lunes, 31 de octubre de 2016

Annabel Lee

Noche de muertos... Annabel Lee y Poe, unidos por Radio Futura que hizo una fantástica recreación del poema.



It was many and many a year ago,
   In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
   By the name of Annabel Lee;
And this maiden she lived with no other thought
   Than to love and be loved by me.

I was a child and she was a child,
   In this kingdom by the sea,
But we loved with a love that was more than love—
   I and my Annabel Lee—
With a love that the wingèd seraphs of Heaven
   Coveted her and me.

And this was the reason that, long ago,
   In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
   My beautiful Annabel Lee;
So that her highborn kinsmen came
   And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
   In this kingdom by the sea.

The angels, not half so happy in Heaven,
   Went envying her and me—
Yes!—that was the reason (as all men know,
   In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
   Chilling and killing my Annabel Lee.

But our love it was stronger by far than the love
   Of those who were older than we—
   Of many far wiser than we—
And neither the angels in Heaven above
   Nor the demons down under the sea
Can ever dissever my soul from the soul
   Of the beautiful Annabel Lee;

For the moon never beams, without bringing me dreams
   Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise, but I feel the bright eyes
   Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
   Of my darling—my darling—my life and my bride,
   In her sepulchre there by the sea—
   In her tomb by the sounding sea.

Annabel Lee. (1849). Edgar Allan Poe.



domingo, 30 de octubre de 2016

Reservoir pics XL

Django Reinhardt. El jazz bohemio.




sábado, 29 de octubre de 2016

Cosas por las que merece la pena vivir VIII

Morgan Freeman... Solo por este vídeo merece estar aquí.


-MorganFreeman, ¿por qué has decidido hacer esta película?
-Dinero, dinero, dinero, dinero....



jueves, 27 de octubre de 2016

Insurrección

Mala noticia: Rajoy va a ser presidente y ahí está el tipo, con la chulería por bandera riéndose de todo y de todos en el Congreso.

Buena noticia: Rajoy corrige a su ministro de Educación y tiene que echarse atrás en el tema de las reválidas incluidas en la LOMCE (ley que por cierto es un sinsentido de principio a final).

Al menos nos queda la insurrección.


Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?
Nadie es mejor que nadie pero tu creíste vencer.
Si lloré ante tu puerta de nada sirvió.
Barras de bar, vertederos de amor...

Os enseñé mi trocito peor.
Retales de mi vida,
fotos a contraluz
Me siento hoy como un halcón
herido por las flechas de la incertidumbre.

Me corto el pelo una y otra vez.
Me quiero defender.
Dame mi alma y déjame en paz.
Quiero intentar no volver a caer.
Pequeñas tretas para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.

Insurrección (1986). El último de la fila.



domingo, 23 de octubre de 2016

BoCabulario XX


Ompareh:

coloq. Vocablo utilizado por la chavalería gaditana para designar a su compañero del alma. Su uso es directamente proporcional a la potencia neuronal desarrollada por el sujeto.



viernes, 21 de octubre de 2016

Malas decisiones

Hoy hace cinco años que me despidieron de mi puesto (doble) de jefe de Local y de Especiales y Suplementos del diario El Pueblo de Albacete, ya extinto por cierto. Mi despido, por causas objetivas al parecer, se debió en realidad a que el director se lo estaba montando con la que me sustituyó. Blanco y en botella. Sobraba. Y varios días después de mi cese fulminante me sentí en la piel de Hunter S. Thompson cuando el mindundi que dirigía el Vancouver Sun no lo creyó apto para su redacción y dijo...

"Por lo que a mí respecta, es una vergüenza que un terreno tan potencialmente dinámico y vital como el periodismo esté plagado de zoquetes, inútiles y cagatintas, dominado por la miopía, la apatía y la complacencia, y en términos generales estancado es un lodazal de mediocridad inmovilista”.

Visionario el hijoputa de Thompson, eh...



El concepto de la nostalgia

Expresado por los Stones...

It is the evening of the day
I sit and watch the children play
Smiling faces I can see
But not for me
I sit and watch
As tears go by
My riches can't buy everything
I want to hear the children sing
All I hear is the sound
Of rain falling on the ground
I sit and watch
As tears go by
It is the evening of the day
I sit and watch the children play
Doin' things I used to do
They think are new
I sit and watch
As tears go by

As tears go by. The Rolling Stones.






jueves, 20 de octubre de 2016

Cásina o el poder del tesón

Bigger than life...

Esta premisa, tan de peli americana, es lo que viven los chicos del Taller de Teatro Grecolatino de Taetro año tras año, siempre tras echarse el telón de su estreno anual. Y con Cásina ha vuelto a pasar. Acabó la función y los nervios contenidos durante la hora de representación (y tras un año de penas, alegrías, enfados, arrebatos, lloros, sonrisas, trabajo, holgazanería y finalmente, compromiso), se tornó en la vívida sensación de que lo que acababan de experimentar era una de las mejores sensaciones de sus -aún- cortas vidas.

(Foto: Paco López).

Es el espíritu de este taller. Aquí no se cobra a los alumnos por participar de la experiencia. No se les fuerza a estar a disgusto (si es que alguna vez lo han estado). No se les cierra la puerta de ponerse delante de 300 personas para defender un texto solitos en el escenario con uñas y dientes. No se les prohibe participar de todo lo que acontece en un montaje como la elaboración de vestuario, la escenografía, el atrezo, la música e incluso la escritura de la adaptación. Y es que la premisa fundamental de este taller es pasárselo bien haciendo teatro y aprendiendo una o dos cosas por el camino.

Este año Cásina ha vuelto de llenar de razones a quienes coordinan esta comunidad de jóvenes actores. Es mejor dejarlos solos, que vuelen, que se la peguen si tienen que hacerlo, pero que recojan los aplausos del público si lo han merecido. Y con este montaje de Plauto, lo han conseguido. Solo suyo es el éxito de la propuesta. Los que coordinamos no tenemos mérito alguno.

Y ahora un párrafo del que se responsabiliza únicamente quien esto escribe: Miguel Ángel Bolaños. La pena es que no haya apoyo institucional alguno a esta propuesta que para sí quisieran el 99,9 por ciento de los ayuntamientos del país. ¿Por qué? Les cuento. Los que mandan en la cultura de Chiclana creen que estos chicos son la competencia desleal de los "profesionales". Les cuento más: desde el Ayuntamiento se paga con dinero público por algo que Taetro ofrece gratis como colectivo y que cada año incluye en su proyecto subvencionado por el propio Consistorio (aunque cada año menos, eso sí). O sea, que optan por pagar más por un servicio que ya se oferta. Pero no, ellos han preferido negarnos, oscurecernos y arrinconarnos obviando cualquier apoyo. Aunque en el cartel aparece el logo del Ayuntamiento, ningún representante municipal ha aparecido por lo menos para alentar a los chicos. Han optado por llamarnos "la competencia", cuando nosotros somos complementarios. Nosotros queremos sumar. Ellos quieren borrar. Pero no importa. El ejemplo de estos chicos es la mejor respuesta. Taetro siempre será la vanguardia, el colectivo del que surjan las ideas que luego otros copian.

Pero los verdaderos protagonistas no son Taetro, ni los que ostentan la representación de la cultura en Chiclana, ni siquiera el miserable de Bolaños. Son ellos: Eva, Ina, Juan, Dani, Irene, Rut, las dos Anas, Jimmy, Vero, Segura, Ali, Ana Belén y Bárbara. Ellos, más la otra docena larga de chavales que han pasado este año por el taller y que por una u otra razón no participaron en el montaje final pero que dejaron su impronta en mayor o menor grado. Con todos ellos, Cásina surgió como un soplo de aire fresco dada la osadía en la caracterización de los personajes, el dinamismo en el planteamiento de escenas y el exuberante dominio de los tempos del humor. Este año la parte musical buscó ser un personaje más, dando pausa a las escenas más aceleradas y poniendo un contrapunto cómico muy acertado. La tragedia contenida y la comedia desopilante vivencian musicalmente con la viola, la flauta y... el pito de carnaval. ¿Qué más se puede pedir?

(Foto: Paco López).
Aún así, Cásina deja más capas, más lecturas que la mera diversión puesto que se tratan temas tan de actualidad como el papel de la mujer, el machismo, la violencia de género, la lucha de clases... Toda una lección para los que creen que con el teatro no se puede enseñar nada. Esos conocimientos legados por un texto de hace 2.200 años e impulsados por el Taller a unos chicos que difícilmente pueden olvidar lo aprendido.

Y el entuerto final fue descubierto. Los ardides del maledicente Lisidamo fueron tumbados por la sagacidad de Cleóstrata a velocidad de crucero y con el cierre a capella acostumbrado. El público agradeció la muestra de esfuerzo teatral del Taller de Teatro Grecolatino con aplausos y vítores. Y es que los chicos merecían salir por el arco de triunfo. Un arco, labrado con su sudor y su esfuerzo.



miércoles, 19 de octubre de 2016

El fin del mundo hizo noche aquí

Hoy se cumplen 51 años de la Riá de Chiclana, el desbordamiento del cauce del río Iro a su paso por el casco urbano que cambió interior y exteriormente al municipio y a sus ciudadanos. Hace un año, la editorial Navarro publicaba Barro y lágrimas, compilación de relatos sobre la efeméride y tuvieron a bien invitarme a incluir un texto de mi autoría. He aquí:

EL FIN DEL MUNDO HIZO NOCHE AQUÍ

Amenaza tormenta…

Es un alivio que tras tantos meses de sequía vaya a llover algo. El campo lo necesita, la gente lo espera, incluso los santos son interpelados en busca del milagro. Sequía pertinaz. Desastre económico. Es curioso como el agua marca nuestras vidas, desde nuestra misma concepción como especie y como seres individuales, hasta el mero discurrir de nuestra vida en comunidad. Si hay poca agua, malo; si hay mucha, peor. No sabemos aplicar la justa medida, quizás porque en este caso, no tenemos poder de decisión.

La tormenta se desata…

Es 27 de noviembre. Estamos a un mes escaso de cerrar 1998 y llueve a mares. Mi padre ha estado ordenando una caja de recuerdos familiares; entre ellos, unas fotos antiguas de cuando la riá de Chiclana. Yo nací precisamente ese año, el año en que el pueblo salió en los papeles. Pero lo hice lejos de aquí, en Sevilla, donde mi madre servía en casa de unos señores. Allí la sorprendí al nacer un mes antes de que saliera de cuentas…

Sábado 9 de octubre de 1965
Querida Ana:
Te escribo la presente para preguntarte cómo estás tú y el niño. Yo estoy bien. Hoy después de amanecer, me he ido a la bodega como cada día para ganarme el jornal. Hemos estado arrumbando botas porque nos han ordenado hacer sitio para un nuevo cachón que viene de Jerez.
Yo estoy bien. Tu madre me trata bien, no me falta de ná, pero se te echa de menos en la casa. A ver si pido unos días de permiso y puedo ir a Sevilla a verte.
Cuéntame al recibo de la presente si todo va bien con el niño.
Muchos besitos,
Ángel.

Martes 19 de octubre de 1965
Querido Ángel:
Vente cuando puedas para Sevilla porque yo creo que este niño se me va a adelantar. Tengo muchas molestias y la señora me ha dicho que descanse, no vaya a ser prematuro. Iré al sanatorio a hacerme pruebas para ver qué me pasa, pero no me siento muy católica.
Espero que todo vaya bien por allí y que mi madre te trate bien. No te aperrees mucho con el trabajo que para el jornal que sacas mejor no complicarse la vida.
Te quiero mucho mi vida.
Siempre tuya,
Ana.

Mis padres se querían con locura. No eran una pareja convencional de la Chiclana de entonces. Tenían sus demostraciones de afecto públicas. Francamente, no parecían de esa época. Mi padre había visto “mundo”, todo el “mundo” que se puede habiendo trabajado para las bodegas jerezanas. Había visitado otras provincias con su jefe, un adelantado a su tiempo que creía en la innovación en el mundo del vino. Gracias a él, Ángel, mi padre, sabía de otros tipos de uva, de otros modos de trabajar. Se convirtió en el chico para todo de su bodega… Pero cambió la dirección y mi padre se fue al paro. No tardó en encontrar acomodo en una bodega de Chiclana gracias a que conocía al capataz. Volver a empezar… y con un chiquillo en puertas.

El día del fin del mundo Ángel tenía la cabeza más puesta en Sevilla que en su faena. Trabajaba por automatismo. Mover botas de una pieza a otra, repellar una pared de la solera que estaba en mal estado, visitar de vez en cuando el embotellado para arrimar el hombro con los compañeros… aunque a él lo que le gustaba era cuidar de su pequeña viña que había comprado con tanto esfuerzo cuando las cosas le iban un poco mejor. Sus mimadas vides a las que dedicaba tanto cariño como a su mujer. Podaba, cuidaba de que no tuvieran el bicho, las acariciaba, hasta les susurraba, dotándolas de una personalidad que él no dudaba que tuvieran… Quería cortar su uva, quería recoger su fruto. Era trabajo de más, pero él le sacaba horas al día para que todo lo importante de su vida fuera atendido como es debido. Ángel se encariñó especialmente de una vid pequeñita, retorcida pero que en su primer año creció con vigor, con unos esplendorosos pámpanos y que a la larga daría un fruto redondo, carnoso, reluciente bajo el sol gaditano. No sabía por qué aquella planta le llamaba tanto la atención. Quizá porque, como si de un niño pequeño se tratase, la había encaminado hasta crecer de forma adecuada, educándola, buscando que en un futuro le diera alegrías. Cuando estaba agobiado por todo, mi padre se asomaba a su pequeña vida en su recoleta viña, su lugar de evasión, el sitio donde entre cigarrito y cigarrito, caminaba pensando en un futuro incierto, pero al que él le ponía siempre una sonrisa… La sonrisa de Ángel. La sonrisa de un soñador.

Sevilla estaba lejos. Ana cerca. A su lado, tratando de apacentar los nervios primerizos de un padre al que todo esto le cogía por sorpresa. No quería perderse el nacimiento de su hijo, pero la necesidad obliga y él está el primero en su puesto de trabajo. Caen gotas sobre una Chiclana de color ceniza y de caras largas presagiando un otoño que se cierne sobre el pueblo. “Estas nubes no barruntan bueno” dicen en la tasca donde los empleados de la bodega ahogan en una caña de fino sus cuitas cotidianas.

Toca volver a la faena con el recuerdo en la cabeza del niño que viene. El trabajo se acumula pero él sigue siendo un automatismo viviente. Recibe órdenes y las ejecuta, no por nada es el trabajador más reconocido por los jefes.

-Este año la solera se está portando -, presume Manolo, el capataz con más de veinte años de carta de servicios para la bodega.
-La vendimia ha sido buena y tras los trasiegos, vamos a tener un fino buenecito –apunta un Ángel, alimentando las esperanzas de su compañero. –Menos mal que este tiempo no lo tuvimos en junio ni antes del corte de la uva, que si no… - musita ante la incipiente lluvia que asoma por las alturas.

El cielo se encierra en sí mismo, casi engulle las nubes escupiendo agua a niveles moderados. “Dicen que en Medina está cayendo tela de agua”, claman por el patio de la bodega centenaria. La gente empieza a preocuparse porque hoy la faena la corta el agua. De eso están seguros. El problema vendrá mañana cuando los jefes ordenen que lo de hoy se junte con lo de mañana. Esa preocupación no le hace torcer el gesto a un Ángel que vive por y para su mujer y su niño.

-Verás cuando lo tengamos, chiquillo –le decía Ana la última vez que se vieron. –Al niño lo mandaremos a estudiar fuera, va a ser el primero que estudie en esta familia. Las cosas están cambiando Angelín-… Ana, toda una luz de optimismo.
-Ya nos preocuparemos de eso cuando crezca, mujer. Primero te tienes que cuidar, tenerlo sano y ya Dios nos ayudará a criarlo. Trabajo no me va a faltar.

Ángel tiene que dejar la faena. Sale fuera y observa con recelo la calle, inclinada en pocos grados pero lo suficiente para ver cómo empieza a formarse un torrente que va a desaguar en la parte baja del pueblo. Los compañeros están pidiendo permiso para irse con sus familias. Ángel no. Él se queda a ultimar con Manolo y los pocos que ya quedan allí, la defensa contra el agua. “Que no entre en la solera, por lo que más queráis” se grita bajo la reparia desnuda de la entrada. Ángel se pone manos a la obra y encajona en la puerta una tabla lo suficientemente alta como para impedir el paso furioso del agua, que alcanza ya niveles increíbles.

-¡Mecagüentó! Si tampoco está lloviendo tanto-, maldice Manolo poniendo los brazos en jarra y sin creerse del todo lo que se les viene encima.
-Toda el agua está cayendo en Medina. Dicen que el río va llenito. Esto no va a traer bueno, compañero-, sentencia un Ángel que pierde su mirada en el cauce sigiloso pero amenazante que se forma delante de él.

Ana empieza a tener dolores. Está en el sanatorio. También está preocupada: por ella, por su niño y por un Ángel del que hace días que no sabe nada. Empieza a tener contracciones cada vez más seguidas y la matrona decide intervenir… Ya está más cerca. Ella lo siente. Ella lo quiere tener ya entre sus brazos. Por la ventana, mira hacia un horizonte ciego pensando en su Angelín, creyendo que ya estará en casa de su madre almorzando. Ya pronto estaremos juntos los tres…

Chiclana se desborda. Las aguas bajan revueltas, el río no puede más, las calles acogen el torrente malhumorado, los rápidos que se forman en cada esquina, los torbellinos llenos de sedimento y de maleza que vienen desde más arriba. La población comienza a sentir el pánico mientras que el suministro eléctrico falla clamorosamente en todo el pueblo. La ayuda tarda en llegar, las carreteras tampoco están en el mejor estado, aunque la alerta ya se ha dado a nivel provincial. Chiclana sufre bajo un manto líquido inesperado mientras que los vecinos tratan de achicar el agua de sus casas con los escasos medios de los que disponen. En escasos minutos todo se va a ir por un gran sumidero: las esperanzas, las pocas alegrías, los pequeños negocios, las ansias de mejorar. Los chiclaneros ven anegado su presente. No hay futuro posible. Todo se nubla.

Las calles del centro son un lago de reciente formación. Todo lo que podría salir mal, ha salido. Los servicios de emergencia llegan primero en rústicas barcas, mientras la Cruz Roja intenta socorrer a los damnificados. Afortunadamente, no hay heridos ni muertos. La gente se santigua en busca del milagro. “Dios nos ha abandonado… ¿Dónde estará mi hijo?”. Una señora que cuenta ya los escasos años que le quedan de vida, resiste heroica el temporal y echa una mano en lo que puede. Saca mantas, las sube hacia el techo de la vivienda que habita junto a tres familias más, en busca del alivio de los dolientes. Un rayo de luz en medio de muchas preguntas sin respuestas.

Ángel no da abasto. Trata de salvar la situación en la solera. La bodega ya da por perdida la tonelería. Diego, el maestro en dar forma a las botas, llora por tanto trabajo que se lo ha llevado por delante el agua. Maldice la mala suerte que ha corrido su taller ante ese cielo que empieza a abrirse buscando el azul perdido durante horas. Ángel aún tiene tiempo de consolarle y de pedirle sus manos encallecidas para ir moviendo unas botas que estaban preparadas para ir a las criaderas. Las traslada rápido, casi por intuición, pero no impide que finalmente la fuerza del torrente entre sin llamar a la parte más sagrada por todos en aquel edificio.

-¡Que se pierde la solera! -, aúllan con dolor. Ángel ya no sabe qué hacer. Se mesa los cabellos, no quiere creer lo que está viendo. Piensa en su viña, en su vid pequeñita, en lo que sufre rodeada de tanto charco…
“Ana… Supongo que estará bien allí en la casa de los señores”. Ajeno a todo, Ángel zozobra con la bodega. Mi padre ha hecho todo lo que ha podido y aunque no la tenga al lado, busca la aprobación implícita de mi madre…
“Ángel tiene que estar deseandito de verme con el niño”. Los dolores atenazan cada vez más a una parturienta que no ve el final del día. La señora ya se ha ido a su casa. Ana se queda a solas con sus dolores.

Una media bota sale por la puerta. Lenta, pausada, navegando sobre metro y medio de agua. Abandona la bodega en dirección hacia la zona baja del pueblo donde la agonía campa a sus anchas. Ya no llueve pero los rostros de muchos chiclaneros se ven humedecidos por las lágrimas a las que no pueden poner fin. La media bota de buen roble americano surca por las calles cercanas sorteando toda clase de objetos que la riada ha ido acumulando con el paso de los minutos. Una media bota vacía que Ángel tendría que haber trasladado para ponerla a buen recaudo, pero que sin embargo, se ha escapado para vivir otras vidas toda vez que ya no servirá para su función. Nadie repara en ella a excepción de un niño de unos 12 años, rubio y de ojos azules que llora porque no entiende qué ha pasado. No quita la vista de la media bota añeja, que iba a vivir una segunda, tercera o cuarta vida en un cachón que Ángel tenía intención de preparar en los próximos días. Pero ya no habrá futuro para esa vieja media bota de roble americano que danza entre las aguas, chocando contra ramas, muebles viejos e ilusiones rotas.

Mi padre, junto con cuatro o cinco compañeros, está en la azotea de la oficina de la bodega. La mirada perdida, los ojos vacíos, solo surcados por lágrimas. Se preguntan el por qué sin esperar respuesta a cambio. Por primera vez en mucho tiempo, mi padre no sabe cómo actuar. Su mecánica mente no es capaz de asumir lo que en poco tiempo ha sucedido en su pueblo. Solo tiene tiempo para pensar en que puede que no quede futuro.

“Y, ¿cómo estará mi Anita? Lo poco que le queda ya para parir. Las ganas que tengo que acunar a mi niño en los brazos”…

Ana sigue soportando lo indecible. Las fuerzas se las da Ángel a unos cuantos kilómetros. Quiere ver su cara surcada de arrugas prematuras, demasiadas para lo joven que es aún su marido. Quiere recorrer el moreno de su piel labrado por las horas y horas de trabajo bajo el sol, las manos pobladas de callos por el trato con la vieja y sabia madera y las tijeras de podar. Anhela poder besarle cuando él llegue todos los días después de la faena. Desea más que todas las cosas del mundo, prepararle el potaje de tagarninas que a él tanto le gusta, porque es en esos pequeños detalles donde Ana, mi madre, la que manda en esa casa, empieza a sentirse libre, mandando sobre sí misma sin ser tutelada por una señora a la que le importa muy poco su vida.

Pero Ana sigue luchando. Las contracciones ya son prácticamente consecutivas. La matrona decide comenzar…

El ejército, los bomberos de las zonas colindantes y los voluntarios de Cruz Roja arriman el hombro. Los chiclaneros empujan con toda su solidaridad. La noticia ya ha llegado, gracias a los teletipos, a todos los rincones del país. Ahora tocan las horas de penumbra, porque la noche se acerca y todo se vuelve negro.

Esperar…

Ángel no abandona la bodega. Será el último en hacerlo. Sus compañeros tampoco. Han decidido no salir y comprobar el estado de las instalaciones una vez las aguas decrezcan. Les va a costar recuperar el ritmo de trabajo habitual. Pero mi padre no es de los que flaquean. Hoy todo lo ha visto perdido, pero siempre tiene la visión de que las cosas pueden ir a mejor… después de haber saboreado la amargura de la tragedia. Tocará echar horas para restablecer el orden. Mi padre odia no tener el control. Mi padre desearía estar a unos cuantos kilómetros de allí.

El alarido se escuchó en todo el ala del sanatorio. La matrona trata de calmar a la futura madre, que suda por los cuatro costados. No aguanta ya. Quiere ver a su primogénito. Busca su primer aliento, sus primeros latidos, desea tocar su prematura piel de recién nacido. Ansía tener a su lado a su marido.

-¡Empuja cuando yo te diga, Ana!... ¡¡Yaaaa!!

A punto de desfallecer, mi madre reúne fuerzas de donde no las hay para tratar de darme un nacimiento como es debido. Me hago de rogar… Complicaciones. El cordón umbilical se me ha enredado en el cuello. La matrona recula y busca soluciones. Viene otra partera y un ginecólogo. La situación se agrava. Se preparan equipos médicos como una modesta incubadora y una botella de oxígeno, por si las cosas siguen yendo por mal camino.

-¡Empuja de nuevo!

No puede más. La valiente madre sufre por su hijo. Sufre por mi. No sabe a dónde agarrarse con tal de tener los arrestos suficientes para alumbrar al tesoro que va a iluminar su casa. “Angelín, te necesito más que nunca… ¿Dónde estás, chiquillo?”. Ana está cansada, no puede más. Oye que el niño viene con problemas. Está asustada y no quiere ni mirar. La matrona trata de calmarla pero ella llora, desfallece, pierde las fuerzas y casi el alma en un último grito de dolor que rompe el quirófano en dos. Sale el niño. Busco respirar para llenar mis pulmones, pero el aire no me alcanza a la vida. El médico actúa con presteza y trata de cortar el cordón que me ahoga. Me liberan de mi prisión, pero no respondo. Estoy lívido. Hay líquido amniótico por todas partes. Mi madre está encharcada en sudor y lágrimas. No quiere ver. No quiere comprender.

Hora de la muerte: 20.41 del 19 de octubre de 1965.

Ana cogió a su pequeño en brazos. Notó a pesar de la frialdad, que tenía rasgos de mi padre. Hasta una pequeña marca de nacimiento blanquecina en el cuello en forma de media luna… Mi padre no llegó a conocerme. Se encerró en si mismo, en una cárcel de la que tardaría mucho en salir. Se culpaba de lo sucedido por no estar a la vera de Ana. Aquel día de catástrofe comunitaria para el pueblo de Chiclana, fue un día de tragedia personal para la familia. Volvieron a intentar tener otro hijo y lo consiguieron un par de años después… Pero aunque Ángel quería cerrar la puerta a ese pasado, Ana seguía insistiendo en mantener vivo mi recuerdo.

Hoy, tres años después, Ángel visita su viña. Con mucho esfuerzo consiguió recomponer lo que la riada del 65 se llevó. Ahora toca reemprender la marcha junto a Ana y el pequeño Julián, mi hermano al que no pude conocer porque apenas comencé a vivir cuando ya empecé a decir adiós.

Hoy Ángel se ha dado cuenta que la viña a la que tanto cariño le ha cogido tiene en la cepa una extraña marca blanca en forma de media luna. Y sin saber por qué, eso le hace sentirse mejor.


Junio 2015





martes, 18 de octubre de 2016

Cásina,... Casi ná

En Atenas, una joven esclava es el objeto de deseo de muchos. Su destino, ligado a la suerte, acabará en manos de uno de los interesados pero, ¿quién será?



Esta es la clave principal de Cásina, comedia de Plauto con la que los alumnos de varios centros educativos de Secundaria y Bachillerato de Chiclana profundiza en los valores y tradiciones de la herencia cultural clásica. Una propuesta educativa llevada a la escena como cúlmen del Taller de Teatro Grecolatino que la asociación cultural Taetro organiza cada año y que coordinan Eufrasio Jiménez y Miguel Ángel Bolaños.

La decena larga de alumnos que han trabajado a lo largo de este curso sobre los presupuestos de la cultura grecorromana han montado Cásina como colofón a las enseñanzas adquiridas durante las sesiones desarrolladas en el IES Poeta García Gutiérrez (lugar habitual de desarrollo del taller) y en la sede de la propia asociación durante el verano. Este proyecto co-educativo es el resultado de la propuesta de los integrantes del taller, en el que alumnos de ESO y Bachillerato de diferentes centros, atraídos por la riqueza de la dramaturgia, apuestan por aprender el valor de la cultura clásica y la educación a través del teatro. Ese ha sido el empeño de Taetro a lo largo de los últimos años, un trabajo que ahora da sus frutos en forma de obra en la que prácticamente todo ha sido elaborado, diseñado y “teatralizado” por los alumnos que han seguido este taller.

La apuesta del colectivo chiclanero por la enseñanza de teatro en Secundaria viene de largo (un cuarto de siglo ya) y seguirá siendo una de sus señas de identidad, puesto que esta Comunidad de Aprendizaje de Cultura Clásica Erytheia en la que se engloba este taller mantendrá su dinámica a lo largo del curso recién iniciado en diversos institutos de la localidad. Y lo hace siendo la iniciativa pionera por estos lares. Además, los alumnos pueden asistir a las sesiones del taller de forma totalmente gratuita, a diferencia de otras propuestas existentes. De hecho, los coordinadores de la comunidad y su taller redoblan esfuerzos, puesto que mientras están ultimando el estreno de la obra en el Teatro Moderno, ya han comenzado las sesiones del nuevo curso en el Salón de Actos del IES Poeta García Gutiérrez, en horario de 18.00 a 20.00 horas.

La cita con Cásina será hoy 18 de octubre a las 19.00 horas en el Moderno. La entrada será gratuita hasta completar aforo.

P.S.: El cartel que acompaña este artículo es el único que vais a ver. Cultura dice que no tiene un eurito para imprimir un mísero folio con la imagen. Así estamos en este pueblo, señores.




lunes, 17 de octubre de 2016

El artista incesante

-Ding, dong, ding...


Muy buenas señores pasajeros. El comandante del vuelo les da las gracias por elegir esta travesía de la compañía Laínez Airways con destino a donde ustedes deseen. Nos complace dar una bienvenida especial a quienes se unen a esta maravillosa aventura sensorial procedentes de donde quieran que vengan. La duración estimada de la travesía será de... el tiempo que ustedes se tomen para apreciar esta muestra. Por motivos de seguridad y para evitar interferencias con el buen gusto, les recordamos que los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos deberán permanecer desconectados desde que usted pone un pie en la exposición Viajeros de Carlos C. Laínez que se puede visitar en la Galería Fedarte de Jerez (calle San Pablo, 4). Ahora por favor, abróchense el cinturón de seguridad, mantengan el respaldo de su asiento en posición vertical y su mesita plegada. Les recordamos que no está permitido fumar en la galería. Gracias por su atención y feliz viaje.


Carlos C. Laínez otra vez. El artista incesante. Pintor, grabador, escultor, escritor, actor... Lo toca todo y todo bien. Y hasta aquí, el momento de apasionamiento puesto que aquí y aquí, ya tienen muestras inequívocas del potencial del artista jerezano afincado en Chiclana. Ahora nos propone Viajeros, una ecléctica muestra de escultura y pintura con la que se embarca en ese mundo tan agradecido y sensitivo como es el género de viajes. Viajes más interiores e intrínsecos que reales. Viajes de la imaginación. Viajes que evocan la literatura de aventuras que leíamos en nuestra juventud (¡qué puñetas!, yo sigo volviendo a Salgari, Stevenson o Kipling). Periplos con viajeros que pululan entre la mitología y la ironía, entre el simbolismo más abstracto hasta la idea pura de la temática central. Capa sobre capa, Carlos C. Laínez obtiene esas texturas mediante técnicas mixtas (collage, carboncillo, acrílicos...) que superpone, mezcla e intensifica con absoluta desenvoltura... Como si fuera fácil. oiga.

Viajeros es una nueva muestra de que a Laínez le interesa por encima de todo, el ser humano. Si con el profético doctor Sloan buscaba indagar en la relación del hombre con el propio desarrollo que es capaz de crear, con esta nueva muestra busca llamar la atención sobre lo pobre que resulta no hacer despegar la imaginación. Que tan fantástico es coger un avión con rumbo desconocido como despejar la mente ante una puesta de sol y saberse surcando los Mares del Sur. De nuevo el arte necesario, el arte como virtud.

El doctor Sloan nos dejaba con la incógnita de saber a qué remoto lugar se habría ido en su máquina del tiempo en busca de nuevas invenciones. Puede que su estela la divisemos ahora en Viajeros, entre barquitos de papel, sillones-globo o entre mundos sobre los que caminar errantes preguntándonos ¿de dónde venimos? ¿A dónde vamos? Pero sobre todo, ¿quiénes somos?





sábado, 15 de octubre de 2016

Canciones nocturnas XI

Hoy: Brian Eno. And then so clear.





viernes, 14 de octubre de 2016

Dylan y el Nobel

¿Por qué piensas que Dylan se merecía el Nobel?... Me preguntan. Y yo respondo...

La respuesta sencilla y corta sería con otra pregunta: ¿y por qué no? Pero sin resultar pesado, creo que Dylan es el enlace perfecto entre la "literatura literatura" y la "poesía hecha música". Desde sus claras influencias en los primeros discos de gente como Dylan Thomas o simbolistas como Rimbaud, hasta sus sinergias con los beatniks y los narradores de la Lost Generation (esos retratos de perdedores existen en Steinbeck y en Dylan... luego también en Springsteen). Pero por encima de todo, porque el Nobel merecía ya salirse del campito cercado de los "escritores" para reconocer a quien es el mejor letrista del último medio siglo. La única diferencia es que Dylan pone música sobre sus versos. Y por cierto, hacía 20 años que no premiaban a alguien que se dedicara íntegramente a la poesía. El Nobel ha buscado, como digo en mi artículo anterior, abrirse un poco tras años de premiar a escritores, que lo harán muy bien, pero que no llegaban a transmitir.

Y por encima de todo, se lo merece por cosas como esta...



Now Ophelia, she's 'neath the window
For her I feel so afraid
On her twenty-second birthday
She already is an old maid
To her, death is quite romantic
She wears an iron vest
Her profession's her religion
Her sin is her lifelessness
And though her eyes are fixed upon
Noah's great rainbow
She spends her time peeking
Into Desolation Row.



jueves, 13 de octubre de 2016

La gloria y la muerte


(Foto: elpais.com).
Acaba de decir Leonard Cohen que siente la muerte de cerca. Que ya a sus 82 años, toca batirse en retirada y hacerlo con honores, porque el cuerpo no aguanta aunque la mente siga fluyendo. Tiene toda la razón el canadiense cuando la Parca acaba de arrebatarnos a Darío Fo, en el mismo día que a Bob Dylan le han otorgado (merecidamente) el Nobel de Literatura. Nobel por Nobel. Fo era el látigo contra el poder establecido, a menudo corrupto. Era la conciencia de clase. Era la alarma social hecha palabra, texto teatral, dramaturgia. Era el grito contra la opresión. Decía en este mismo sitio hace un tiempo que "mi pena al terminar la función (...), es sentirme pequeño, un don nadie ante la magna figura del señor Fo. Ahora envidio aún más el querer ser como él y lamento ser un pecador que no llega a ser suficiente creyente en su dogma teatral por simple incapacidad. Que Talía me coja confesado". Lo hacía al criticar un montaje de El secuestro de la banquera, uno de sus obras más celebradas y más certeras para diseccionar el oscuro neoliberalismo en el que nos hallamos aprisionados. Le echaremos de menos. Que la tierra te sea leve, Dario.

Nobel por Nobel. El señor Robert Allen Zimmerman habrá recibido la noticia de que al fin es el nuevo Nobel de Literatura, rebuscando entre discos antiguos para después poner alguna vetusta canción en su programa semanal de radio. Lo de ser Nobel está sobrevalorado, pero quizá el jurado ha hecho una jugada maestra. Concediéndole este galardón al genio de Duluth, puede que se preste más atención a un galardón que sinceramente, no sabemos en quién ha recaído en los últimos años. Quizá porque pocos premiados tenían el carisma y dejaron la impronta que Dylan y Fo sí son capaces de dejar.





Momentacos IV

Pazos es fiel. Pazos es obediente. Pazos te lanza una mirada más fría, lapidaria y cortante que una ráfaga del "shomachingan" (para los neófitos, una automática). A Pazos le da igual recorrerse la Piel de Toro de puticlú en puticlú en busca de los que le han robado la coca y los millones a su jefe. Y por supuesto, es un hombre de paz...


"Vamos a llevarnos bien, porque si no va a haber hondonadas de hostias...".

Airbag (1997). Director: Juanma Bajo Ulloa. Interpretada por... muchos, entre ellos Manuel Manquiña.



miércoles, 12 de octubre de 2016

Día de la ¿Hispanidad? (y III)


España: país más interesado en los recortes de Piqué que en los de Rajoy.



Día de la ¿Hispanidad? (II)

"En 1492, los nativos descubrieron que eran indios, descubrieron que vivían en América, descubrieron que estaban desnudos, descubrieron que existía el pecado, descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo y que ese dios había inventado la culpa y el vestido y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja".

Los hijos de los días (2011). Eduardo Galeano.

Y aún sigue habiendo tontos del haba autoproclamados historiadores que siguen negando lo evidente.



Día de la ¿Hispanidad? (I)


"Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez"...

Proclama insurrecional de la Junta Tuitiva en la ciudad de La Paz (Bolivia). 16 de julio de 1809.

Esta frase, pronunciada justo antes de que Bolivia se declarara independiente de la antigua metrópoli sirve para darnos cuenta de lo futil e insensato que es quedarse callado, plegado ante los intereses terceros. Sirve lo mismo para ilustrar la independencia de América de hace doscientos años que para retratar la aberrante situación actual de la política española.

Y ustedes, ¿qué prefieren? ¿Estarse callados o ser estúpidos?



lunes, 10 de octubre de 2016

Perdónanos nuestra inocencia

Marat/Sade es una obra peligrosa para nuestra sociedad... Vaya usted a verla.

Marat/Sade es una obra que debería estar perseguida, censurada y prohibida... Si se asusta al pensar de forma libre. Vaya usted a verla.

Marat/Sade es la constatación de que vivimos en la más absoluta indigencia moral ya que las palabras e ideas de hace 200 años pueden ser extrapoladas punto por punto a la actual situación social y política en la que vivimos. Vaya usted a verla.

(Foto: Paco López).
Hay cierta provocación en las ideas, modos y discursos de Jean Paul Marat, aquel jacobino que murió desangrado en su bañera presa de los brillos mortales que empuñaba Charlotte Corday. Provocación a ojos de los profetas de lo políticamente correcto. Verdad a quien se ose a quitarse la venda de los ojos. Y Marat/Sade solo es la correa de transmisión de esas ideas, apuntaladas por unos personajes, unos locos más cuerdos que los que está fuera del sanatorio de Charenton. Y es que aunque nunca olvidamos en este clásico de Peter Weiss que nos encontramos delante de una representación teatral dentro de otra representación teatral (deudora del teatro de la convención consciente de Meyerhold, aunque en el texto de Weiss se va un paso más allá puesto que vemos a actores haciendo de actores), la sensación de dèja vú es constante. Sabemos que lo que nos cuentan los locos dirigidos por Sade es algo que nos suena y no precisamente por sabernos de pe a pa la vida de Marat y de la Revolución Francesa. Sabemos que las disquisiciones sobre la libertad del individuo, el rechazo al Absolutismo (personificado en la monarquía borbónica), la separación de poderes y la protección de las clases populares ante su indefensión social y económica, son temáticas de moda hace doscientos años... pero también hoy. Lo fueron también hace medio siglo cuando Weiss dio forma a este vodevil que Atalaya ha dotado de frescura, ingenio, atrevimiento y un absoluto dominio de los recursos escénicos por parte de los actores, que ayudan a dar fluidez a un texto cortante, fluido y dinámico.

Atalaya da una muestra más de su maestría con un conjunto en el que nada chirría. Desde unos actores que toman pizcas del teatro épico de Brecht y de la biomecánica de Meyerhold pasando por su simbiosis con una escenografía lograda a base de telas blancas que dan volumen y geometría a un escenario envuelto en sombras y claroscuros que fortalecen el mensaje frío en ocasiones, apasionado en otras, de personajes que están al límite: unos por su cuerda locura, otros por su claridad mental que les conduce irremisiblemente a la perdición (ahí están esos Marat y Corday, llenos de dudas ante su futuro, mientras los enfermos son los que más anclados a la realidad están).

Y volvemos a la idea inicial. No dudamos de la necesidad de textos como Marat/Sade. Obra política (huyendo de su acepción como modo de representación y sí como compromiso ciudadano con su realidad), el texto de Weiss tristemente, seguirá siendo un referente de todo lo que debemos reflexionar sobre esa indigencia moral que nos aflige. O eso, o mejor volverse rematadamente locos. Tanto que veamos la realidad con meridiana lucidez.



domingo, 9 de octubre de 2016

El viaje sideral del Interestelar



sideral
Del lat. siderālis.
1. adj. Perteneciente o relativo a las estrellas y, en general, a los astros.

No miente el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. El festival Interestelar de Sevilla (21 y 22 de octubre en el CAAC de Sevilla, Isla de la Cartuja), puede y debe calificarse de sideral por cuanto ha conseguido aunar en sus dos jornadas a un ramillete de astros, tanto foráneos como nacionales, de impresión. Y lo hace siendo consciente de que la apuesta es importante. Reunir en un mismo recinto a Mando Diao, Iván Ferreiro, Love of Lesbian o 091 no está al alcance de muchos. Y por si fuera poco, los primeros espadas se ven arropados por una panoplia de artistas que abarcan todo el amplio espacio exterior del pop y el rock en sus múltiples vertientes.

Se hacen querer los suecos Mando Diao, puesto que se cuentan por legión sus fans españoles. Ellos son frescos, galácticos, potentes en el directo, con melodías que alejándose de la facilidad sonora, ahondan en lo pegadizo. Sin lugar a dudas, el primaveral otoño sevillano será el escenario de excepción para que la banda escandinava ofrezca lo mejor de sí.

También teníamos ganas de Iván Ferreiro. Con Casa rompe su silencio que duraba ya tres largos años. Uno de los mejores letristas de este país pisa Sevilla con ganas de reivindicar su espacio en el Olimpo del rock español, con ese timing tan del vigués, ora reposado, ora furioso, tanto en sus letras como en su música.

De Love of Lesbian poco podemos decir ya que no se haya dicho antes... Y poco festival en España que no haya contado con los catalanes en su parrilla de salida. Con El Poeta Halley han vuelto a calar entre el gran público con su pop fresco, cargado de su habitual bipolaridad (sonora y temática), para hacerse con uno de los tres puestos del podium en la escena musical española.

Y la pregunta qué nos hacemos muchos... ¿por qué se fueron 091? Eran frescos, modernos, atrevidos en los 80 e inicios de los 90. Sus discos siguen sonando igual hoy que entonces. Por lo tanto, su actitud, su presencia, su música es necesaria. Los granadinos reviven con Maniobra de resurrección, un directo grabado en su Granada y ahora recorren España dejando claro que fueron y son uno de los grandes grupos del rock patrio.

¿Y qué más? Fuel Fandango, León Benavente, Maga, Zahara, Second, Miss Cafeina... Un larguísimo recorrido por artistas que se han destacado como las apuestas seguras de la música actual. No habría palabras para detallarlos a todos por lo que la mejor opción es conseguir una entrada para los dos días del festival (en http://www.interestelarsevilla.com/ toda la información) y disfrutar de esa constelación que tocará y vivirá bajo el cielo de Hispalis. Una Sevilla más sideral que nunca.



Campos de fresas para siempre

Hace medio siglo, John Lennon celebró tal día como hoy su cumpleaños en Almería. Allí empezó a componer Strawberry Fields forever...





sábado, 8 de octubre de 2016

Cosas por las que merece la pena vivir VII

El lomo en manteca...

Si es de la Venta Pinto, en La Barca de Vejer, mejor. Mañana se celebra el Día del Lomo en Manteca... Una vez al año no hace daño, señores.

Por cierto, aquí la receta...

(Foto: cosasdecome.es).




jueves, 6 de octubre de 2016

Canciones nocturnas X

Hoy: Hallelujah. Leonard Cohen (porque sí, porque siempre es necesario escuchar la voz del viejo maestro).





La educación democrática


"Decís también que la mujer no tiene preparación política. Decía el señor Peñalba, no sé en virtud de qué cálculos, que un millón sí la tiene y cinco millones, no. Y yo os pregunto: y de los hombres, ¿cuántos millones de ellos están preparados? Exactamente lo mismo, señor Peñalba, y ahí quería yo que llegásemos. Los hombres tampoco están preparados ni ciudadana ni políticamente en España; tuvo mucho cuidado la monarquía de no prepararlos, y esa es nuestra labor presente".

Discurso de Clara Campoamor el 1 de diciembre de 1931 en el Congreso de los Diputados.

Hombres y mujeres. Está claro que 85 años después, los españoles continuamos en la más absoluta inopia democrática. Y lo que es peor; sin ganas de poner remedio.



martes, 4 de octubre de 2016

El cirujano y la costurera


(...) Esa política quirúrgica, repito, tiene que ser cargo personal de un cirujano de hierro, que conozca bien la anatomía del pueblo español y sienta por él una compasión infinita (...).

Oligarquía y caciquismo como forma actual de gobierno en España: urgencia y modo de cambiarla. (1902). Joaquín Costa.

1898. España estaba en la ruina moral. El otrora Imperio, desfallecido. El peso político del país en el mundo, desaparecido. La gente, desganada. El gobierno, inactivo. Joaquín Costa acuñó su célebre "cirujano de hierro" para buscar espolear al país en momentos delicados, en una crisis que precisaba de alguien con la suficiente soltura para intervenir en ese enfermo que era España y extirpar de una vez todos los cánceres que asolaban su cuerpo... No hubo tal cirujano que actuara con determinación y compasión al mismo tiempo.

2016. España sigue estando en la ruina moral (¿cuándo ha dejado de estarlo?). Ya no hay Imperio. El peso político del país en el mundo sigue missing. La gente, no deja de estar desganada. El gobierno, inactivo. Susana Díaz, funesto personaje donde los haya, se ofrece como "costurera" para remendar a su partido, el PSOE, otrora referencia de la progresía de este país. Y lo que es peor, los socialistas van y le hacen caso. Y no nos equivoquemos... Susana no va a mostrar compasión alguna.




domingo, 2 de octubre de 2016

Momentacos III

De pequeño, Conan tenía frío porque vivía en un sitio con mucha nieve. Luego se quedó helado cuando el malvado Thulsa Doom abrió un espacio entre el tronco y la cabeza de su mamá y echó sus perros contra el papá. Eso sí, todo con una fantástica música de fondo de Basil Poledouris. Tras esos infortunados sucesos, fue tomado como esclavo, rompió sus cadenas y se dedicó a responder así a quien le preguntaba qué era lo mejor de la vida...



Conan el bárbaro (Conan the barbarian). 1982. Director: John Millius. Protagonizada por Arnold Schwarzenegger.