lunes, 28 de diciembre de 2009

KILÓMETROS DE CELULOIDE (Y II)

A
ston Martin DBS, Ford Mustang GT 390, Plymouth Fury 1958, Ford Gran Torino Sport 1972 y Checker Marathon. Cinco máquinas. Cinco coches míticos que fueron inmortalizados en la gran pantalla y que forman parte de nuestros sueños. Hace unos meses (concretamente en julio), entregábamos la primera parte del reportaje sobre coches de película míticos. Ajústense los cinturones, dejen las palomitas a un lado y apretemos el acelerador para hablarles de otros cinco modelos con protagonismo en el Séptimo Arte.

Plymouth Valiant 1971
El Plymouth Valiant de 1971 es uno de los grandes héroes de la historia del cine... y uno de los olvidados. Este carismático modelo, conducido por Dennis Weaver intentando escapar del oxidado y homicida diablo sobre ruedas -un camión Peterbil 281 de 1955- es todo un clásico del cine, aunque la película (cuyo título original era Duel, luego trasladado al español como El diablo sobre ruedas), fuera concebida originariamente por Steven Spielberg para la televisión. Su color rojo brillante, escogido por el director para que resaltara mejor frente a los colores ocres del desierto, su imagen de fragilidad frente al espeluznante camión... y su capacidad de aguantar todo tipo de ataques le hacen merecer el título de automóvil más sufrido de la historia del cine... con sacrificio final incluído.



Tucker Sedan 1948
Una joya de la automoción. El Tucker Sedán de 1948, del que sólo se produjeron 51 unidades es la plasmación absoluta del sueño de un hombre -Preston Tucker, promotor y dueño de la empresa del mismo nombre- y de cómo la (cruda) realidad de un mercado controlado por grandes corporaciones puede dar al traste con el mismo. El Tucker y sus diferentes variantes tuvieron una vida larga. Nada menos que de 1959 a 1982. Su efigie llegó a ser tan típica de Nueva York como el Empire State o el Rockefeller Center. Francis Ford Coppola inmortalizó (en Tucker, un hombre y su sueño) la lucha épica del fabricante de este super-avanzado vehículo para la época: perímetro envolvente anti-choque, un motor de prestaciones y concepción muy superiores a las de sus competidores de entonces, una luz central a lo cíclope que se orientaba según la dirección de las ruedas... Todo hecho para luchar contra las Big three las tres grandes empresas de la época: General Motor, Ford y Chrysler.



DeLorean DMC-12
El Delorean -llamado así también como modelo porque su fabricante, DeLorean Motors Company, sólo llegó a sacar un vehículo-, este DMC-12, que fue inmortalizado como singular máquina del tiempo en las sucesivas entregas de Regreso al futuro. Si bien el primer prototipo apareció a finales de los 70, lo cierto es que la producción del mismo solamente se realizó durante un año (de 1981 a 1982), hasta que la empresa quebró y su promotor, John De Lorean, fue arrestado acusado de tráfico de estupefacientes, aunque posteriormente fuera exonerado de todos los cargos. Sus puertas de alas de gaviota, su carrocería metálica de acero inoxidable y el resto de detalles de su espectacular y único diseño -concebido por el célebre italiano Giorgetto Giugiaro-, le aseguran ya un lugar propio en la historia... y hay noticias de que, posiblemente, el DMC-12 vuelva a fabricarse, con cuentagotas, de la mano de un empresario norteamericano.



Ford Mustang Mach 1
Atención: ¿quieren saber quién es uno de los pocos coches que ha tenido tratamiento de estrella en una película? Pues nada menos que Eleanor, el nombre que se le concedió a esta auténtica maravilla de Ford Mustang Mach 1 de 1973 para su participación en el film Gone in 60 seconds. Este nombre, además, se hizo extensivo tanto a la secuela como al remake -60 segundos-, realizado en el año 2000 sobre las peripecias de un ladrón de coches que ha de robar 50 potentes vehículos en menos de un día, interpretado por Nicolas Cage. Con todos los respetos a Angelina Jolie, la verdadera belleza de esta película volvía a ser Eleanor, esta vez una adaptción de un Mustang de 1967.



Jaguar MK VIII 1957
Si todo es simbología en Vértigo (De entre los muertos) una de las más grandes películas de la historia del cine -colores, palabras, sueños, interpretaciones-, la misma no podría dejar de empapar a todo lo que aparece en dicha película, coches incluídos. Si la de Bullitt es la mejor persecución jamás filmada, el seguimiento que hace el detective privado ‘Scottie’ Ferguson de la misteriosa Madeleine Elster, al suave ritmo del score de Bernard Herrmann es una joya para todos los amantes del cine. Hermann ya acompañó con su composición (la última que hizo), los recorridos nocturnos en su Checker Marathon de Robert de Niro en Taxi driver. Volviendo al filme de Alfred Hitchcock, Kim Novak, que encarna a la fantasmal Madeleine, recorre las calles de San Francisco al volante de un Jaguar MK VIII de color verde mientras que el detective, encarnado por James Stewart, la sigue en un Desoto Firedome Sportsman Hardtop Coup del 56, de color blanco. Su periplo, a medio camino entre el vagabundeo sin rumbo fijo -de ella-, y la obsesión de él por intentar entender una realidad que se le escapa, configuran una persecución automovilística que más parece una cortejo. Finalmente, y por si alguien dudara del simbolismo que tienen los coches en esta película basta con ver el coche de la tercera parte del triángulo. El de la aburrida solterona Midge (papel interpretado por Barbara Bel Geddes), eterna pretendiente de Stewart, que tiene un convencional Volkswagen... de color gris.



En total, el repaso ha acudido a diez coches míticos, a diez referencias que se han convertido por derecho propio en protagonistas de nuestros sueños... cinéfilos.



martes, 22 de diciembre de 2009

EL PASO A PASO DE OBAMA


U
n nuevo obstáculo ha sido salvado. Barack Obama puede dormir tranquilo... de momento. El pasado fin de semana el Senado otorgaba el nihil obstat a la reforma sanitaria planteada por el presidente de Estados Unidos, un Obama que quiere perseguir el sueño de una sanidad pública, más igualitaria y universal, menos discriminatoria y más eficaz. Es consciente de que no es fácil puesto que tanto en las filas de la oposición republicana como entre sus propios correligionarios existen voces que discrepan de los planes del presidente que echarían por tierra Eldorado que tienen montado los lobbies de las aseguradoras.

Sin embargo, Obama ya ha sorteado dos dificultades. La Cámara de Representantes, primero, y ahora el Senado, han dado su visto bueno al documento presentado por la Administración demócrata. Toca ahora votar (presumiblemente en Nochebuena) y el proyecto de ley podrá seguir su curso para que en un futuro no muy lejano, Estados Unidos pueda presumir de tener un sistema sanitario equiparable al de los países europeos.

Sin embargo, EEUU no va a disfrutar de una sanidad gratuita como la que tenemos en España. La versión definitiva de la medida que proponen los demócratas ha eliminado la creación de una opción pública, un seguro sanitario verdaderamente público que compitiera con el sector privado. En su lugar, se permitirá a las aseguradoras que puedan ofrecer planes de cobertura en todo el país, en lugar de estar sometidos a las regulaciones de cada estado diferente. Quizás es lo más parecido que entienden los estadounidenses por sanidad pública.

El embrollo sanitario de EEUU da que pensar. Y es que por muchos fallos y por muchas críticas vertidas contra nuestro sistema de salud, debemos pensar en que tenemos la suerte de disfrutar de un sistema que no discrimina y que garantiza la atención. En esto, sí somos unos privilegiados.



lunes, 21 de diciembre de 2009

DE CAMPOS Y HOMBRES


C
omo en De ratones y hombres, la novela de John Steinbeck, el agricultor castellano-manchego busca su particular edén en un campo que sea el sustento familiar. Esta comunidad autónoma va a seguir teniendo en el sector primario una base fundamental de su crecimiento económico futuro, y aunque se busquen nuevos sectores productivos que saquen a Castilla-La Mancha de ese maniqueo concepto del “secular atraso”, debemos ser consciente de lo que el campo ha dado a esta región. Por eso atendemos a todo lo noticioso en torno al sector primario.

La última novedad que hemos conocido es la de un apoyo importante para el sector. El presidente regional, José María Barreda, ha anunciado que su Gobierno va a aprobar dos líneas de subvención para favorecer el cultivo del viñedo en zonas de secano y la cría extensiva de ganado ovino y caprino. Todo ello con el beneplácito de la Comisión Europea que incluso ha otorgado una ampliación de las ayudas tras consultas con el Ejecutivo autonómico.

Este espaldarazo en forma de 147,5 millones de euros (de los que 125 serán para el viñedo y 22,5 para las explotaciones ganaderas), viene a señalar la importancia otorgada por el Gobierno de Barreda a las políticas agrarias, denotando un esfuerzo por ayudar a un sector que ha vivido de forma especialmente virulenta, la crisis económica que nos ha tocado sufrir en estos últimos tiempos.

Además, las ayudas responden a las peticiones hechas desde el campo castellano-manchego que había solicitado mayor apoyo para el viñedo (principal industria agroalimentaria de la región), y para la cabaña ovicaprina que andaba con la soga en el cuello por las dificultades económicas.

La defensa de estos factores productivos es y debería seguir siéndolo, una tarea primordial para los Gobiernos presentes y futuros de la comunidad autónoma. En definitiva, se trata de proteger lo nuestro.



viernes, 18 de diciembre de 2009

EL INVIERNO QUE PARÓ A HITLER

A
dolf Hitler odiaba el invierno. No le gustaba la nieve. Echaba pestes del frío. Probablemente todo esto no se lo encuentre en un libro de historia, sino que forme parte más de la lógica a la vista de los acontecimientos. La causa la encontramos en los campos de batalla rusos, donde el III Reich empezó a cavar su propia fosa unos años antes de que cayera Berlín.



Todo empezó un 18 de diciembre de 1940. Ese día, un envalentonado Hitler, en plena ola de éxitos militares, con media Europa sojuzgada bajo su manto y con Inglaterra al borde del colapso, tuvo la idea de lanzar su maquinaria militar contra el otro gran enemigo (Estados Unidos, aún no había entrado en guerra): la Unión Soviética esperaba reguardada por el Pacto de No Agresión firmado con los alemanes. A Hitler esa “minucia” no le importó y puso en marcha la Operación Barbarroja.

Este operativo abrió el frente oriental en Europa, convirtiéndose en el teatro de operaciones más grande de la guerra, escenario de las batallas más grandes y brutales del conflicto en suelo europeo. La Operación Barbarroja significó un duro golpe para las desprevenidas fuerzas soviéticas, que sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes extensiones de territorio en poco tiempo. No obstante, la llegada del invierno ruso acabó con los planes alemanes de terminar la invasión en 1941. Durante los meses de temperaturas más bajas, el Ejército Rojo contraatacó y anuló las esperanzas de Hitler de ganar la batalla de Moscú.



Antes de estos hechos finales, en el ideario de Hitler estaba la expansión hacia el Este dentro de su política de “espacio vital”, aunque esta era una aspiración alemana previa a la Primera Guerra Mundial. Ya en 1918 en la Paz de Brest-Litovsk, los bolcheviques habían cedido Ucrania, Polonia, Bielorrusia y los países bálticos. Hitler ya lo avanzaba en Mi lucha: “La guerra contra los soviéticos es una cruzada de Europa contra Asia: se trata de enviar al fondo del continente asiático a quienes hacen correr al Nuevo Orden europeo y nacionalsocialista los mismos riesgos que hacían correr los hunos de Atila a la Europa romana”. El territorio conquistado se convertiría en el espacio vital que satisfaría las necesidades de tierra y materias primas para la población alemana durante siglos.

Operación en marcha
En diciembre de 1940, el Führer firma la Directiva nº 21, que contempla la invasión relámpago de la Unión Soviética, que debía ser aniquilada, teóricamente, en una sola campaña de apenas un par de meses. El plan de Hitler es hacer avanzar simultáneamente tres ejércitos, que deben girar a continuación sobre ellos mismos, para cercar a los ejércitos soviéticos en enormes maniobras de tenaza para posteriormente aniquilarlos.

En el momento del ataque estaba en vigor el pacto de no agresión germano-soviético de agosto de 1939, por el que ambas potencias se definían sus esferas de influencia en Europa oriental. El pacto sorprendió al mundo debido a la hostilidad mutua y a las ideologías diametralmente opuestas de los firmantes. Sin embargo, la beligerancia de la Alemania nazi, pudo más.

Al inicio de las hostilidades, la Wehrmacht presume de victorias en todos los frentes. Sin embargo, ya se le plantean al vencedor provisional graves problemas: no se ha sometido a Gran Bretaña. La Operación León Marino (el plan para invadir Gran Bretaña), se pospuso sine die y cuando se puso en marcha, el operativo salda con un fracaso para la Luftwaffe. Además, las operaciones de guerra submarina no doblegaron a los británicos. Por otro lado, los países ocupados empiezan a reaccionar. Se desarrollan movimientos de resistencia apoyados por Gran Bretaña mediante emisiones de propaganda de la BBC.



Por su parte, Estados Unidos ha abandonado su estado de neutralidad por uno de no beligerancia. Tras la caída de Francia, Washington inicia el primer reclutamiento realizado en tiempo de paz de su historia e incrementó considerablemente su presupuesto militar. Era cuestión de tiempo que EEUU se viera arrastrado a la guerra. Hitler era consciente del peligro que acarreaba este nuevo “invitado”.

Por otro lado, antes de tomar la decisión de invadir la Unión Soviética, la posición de Moscú era un interrogante. Además, la URSS tenía pretensiones territoriales que asustaban a Hitler: ya se había anexionado la parte oriental de Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, obtuvo concesiones teritoriales de Finlandia como consecuencia de la Guerra de Invierno ruso-finesa de 1939-40 y miraba hacia los Balcanes.

Hitler quería en los campos de la URSS otra campaña relámpago en el verano de 1941 que acabase con el derrumbe del ejército soviético en un par de meses, por lo que las fuerzas armadas alemanas no se equiparon para combatir en invierno. Alemania no estaba preparada para un guerra de larga duración, por lo que se esperaba que una victoria rápida sobre la URSS obligaría a Gran Bretaña a aceptar una paz negociada y con ello el fin de la Segunda Guerra Mundial y la victoria del Reich.

El domingo 22 de junio de 1941, los alemanes pusieron en marcha a más de cuatro millones de hombres: 3,5 millones de alemanes y un millon de aliados aglutinados en 225 divisiones, junto a 4.400 tanques y 4.000 aviones, convirtiendo a Barbarroja en la operación terrestre más grande de la historia. En un principio el ejército soviético se derrumbó. Las fuerzas acorazadas alemanas se movieron rápido aislando y capturando grandes cantidades de soldados enemigos. La Luftwaffe se ocupó de destruir la mayoría de los anticuados aviones de las fuerzas aéreas soviéticas antes de que pudieran despegar del suelo. En un mes, Bielorrusia y el Báltico estaban en manos alemanas aunque en el sur hubo que esperar a agosto para alcanzar el río Dniéper, ordenando Hitler que parte del grupo central de operaciones se dirigiera al sur para cerrar una tenaza en torno a Kiev, lo que provocó la mayor captura de soldados enemigos de la historia (más de 800.000). Sin embargo, esto retrasó el asalto a Moscú. El führer desconocía las imprevistas consecuencias de esta acción.

Rumbo a Moscú
En octubre, los alemanes se dirigieron a Moscú con el invierno en curso. El atraso inicial de la operación (aproximadamente unas cuatro semanas) resultó ser crucial para la paralización del avance. Además, el fango provocado por las primeras lluvias otoñales hicieron que las operaciones casi se paralizasen, aunque los nazis lograron una última victoria en Viazma, comparable a la obtenida antes en Kiev.

Con los soldados alemanes logrando victoria tras victoria, los periódicos germanos aseguraban que era una guerra prácticamente ganada. Las pérdidas rusas habían sido inmensas pero Stalin apeló al patriotismo mediante el recuerdo de la invasión napoleónica y olvidando toda ideología, llamó a su pueblo a la defensa de la patria. El derroche de vidas que prodigaban los rusos causaba asombro a los alemanes. La resistencia soviética sorprendió al mando alemán.

El momento crucial de la operación Barbarroja, sin embargo, fue cuando las tropas alemanas del grupo de ejércitos centro (comandado por Heinz Guderian) avanzó hasta 25 kilómetros de Moscú en diciembre de 1941. Sin embargo, los alemanes empezaron a ver el infierno en el que se estaban metiendo. El intenso frío (-50°C) y la llegada de divisiones soviéticas de Siberia hizo retroceder a los alemanes 200 kilómetros hacia el oeste en la llamada batalla de Moscú. No hubo modo de volver a tomar dichas posiciones. Hitler destituyó a Guderian.

El principio del fin
Este impresionante retroceso de las filas germanas constituyó el fin de la Operación Barbarroja. Las dos plazas que había que tomar antes de otoño, Moscú y Leningrado, fueron imposibles de conquistar. En las nieves soviéticas, se escribieron por el camino épicos episodios bélicos como el sitio de Stalingrado o el propio cerco a la antigua capital de los zares.

Entre las causas del fracaso alemán en la campaña de la Unión Soviética se pueden citar la falta de información fiable del número de divisiones, armamentos y ubicación en el escenario del ejército soviético (una absoluta falta de previsión por parte del alto mando alemán), la falta de abastecimientos al creer Hitler que la campaña iba a convertirse en una nueva blitzkrieg (guerra relámpago), la vastedad del espacio soviético, que imposibilitó al inmenso ejército alemán abarcar todas las posiciones, la subestimación que Hitler hizo sobre la moral combativa y la industria militar soviética (Stalin tiró aquí de épica y de patriotismo para exacerbar a los suyos), la falta de la experiencia en terreno por parte de Hitler, quien tomaba decisiones militares de carácter técnico sin ser oficial profesional, o la destitución de oficiales competentes como von Bock, Guderian y Brauchistch, retirándolos del mando en medio de campañas importantes. Las informaciones del espía comunista alemán Richard Sorge, también fueron fundamentales para poner fin a los planes expansionistas alemanes.

Pero de todas las causas que explican el fracaso de Hitler en el este, el “general invierno” de 1941-1942, fue el gran culpable. A este soldado invisible, que ya tumbó un siglo antes a las huestes napoleónicas, la Historia le debe, con sus temperaturas históricamente extremas que limitaron la capacidad militar y moral del combatiente alemán, el haber parado al “monstruo” nazi.



martes, 15 de diciembre de 2009

DE ESAS PALABRAS A ESTOS HECHOS


D
e un hecho incontestable (los brotes verdes anunciados se han quedado mustios antes de crecer, ergo, aún estamos en plena crisis), a otro que lo es aún más: el Gobierno sale de la Conferencia de Presidentes Autonómicos sin haber concretado medidas para iniciar el camino de la recuperación. Eso sí, sobre el papel, ha propuesto una batería de medidas que han seducido a unos y han sido vituperadas por otros. Ya sabe el lector quien se alinea a un bando y quien a otro.

De momento, las propuestas del Ejecutivo de Zapatero están negro sobre blanco. Al corifeo socialista que ha aplaudido las aportaciones del presidente y de su gabinete económico, ha respondido el también socialista José Antonio Griñán (presidente de la Junta de Andalucía), exigiendo medidas concretas.

Sin embargo, es de agradecer el esfuerzo del Gobierno por plantear a las comunidades autónomas iniciativas tan interesantes como un conjunto global de medidas para sortear juntos la recesión. Entre ellas, está la constitución de un grupo de trabajo que en tres meses proponga cómo se establecería un reconocimiento académico de los conocimientos adquiridos en la formación académica, de avance en la conectividad de los sistemas públicos de empleo y para favorecer la coordinación de las políticas aplicadas por cada una de las administraciones a quienes han agotado las prestaciones contributivas en protección de desempleo. Reducir el déficit de aquí a 2013 para cumplir con los criterios de cohesión, austeridad política, mejor funcionamiento de las administraciones, impulsar la política industrial, la ganadería, el agua y la agricultura, son otros apuntes hechos desde Madrid que han sido acogidos con sonrisas por las comunidades socialistas y con recelo absoluto por las gobernadas por el PP, que buscan planteamientos menos difusos y más pragmáticos.

Se ve el final de la pesadilla económica, pero el dejarse ir hasta la luz no es aconsejable. Zapatero debe poner atajos con medidas más efectivas porque por el momento, sólo hay negro sobre blanco.



viernes, 11 de diciembre de 2009

OVNIS QUE PERSIGUEN AVIONES: EL CASO MANISES

S
e han cumplido recientemente veinte años. La historia sucedió el 11 de noviembre de 1979. Un Super Caravelle de la compañía TAE procedente de Salzburgo con destino Tenerife, despegó del aeropuerto de Son Sant Joan de Palma de Mallorca. El avión llevaba a bordo 109 pasajeros, que en su mayor parte procedían de Austria y Alemania. Al frente del aparato, el comandante Javier Lerdo de Tejada, con más de 8.000 horas de vuelo y 14 años de experiencia.

Alrededor de las 23.00 horas, el comandante Lerdo de Tejada detectó una extraña señal en el canal de emergencia de la radio de a bordo. Cuestionado sobre la misma, desde el control aéreo de Barcelona les dijeron que esa señal parecía proceder de algún lugar próximo en la ruta de vuelo que el aparato llevaba, por lo que para poder visualizar mejor el cielo apagaron las luces de la cabina. De pronto, el mecánico de vuelo, Francisco Javier Rodríguez, observó dos extrañas luces de color rojo al lado izquierdo de la aeronave.

De súbito, las misteriosas luces se aproximaron velozmente hacia el avión, por lo que el comandante dio cuenta a la torre de control del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, de lo que estaba sucediendo, pero desde allí se les informó de que no se apreciaba ningún objeto semejante en la pantalla del radar. El comandante Lerdo de Tejada y toda la tripulación no daban crédito a esas palabras, ya que ellos seguían viendo con toda claridad esas luces en lo que en la jerga de navegación se calificaba como “a las 10 de su posición”, y lo más inquietante, cada vez se acercaban más. La transcripción de la conversación entre El Prat y el TAE no deja lugar a dudas:
TAE (vuelo Salzburgo-Tenerife): ¿Me confirma que tenemos algún tráfico próximo a nosotros a nuestra izquierda aproximadamente a unas 4 o 5 millas?

ACC (Torre de control de El Prat):
297, negativo no hay tráfico notificado.

TAE: Tenemos dos señales, luces rojas como de aquí a unas tres millas a las 10 de nuestra posición... Aproximadamente a nuestra altura.

ACC: 297, no tenemos información de ningun tráfico procediendo de esa ruta, es usted el único que procede de Ibiza-Alicante.

TAE: Muchas gracias... No es posible ese tráfico.

(...)

ACC: ¿Me confirma si va en su misma dirección?

TAE:
Afirmativo. Lo tenemos cada vez más cerca. Barcelona, sólo puedo ver dos luces rojas.

ACC: TAE 297, no tenemos ningún tráfico notificado en los alrededores, también hemos llamado a Palma para ver si fuera a nivel 240 e inferior y nos han dicho que no tenían ningún tráfico notificado.

TAE: He incrementado la raíz del ascenso a ver si a través de 280, y el tráfico éste sube mucho más rápido que nosotros y se acerca cada vez más. Pongo rumbo Valencia.

Esta conversación prueba el desconcierto tanto de la torre de control de Barcelona como de los tripulantes del TAE. Conforme pasaban los minutos el objeto se aproximaba más y más al Super Caravelle, por lo que ante tal situación Lerdo de Tejada tomó la decisión de incrementar su velocidad de vuelo, en un intento de despegarse del molesto y desconocido objeto volador. Tras esta maniobra evasiva lograron dejar atrás las luces, pero un instante después volvían a tener el objeto pegado a la cola del avión.

Según las descripciones de los tripulantes el objeto parecía tener unos 200 metros de envergadura y por su comportamiento era evidente que estaba siendo pilotado o dirigido por una inteligencia experta en vuelo. Su velocidad era mucho mayor que la máxima que podía alcanzar el Super Caravelle y su comportamiento, impredecible y sorprendente, ya que “daba aceleraciones impresionantes en décimas de segundo y se detenía bruscamente en seco”, en una especie de juego del ratón y el gato con el avión.

Rumbo a Valencia
Lerdo de Tejada temía que ese juego que el objeto estaba realizando presentaba un serio e inminente riesgo de colisión con su avión pues se cruzaba delante del mismo y seguía su rumbo, así que el comandante, en un gesto de responsabilidad, tomó la decisión de dirigirse al aeropuerto más próximo para tomar tierra. El de Manises en Valencia, era el destino elegido.

Desde Barcelona se comunicaron con el Centro de Operaciones de Sector, para que el radar Pegaso (centro neurálgico de la defensa nacional), situado en Torrejón de Ardoz, rastreara la presencia de un objeto no identificado. El operador de la pantalla del radar no captaba señal ninguna del misterioso objeto que estaba persiguiendo al avión de Lerdo de Tejada.

Por otra parte se estaba produciendo un fenómeno contradictorio y desconcertante en el Escuadrón de Vigilancia Aérea de Benidorm, conocido como EVA 5, donde se recibían los ecos de hasta cinco objetos entre los 9.000 y los 11.000 metros en la trayectoria del vuelo del TAE. Al parecer el avión estaba siendo perseguido por varios objetos. Desde tierra más de 40 personas afirmaron haber visto las luces, entre ellos el director accidental del aeropuerto de Manises.

Poco después de que Lerdo de Tejada aterrizara en Valencia, tres luces que no habían sido detectadas por el radar se aproximaron al aeropuerto. Los ingenieros de pista pusieron en marcha el encendido de las luces de pista ya que la intensidad de las luces era tan fuerte que las confundieron con luces anticolisión de aviones.

El Ejército del Aire decidió entonces entrar en acción. El capitán Fernando Cámara despegó de la albaceteña base aérea de los Llanos a bordo de un caza Mirage F-1 antes de las dos de la mañana, y en pocos minutos, localizó sobre la vertical de Valencia una luz extraña a la que no se pudo acercar, a pesar de acelerar su caza hasta velocidad de 1.000 kilómetros por hora. La luz del objeto cambiaba de color. Al llegar a Valencia, Cámara solicitó incrementar su velocidad a 1.4 Mach, es decir, por encima de la barrera del sonido. Gracias a este incremento consiguió aproximarse algo más a las extrañas luces pudiendo entonces distinguir una forma troncocónica de la que manaba luz. El capitán comenzó a percibir unas extrañas interferencias muy parecidas a la que días antes había detectado al sobrevolar los buques de la Sexta Flota norteamericana en unas maniobras en el Mediterráneo. “Aquel objeto -según reconoció más tarde-, no daba señal de infrarrojos, es decir, no emitía ninguna fuente de calor. Debía de propulsarse por alguna energía desconocida”.

El capitán Cámara vivió momentos de tensión entre las interferencias y las señales de emergencia de los dispositivos del avión que avisaban que el caza estaba a tiro de un posible enemigo por la derecha y la parte delantera del avión. El objeto, en pocos segundos, aceleró y se distanció. El caza del capitán Cámara varió su rumbo y se dirigió de nuevo hacia el Mediterráneo. Allí detectó un segundo objeto que emitía destellos rojos y verdes de forma alternada, encontrándose estático frente al mar. Cuando el caza se aproximó, el misterioso objeto aceleró bruscamente en dirección a las Baleares. Tras una inútil persecución y ante el riesgo de quedarse sin combustible, Cámara regresó a Albacete.

Hipótesis
En 1998, el investigador valenciano Juan Antonio Fernández Perís, hizo públicos los resultados de un minucioso estudio sobre el denominado “caso Manises”, el cual concluía que “los pilotos del TAE pudieron confundir las luces de la refinería de Escombreras situada al borde del Mediterráneo en Cartagena, con las luces rojas que motivaron la alarma”. Fernández Peris llegó a esta conclusión tras estudiar la trayectoria del avión, dirección, altura y del análisis de fotografías aéreas de la propia refinería que muestran las dos torres de combustión que pudieron confundir los pilotos”. Para el investigador, cada capítulo del suceso no tiene relación con el anterior. Esta forma de abordar la investigación coincide con la que llevó a cabo el juez informador del Ejército.

Toda la confusión pudo originarse, según deduce el investigador, como consecuencia de las excepcionales condiciones de visibilidad de aquella noche, “las mejores de todo el siglo” que facilitaban la observación de puntos de luz muy lejanos. Cálculos matemáticos desde la posición del avión y el ángulo de visión de la permiten deducir que la separación angular de las chimeneas, el tamaño de las llamaradas y el diámetro angular coincide con las declaraciones de los testigos.

¿Qué perseguía?
Sin embargo algo quedaba por explicar, ¿qué era lo que persiguió el caza de Los Llanos? Para Fernández Perís, tras estudiar la conversación que figura en el informe del Ejército del Aire, el capitán Cámara pudo haber estado persiguiendo cuerpos del firmamento tales como Júpiter y también las chimeneas de Arczew en Argelia. En cuanto a las extrañas interferencias que Cámara detectó en los sistemas electrónicos del avión pudieron ser, según Fernández Perís, consecuencia de acciones de guerra electrónica, debidas a las contramedidas electrónicas procedentes del buque estadounidense LHP2 Iwo Jima. Pero precisamente, un informe de la Sexta Flota indica que ninguno de sus sistemas pudo influir en la navegación aérea de esa noche. Entonces, ¿qué ocurrió? Dos décadas después, el misterio de Manises sigue abierto.



domingo, 6 de diciembre de 2009

AMSTERDAM: ALGO MÁS QUE PECADO




H
eldhaftig, vastberaden, barmhartig” (“Valiente, decidida, misericordiosa”). Amsterdam está marcada por su historia reciente. Tras la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial, le fue otorgado ese lema que resume el carácter del que vive en la capital. Curtidos, pero abiertos; liberales, pero orgullosos de las tradiciones. Holanda es diferente y Amsterdam es el reflejo de la personalidad neerlandesa.

De Amstedam se ha dicho de todo: ciudad permisiva, del pecado, de los fumetas, de las bicicletas, del mercado de pulgas y de las flores. Pero bajo esta urbe, una de las más animadas de toda Europa, se esconde una pulsión por la vida impresionante que por ejemplo, el Día de la Reina (el 30 de abril), se desparrama por todos sus rincones. La gente sale a la calle a vender lo que no le sirve. El manto naranja (el color nacional), lo invade todo y denota que esta ciudad es la más mediterránea de las no mediterráneas.

Como toda ciudad abierta al mar, Amsterdam refleja el espíritu abierto de sus habitantes. Como por arte de magia, esa visión del mundo aperturista, se transmite no sólo al resto del país sino también al visitante. Amsterdam es acogedora por naturaleza y contiene suficientes atractivos como para dedicarle un artículo como éste. Pero, ¿qué les parece si nos damos una vuelta por la capital holandesa?

El paseo puede iniciarse en Centraal Station, la puerta de acceso terrestre a la ciudad. A pocos pasos de allí se ubica la ciudad más acuática, el último barrio de moda en Amsterdam. Oosterdokseiland, o isla de las dársenas del este, es un proyecto que servirá para ampliar el territorio metropolitano. Concluirá con la mayor biblioteca pública de Holanda, un conservatorio de música, hoteles, restaurantes y viviendas de arquitectos de primerísima fila. A pesar de estar en crecimiento, la zona del puerto suscita suficiente interés para atraer la atención del viajero. Un conjunto de pasarelas sobre el agua conducen al contemporáneo Stedelijk Museum, al Club 11, restaurante de día y bar de copas de noche, y al Nemo, un museo de la ciencia rodeado de agua.

La plaza Dam es nuestra siguiente parada. Contiene la esencia de Amsterdam, aunque a ella no llega el agua. Es el corazón peatonal y el mejor ejemplo de la convivencia entre viandantes, tranvías y bicicletas. Agua, bicicletas... Casi sinónimos de lo que es esta ciudad. Por un lado, no se puede comprender la historia de esta capital sin su relación de amor-odio con el agua. Casi la mitad de su superficie ha sido ganada al mar. Con eso está dicho todo. La bici... bueno, para comprenderlo es mejor ir allí y vivir esa... cultura.

Ahora vámonos de museos. El Van Gogh (en Paulus Potterstraat, 7), alberga la más amplia colección de obras del pintor holandés, lo que lo convierte en un lugar de visita imprescindible. Muy cerca, también en el entorno del Museumplein, hay otra pinacoteca fundamental, el neogótico Rijksmuseum. Otra cita curiosa la tenemos en el barrio judío, un distrito que contaba con más de 100.000 habitantes antes de la Segunda Guerra Mundial. Casi todos fueron deportados, y la mayoría, asesinados. Hoy, resisten varios templos restaurados como la Gran Sinagoga -paradójicamente, la más pequeña y antigua-, arrasada por los nazis y restaurada para acoger la sede del Museo Judío.

Los amantes de los paseos puramente turísticos (y quizás rutinarios, aunque no por ello, dejen de ser interesantes), pueden pasarse por la Casa de Ana Frank (en la calle Prinsengracht), ver la belleza de Amsterdam desde los canales en alguno de los múltiples cruceros que existen o tumbarse en el césped del impresionante Vondelpark.

Clubs y bares
Una vez alimentado el espíritu, hagamos lo propio con goces más terrenales. No. No nos vamos a ir al Barrio Rojo, porque eso ya sería caer demasiado en el topicazo. ¿Para qué? El avezado lector ya sabe lo que es y lo que se va a encontrar allí. Mejor cultivemos la cultura club. En Amsterdam tenemos un buen número de ellos (Hotel Arena, Escape, Powerzone, Supperclub, Chemistry, Melkweg, Paradiso, Panama o Club 11), donde asistir a incesantes sesiones de trance o progressive, pasando por el mejor rock de la escena independiente.

Si quieren bares algo más “normalitos”, no dejen de pasarse por Rembrandtplein y Leidseplein, auténtico centro de la vida social de la capital junto a la histórica plaza Dam. Si están esperando a que les hable de los coffe shops... sí, existen, y sí hay permisividad con las drogas... pero no se crean todo lo que cuentan. Cerca de Leidseplein se encuentran algunos de los de más solera. Pero un consejo: visitar Amsterdam es un auténtico placer para los sentidos. Si van a un coffe, por favor, no se pasen.



jueves, 3 de diciembre de 2009

A LOS DESMEMORIADOS


I
van trabajaba en una fábrica de automoción en Ucrania. Era su tierra natal. Un día, comisarios del Ejército Rojo entraron en la factoría e hicieron una selección de la mano de obra masculina para reclutarlos. El frente esperaba. El invierno también. En plena refriega en los duros campos de combate soviéticos, Ivan cayó preso de las fuerzas nazis. Su futuro ennegrecía por momentos mientras buscaba respuestas y una salida a su situación. Pero la tentación alemana triunfó. Ivan fue enviado a Treblinka y luego a Sobibor... pero no como preso al que eliminar, sino como carcelero. Ivan había vendido su alma al diablo nazi y en los campos de la muerte polacos iba a comenzar una nueva vida.

Vitaly también nació en Ucrania. Al paso de la apisonadora alemana que buscaba el frente de Stalingrado, fue capturado junto a su familia... judía, como él. Fue trasladado en un vagón de mercancías a Sobibor donde iba a comprobar de primera mano cómo se las gastaban los nazis. Allí conoció a uno de los carceleros, a uno de los aplicadores de la "solución final" encomendada por Hitler. Era paisano, un hombre normal convertido en máquina de matar. Vitay e Ivan se conocieron mientras el primero iba camino de la cámara de gas. Un operario preparaba el Zyklon B. Abrió el conducto donde vertía cuidadosamente la mortífera sustancia. Vitaly exhaló su último aliento en media hora. Por el pequeño ventanuco de la sala, Ivan contemplaba la escena.

Cuando Hitler estaba entre la espada y la pared, los aliados asediaban Berlin y Alemania lo veía todo perdido, Ivan dejó a sus compañeros en la estacada y decidió pasarse a Estados Unidos. Allí comenzaría una nueva vida con cambio de nombre incluido. Ahora sería John. John Demjanjuk y nadie debería conocer su historia, pero...

Alguien lo buscaba. La justicia universal y la memoria hicieron el resto. John se tenía que enfrentar a los que hace años eran sus prisioneros. Con 89 años, esta semana debe escuchar acusaciones de genocidio y de crímenes de guerra. Sus víctimas claman justicia mientras él no recuerda a Vitaly ni a las otras 250.000 personas que fueron aniquiladas en Sobibor. El Alzheimer tiene la culpa. Sin embargo, en lo más recóndito de su mente aún aullan los gaseados en el campo de exterminio.

Alemania busca explicaciones de su pasado. Juzga a los responsables a pesar de la excusa de la edad y la enfermedad. Quiere quedar en paz e intenta remediar lo irremediable. Busca aplicar lo que en España algunos se empeñan en desprestigiar y tirar por el sumidero. La memoria histórica, señores. Esa que a los sectores ultraconservadores de este país de tibios de corazón, provoca escalofríos mientras algunos aún yacen en cunetas sepultados no sólo por metros de tierra, sino también por el olvido y la indiferencia de los demás. ¡Qué país! Unos tanto y otros tan poco.