sábado, 30 de enero de 2016

Mitos

Marilyn Monroe fotografiada por Inge Morath en 1961.
Dos mitos. Uno del cine y otro de la fotografía unidos por un tercer mito, en este caso, de la literatura.

Marilyn fue fotografiada por Inge Morath en el 61. Un año después, la primera moría y la segunda se casaba con Arthur Miller, marido de la primera. Coincidencias entre tres mitos.



viernes, 29 de enero de 2016

Todos se equivocan


PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos. Todos se equivocan. Todos se están moviendo para que no se mueva nada. Todos irresponsables.

Francamente, estoy pasmado con la inacción, la ineficacia y el desdén con que los cuatro principales partidos de este país están tomándose el tiempo posterior a las elecciones que arrojaron el panorama político más complicado de armar. Cierto es que no hay mayorías claras pero sí que puede haber gobierno... pero no hay voluntad de que lo haya. En esta tesitura, los españoles pueden tener la seguridad plena de que estos cuatro partidos les están engañando. Todos se equivocan.

Se equivoca el PP con su total pasividad. No quiere mover pieza (la falsa entrevista radiofónica de Rajoy con Puigdemont así lo atestigua). El presidente en funciones no quiere ir a la investidura porque sabe que no tiene nada que hacer. ¿Solución? Hacer una dejación absoluta de sus funciones. ¿Qué pensarán los 7,2 millones de obnubilados votantes peperos al ver que su candidato no mueve ni un dedo? Iba a decir que sentirse contrariados, pero viendo que 7,2 millones de españoles han votado al PP problablemente les de igual.

Se equivoca el PSOE por su total indefinición. Pedro Sánchez es como un jedi seducido por el Lado Oscuro. Sabe que tiene que pactar con la izquierda, porque es la luz, lo que la historia de su centenario partido dicta, pero dentro de esa organización hay lores sith que buscan el camino más corto, más seductor, que es pactar con la derecha y que todo cambie para que todo siga igual. La salida digna para Sánchez (y sorprendente) sería la dimisión y que el PSOE -un juguete en manos de la vieja guardia socialista, de los barones interesados y de un Podemos que busca el sorpasso-, se consumiera en su propia salsa... hasta quedarse seco.

Se equivoca Ciudadanos por su exasperante actitud de falso centrismo. Rivera está a verlas venir después del fracaso a medias ver cómo quedaba cuarto en la carrera electoral, cuando ya se veía de presidente. La falta de modestia de los nuevos partidos es escandalosa y la pose de niño bueno y de centralidad de Rivera no deja de ser otro palo en las ruedas de la gobernabilidad de este país. Ciudadanos no propone porque no tiene nada que ofertar.

Se equivoca Podemos por su total falta de escrúpulos a la hora de acaparar poder. Pablo Iglesias (listo él) lanza el órdago a Sánchez para gobernar junto a IU, pero lo hace por pura autoidolatria y por su afán de protagonismo. Iglesias quiere liquidar al PSOE creyendo que gobernando con ellos tomarán la iniciativa. De ahí que busquen ministerios golosos. Pero en esa oferta a Sánchez, se ven las incoherencias ideológicas de un partido como Podemos que busca enarbolar la bandera de la izquierda cuando su verdadero ideario es el posibilismo. Puro y duro. Todo fachada. Aún así, el mal menos malo del que podamos soportar los españoles de bien.

Entre este panorama y las (falsas) líneas rojas que cada partido se autoimpone por el miedo a negociar y gobernar, los españoles estamos viendo cómo nuestro futuro se basa en cuatro opciones, cuatro partidos que están fundados en la falsedad y la inacción.

Suerte.



martes, 26 de enero de 2016

Quiero creer


Hoy es el Día X.




Y de postre...






Cachitos de "periodismo" XVIII

“El Hotel Fuentemar está sin formación porque el PSOE se lo gastó en cocaína”


Así entiende el periodismo el PP de Chiclana. Una forma de inferir una conclusión de una premisa equivocada. Personalmente, censuro este tipo de sensacionalismo barato en notas de prensa como la enviada por el Partido Popular de esta localidad a los medios, que más que intentar criticar la corrupción del PSOE, lo que hace es montar un equívoco de proporciones inmensas entre el lector. Sin embargo, el subtítulo de la nota es mucho más aclarado, explicativo y adecuado:

El PP recuerda que “desde 2010 no recibe el medio millón de euros que daba la Junta de Andalucía para formación”  

Así, sí. Algunos gabinetes de prensa cometen un error grave al querer hacer una llamada de atención con titulares grandilocuentes que tienden al amarillismo pueril obviando la información tal cual (que es su principal objetivo). Ante eso, el periodista que deba tratar esa nota de prensa, debe "arreglar" el desaguisado, desechando el titular dado por la fuente para conformar otro que sea mucho más imparcial y menos escabroso. 

Sinceramente, el titular de la nota del PP de Chiclana es denunciable, aunque en conversación con el que esto suscribe, su líder local intentara excusarse tirando por los cerros de Úbeda. La conducta del gabinete de prensa del PP local es censurable y reprochable desde un punto de vista periodístico y punible desde el punto de vista judicial puesto que alimenta entre el ciudadano la imagen de que todos los militantes socialistas son cocainómanos. Una generalización inadecuada intolerable, más aún cuando se produce con demasiada frecuencia en los gabinetes de comunicación de cualquier partido político de nuestro país.

Quizás las asociaciones colegiadas de profesionales de la información tengan algo que decir al respecto. O quizá es que estén más pendientes de seguir convirtiendo en guettos sus colectivos. En todos lados cuecen habas.





domingo, 24 de enero de 2016

La vida según Dave Grohl: Aprende a volar


El milagro de la música. Mil músicos tocan al unísono Learn to fly de Foo Fighters para pedir a la banda que toquen en Cesena (Italia). Lo consiguieron.



miércoles, 20 de enero de 2016

Reservoir pics XXXVIII

The Who por Art Kane (1968).




domingo, 17 de enero de 2016

Anyone...


Anyone
Anyone
Anyone
Anyone

You can blame me
Try to shame me
And still I'll care for you

You can run around
Even put me down
Still I'll be there for you

The world
May think I'm foolish
They can't see you
Like I can
Oh but anyone
Who knows what love is
Will understand

Anyone
Anyone
Anyone

I just feel so sorry (anyone)
For the ones
Who pity me

(Anyone) 'Cause they just don't know
(Anyone) Oh they don't what happiness love can be

I know
I won't ever let you go
It's more
Than I
Could ever stand
Oh but anyone
Who knows what love is
Will understand

Oh (anyone) they'll understand
(Anyone) If they try love they'll understand (anyone)
(Anyone) Oh try to understand (anyone)
(Anyone)

Anyone who knows what love is (will understand)
Irma Thomas



viernes, 15 de enero de 2016

Doisneau me ha copiado

Paris (1961). Robert Doisneau.
Anda que no...

Chiclana de la Frontera (2015). Miguel Ángel Bolaños.




domingo, 10 de enero de 2016

Star Wars: El despertar de la curiosidad

#GeorgeLucasnoteloperdonaréjamás

Bueno, sí. Ya te perdoné...

Era un día de septiembre de 1999 y todavía hacía calor en Chiclana. Quise pasar una buena tarde al frescor del aire acondicionado de los "nuevos" multicines, acompañado de mi nostalgia ochentera y mi amor por una saga. Pero entre los niños de corta edad que no entendían nada (normal, yo tampoco con esa historia tan enrevesada), padres ruidosos con sus palomitas y Jar Jar Binks, salí con el corazón encogido maldiciendo una y otra vez el nombre de George Lucas por no haberme dado lo que yo iba a buscar... Sí, amigos, era La amenaza fantasma. El Episodio I de Star Wars. Era aún verano y hacía calor.

Decepción. Pensé que ya nada volvería a ser igual. Que no tendría una héroe salido de la nada y que con tres o cuatro acciones valerosas se ganaría el protagonismo de la peli. Que no disfrutaría con un sinvergüenza socarrón que nos conquistaría a todos. Que no habría una chica de armas tomar que actuara como contrapunto de ambos. Que no disfrutaría de la parte cómica de dos droides a los que quería como hermanos. Que no odiaría/disfrutaría con un villano de los que hacen época. Que no ensoñaría con esos lejanos y viejos mundos que tito George nos proponía en la trilogía original de Star Wars. Salí decepcionado de aquella sala de cine aquella tarde del verano del 99.

BB-8. (Walt Disney Pictures).
Nostalgia. La puñetera nostalgia. Todo es por su culpa. Es el gran problema que tenemos los seguidores de la saga. Como somos unos impertérritos románticos, creemos que todo va a seguir tal cual, que todo lo que se nos cuente a partir de la trilogía original, tiene que ser igual de bueno, emocionante y excitante que aquellas tres películas. Pero no. No podemos analizar la nueva trilogía, la que ha empezado con el estreno del Episodio VII: El despertar de la Fuerza, con los mismos ojos con los que vimos aquellos capítulos de la lucha entre la Alianza Rebelde y el Imperio. No son las mismas películas, no son los mismos personajes (aunque salgan algunos conocidos) y sobre todo, no es el mismo tiempo. Estamos en 2016 y no en 1977. Demasiado tiempo. Demasiadas cosas han cambiado en nuestras vidas.

Por eso la nostalgia es la peor enemiga para ir a ver la película dirigida por J.J. Abrams. Se lo aconsejo. Déjenla en la puerta, la retoman cuando se pongan en el DVD el Episodio IV y serán completamente felices. Pero la nostalgia no tiene cabida en El despertar de la Fuerza porque si van con ella a la sala de cine, el resultado será desastroso.



Pero entonces, llegó el día para ver la nueva peli...

Sala de cine a oscuras.

Logo de Lucasfilms.

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...

Star Wars y la música de John Williams... Orgasmo.

Vaya por delante que el Episodio VII me ha parecido una buena película en general y una muy buena película de aventuras y ciencia-ficción en particular. Traté de mantener una mente abierta y no dejarme llevar por el sentimentalismo de warsie clásico para ver qué de nuevo me ofrecía Abrams. Y lo cierto es que, tras una pátina de velado remake de Una nueva esperanza, este nuevo comienzo ofrece una historia conocida pero que es el motor de las grandes historias que el cine lleva contándonos casi 125 años: la lucha entre el bien y el mal, el mito fundacional del héroe salvador y la amistad/amor como pegamento de las relaciones humanas. No podemos decir que Abrams ha jugado a lo fácil "plagiando" a Lucas porque son historias universales las que maneja la mitología de Star Wars y la verdad es que si algo funciona para qué modificarlo.

Abrams ha sabido conducir un reto peliagudo. Un guión aparentemente sencillo pero que sabe cuadrar las situaciones (Lawrence Kasdan de nuevo en el equipo, tras ser responsables de lo mejorcito de la trilogía original), un fantástico equilibrio entre momentos dramáticos y de comedia, la gestión de la tensión en ciertas escenas, un uso dinámico de la acción, como ya demostró en Star Trek y un estilo visual creíble. No hay personajes con los que no empaticemos. No hay un Jar Jar Binks. No se abusa del croma y se vuelve a un diseño de producción cuidado y artesanal.

Esa cobertura ayuda a que los actores anden finos. Se me saltan las lágrimas al ver de nuevo a Harrison Ford, Carrie Fisher o Peter Mayhew en sus papeles clásicos, pero los nuevos se han aclimatado rápido y de forma muy fiable a esta galaxia tan lejana. Daisy Ridley, John Boyega y Oscar Isaac han dado carnalidad a unos personajes bien definidos y de los que queremos saber más. No hay miradas infantiles, ni sobreactuaciones. Hay buena materia prima que habrá que desarrollar en los dos próximos episodios. Pero eso será cosa de Rian Johnson y de Colin Trevorrow.

(Walt Disney Pictures)
Pero hay otro actor nuevo con un personaje crucial. Adam Driver. El villano. Kylo Ren, alto representante de la malvada Primera Orden y que me ha descolocado. Sus momentos humanos (ese lado tan dubitativo, esa inseguridad...) no sé si están buscados o simplemente, es la parte del guión dónde más falla esta película. Sí es cierto que luego retoma su reverso tenebroso cuando en un momento climático de la película... (aquí vendría un SPOILER así bien grande, pero no lo voy a destripar) ... Esperemos que sea el surgimiento de un malo maloso con todas las de la ley... Y no quiero mentar Hayden Christensen haciendo de futuro Darth Vader. Ups...

Mención aparte a alguien que me ha enamorado desde el primer momento: BB-8. Sí, alguien. El droide que viene a ser el "nuevo" R2-D2 y que tan pronto aparece en escena se convierte en un actor más. Un aplauso para sus diseñadores y sus manipuladores porque hay más alma en ese robot que en cientos y cientos de actores que van en busca del estrellato en escuelas de arte dramático de todo el mundo.

Por lo demás, es el comienzo de una nueva aventura. Poderoso comienzo diría yo que deja con ganas de más Star Wars, con ganas de ver cómo sigue resurgiendo esa Fuerza de la que tantos nos enamoramos en los 80... aunque una tarde calurosa del 99 estuviera a punto de echarlo todo por la borda.

Y nada más, que la Fuerza os acompañe. Yo por lo pronto, ya he perdonado a George Lucas.



sábado, 9 de enero de 2016

Estaf... Engañ... Impuestos

-Zona azul: Pagas por aparcar en la vía pública. Pero...

-Ya pagas al Ayuntamiento un impuesto de circulación por usar con tu coche esas vías públicas. Pero...

-Ya pagas al Ayuntamiento esas vías públicas (su construcción y mantenimiento)...

CONCLUSIÓN: Pagas tres veces por un mismo concepto.



miércoles, 6 de enero de 2016

¿Cómo llamar a un gato?

The Naming of Cats is a difficult matter,
It isn't just one of your holiday games;
You may think at first I'm as mad as a hatter
When I tell you, a cat must have THREE DIFFERENT NAMES.
First of all, there's the name that the family use daily,
Such as Peter, Augustus, Alonzo or James,
Such as Victor or Jonathan, George or Bill Bailey—
All of them sensible everyday names.
There are fancier names if you think they sound sweeter,
Some for the gentlemen, some for the dames:
Such as Plato, Admetus, Electra, Demeter—
But all of them sensible everyday names.
But I tell you, a cat needs a name that's particular,
A name that's peculiar, and more dignified,
Else how can he keep up his tail perpendicular,
Or spread out his whiskers, or cherish his pride?
Of names of this kind, I can give you a quorum,
Such as Munkustrap, Quaxo, or Coricopat,
Such as Bombalurina, or else Jellylorum-
Names that never belong to more than one cat.
But above and beyond there's still one name left over,
And that is the name that you never will guess;
The name that no human research can discover—
But THE CAT HIMSELF KNOWS, and will never confess.
When you notice a cat in profound meditation,
The reason, I tell you, is always the same:
His mind is engaged in a rapt contemplation
Of the thought, of the thought, of the thought of his name:
His ineffable effable
Effanineffable
Deep and inscrutable singular Name.


Ponerle nombre a un gato es harto complicado,
desde luego no es un juego para los muy simplones.
Pueden pensar ustedes que estoy algo chiflado
cuando digo que al menos ha de tener tres nombres.
Lo primero es el nombre que le damos a diario;
como Pedro, Alonso, Augusto o Don Bigote;
Como Víctor o Jorge o el simpático Paco.
Todos ellos son nombres bastante razonables.
Los hay más bonitos y que suenan mejor
para las damas y los caballeros,
como Admetus, Electra, Démeter, o Platón,
pero todos son nombres demasiado discretos.
Y un gato ha de tener uno más especial,
que sea peculiar, algo más digno.
¿Cómo, si no, va a alzar su rabo vertical
o atusar sus bigotes y mantenerse altivo?
De nombres de este tipo os puedo dar un quórum
como son Mankostrop, Quoricopat o Qaxo,
también Bamboliurina o, si no, Yellylorum,
son nombres que jamás compartirán dos gatos.
Pero a pesar de todo, nos queda un nombre más,
y ése es el que tú nunca podrás adivinar,
el nombre que los hombres jamás encontrarán.
Que SÓLO EL GATO LO SABE y no confesará.
Si un gato ves en meditación,
el motivo nunca te asombre.
Su mente está en contemplación
de la Idea Una de su nombre.
Su inefable, efable,
efainefable,
único, oscuro, inescrutable Nombre.

T.S. Eliot. The Naming of Cats (traducción de R. Ortiz, en: El libro de los gatos habilidosos del Viejo Possum, Valencia: Pre-Textos, 2001; original 1939).



lunes, 4 de enero de 2016

El alma del artista

El público. Esa masa voluble que lo mismo se congracia con lo que estás haciendo o te deniega su favor. Es caminar sobre un fino alambre del que sabes que te vas a caer si no consigues empatizar y epatar a quien observe tu trabajo. El artista se encuentra así ante una disyuntiva peliaguda: agradar o fracasar. Es el límite que te marca si eres bueno o no lo eres. Por eso, el artista se debe dejar la piel, debe traspasar límites, debe ir hacia lo insondable para conseguir el más difícil todavía...


Y no es que Robert Zemeckis haya conseguido el más difícil todavía. Pero sí notamos que lo vamos recuperando para la causa. Tras convertirse en director de referencia para los que ya tenemos una edad con películas tales como Tras el corazón verde o la trilogía de Regreso al futuro y después de ganarlo todo con Forrest Gump, a Zemeckis le dio por probar nuevos terrenos de narración mediante la imagen y se metió en varias historias que decepcionaron a su público (Polar Expres, Beowulf...). Hace un par de años despachó El vuelo, un trabajo estimable aunque con cierta falta de ritmo y algunos quisimos ver el resurgir del Zemeckis artesano, del que gusta de hacer las cosas bien, lo que en su terreno significa, divertir a la gente. Ahora con The walk (me niego a llamarla El desafío), cuenta la historia de Philippe Petit, el hombre que cruzó las torres del World Trade Center a través de un cable de acero. Es un episodio que ya conocíamos por el fantástico documental Man on wire, ganador del Oscar en su categoría, pero que con este filme profundiza en la pequeña gran historia humana del artista persiguiendo su sueño. Y es ahí donde The walk se hace grande, porque sabe interiorizar la problemática de Petit, sabe explotar y definir su gran reto (tender un cable entre las torres y caminar por él) y sabe narrar a la perfección la preparación del "golpe" como el propio Petit y sus compinches llamaban a su aventura neoyorkina.

Porque la mejor parte de la película es esa pequeña intrahistoria del making off del paseo por las nubes de Petit. A modo de película de robos y con finas dosis de humor, los protagonistas van engarzando piezas para que el Día D todo estuviera preparado. Y aquí se ve al mejor Zemeckis, el director que imprime un ritmo brutal a la narrativa del guión, que sabe dónde colocar a cada personaje, que dosifica los esfuerzos actorales para que no haya ningún secundario demasiado secundario. Un director en definitiva, que además sabe integrar como personajes a las propias Torres Gemelas que vuelven a cobrar vida (vaya último minuto de película, sobrecogedor sin llegar al sentimentalismo barato), y de qué forma.

La gran escena, la esperada por todos (el paseo por el cable) está filmada de forma admirable, con tensión creciente, con gran pulso por un Zemeckis que vuelve por sus fueros con un cine que tiene la sana pretensión de agradar y de divertir contando una historia pequeña y sencilla. Y lo cierto es que es una escena maravillosa, que da vértigo (real, del que marea) porque sabe dónde colocar la cámara y que además tira de momentos de onirismo para enseñarnos el alma del artista. Y es ahí donde vemos claramente a un Petit (felizmente encarnado por Joseph Gordon-Levitt) que ha alcanzado su objetivo, que ha caminado sobre el alambre y es consciente de que ha triunfado porque se ha metido al público en el bolsillo. Petit estaba solo, pendiendo de las nubes, suspendido sobre un cable y enseñándonos que los sueños solo se hacen realidad, si los trabajas.



domingo, 3 de enero de 2016

Morir todavía





viernes, 1 de enero de 2016

Análisis del 2015

Podría haber estado mejor... pero podría haber sido peor.