace siglos es algo normalizado en la sociedad (aunque no en nuestras mentalidades). Busquemos la integración y no los palos. Las que algunos han llamado de forma mohína, “obreritas del amor”, seguro que lo agradecerán.



domingo, 6 de septiembre de 2009

CONSEJOS PARA UNA FUTURA PREVENCIÓN


P
lanea sobre nuestras cabezas el fin del verano y se empiezan a hacer balances de todo, entre ellos el de los incendios forestales que han afectado a la comunidad en estos meses de canícula estival.

Un 140 por ciento es la cifra a tener en cuenta. Ese es el porcentaje en el que se ha incrementado los incendios en suelo castellano-manchego con respecto al verano de 2008. Una cifra preocupante y que debe hacernos reflexionar sobre los motivos del incremento.

Aunque en los últimos años, los medios a nuestro alcance han aumentado cuantitiva y cualitativamente, ante un desastre de semejante magnitud, toda la ayuda es poca. Cuando las llamas se propagan por el monte, por muchos medios que tengamos, siempre se va a provocar una situación irrevocable con el mismo resultado: el medio natural sale perdiendo, y eso en un país en el que el peligro de desertificación es latente, debe ser un asunto a tener en cuenta.

Por otra parte, siempre que hablamos de incendios salen a colación las palabras prevención y concienciación. Eso está muy bien. Alabamos esa labor que debe empezar desde la base, pero cuando estas variables han fallado y aparece la figura trastornada del pirómano, hay que ejercer la ley con puño de hierro. Hasta ahora, los delitos medioambientales apenas se tenían en consideración y las penas apenas pasaban de la falta grave. La prisión debe ser el lugar donde recluir a los que se dedican a quemar bosques y montes para que se intente dar un matiz ejemplarizante a las sentencias.
Indudablemente, aunque la Justicia actúe con firmeza, no debemos dejar de lado un apunte sobre la concienciación. Apelar a la colaboración ciudadana, no sólo cuando el fuego ha sido confirmado, sino como medida para preservar nuestro entorno natural, debe ser una tarea común y persistente. La unidad familiar y la escuela deben ser focos importantes de acción para buscar una solución a esos otros focos, los de fuego, que asolan nuestros parajes verano sí y otro también. Nos va la vida en ello.