miércoles, 31 de diciembre de 2014

Reservoir pics XIII

¿Una ducha?




martes, 30 de diciembre de 2014

John Wayne saca el revólver... otra vez


Tengo que reconocerlo. En ocasiones me sorprendía la programación de Visión 6 Televisión (de Albacete), la televisión local que pertenecía a la empresa para la que yo trabajaba allí en La Mancha. Sobre todo por las peliculazas que alguna vez podía uno ver. Por ejemplo, si teníamos que pasar la sobremesa, ¿con qué mejor que con una película? Y si es un western de los de toda la vida con todos los ingredientes que han hecho grande a este género, mejor. Y si es con John Wayne, ¿se puede pedir más?

Uno de esos filmes fue Chisum (1970). Bien es cierto que es rara avis en el universo de las "pelis de vaqueros" que a finales de los 60 ya estaba “contaminado” por la influencia del spaghetti western, pero la cinta, dirigida por Andrew V. McLaglen, hijo de uno de los actores fordianos (de John Ford, se entiende) por excelencia, ofrece aún argumentos de sobra para considerarlo un pequeño clásico del que disfrutábamos en el salón de nuestra casa.



McLaglen fue ayudante de dirección del maestro Ford, y también de Bud Boetticher, otro de los grandes del género, hoy casi olvidado. De su proximidad a estos notables realizadores, McLaglen junior sólo obtuvo una enorme pericia profesional en la puesta en escena, aunque su talento distaba mucho del que poseían ambos genios. De todas formas, en su larga carrera cinematográfica tuvo éxitos de taquilla gracias a su buen pulso narrativo y a su indudable capacidad para contar historias, cono ocurre en Chisum, e incluso en géneros al margen del western, como en Patos salvajes.

El argumento de Chisum nos lleva por lugares comunes: un viejo marshall vuelve a su poblado tejano, donde se encontrará con el banco robado, el sheriff asesinado y un sospechoso de esas tropelías que resulta ser su propio hijo. Lo mejor de la película es su tono clásico, con las habituales constantes propias del género, en una historia que resulta deudora de algunas de las mejores cintas del Oeste. La mejor baza para ello es, que duda cabe, la aparición del viejo John Wayne, convertido ya por aquel entonces en un mito viviente, creador de un personaje arquetípico, un pistolero de vuelta de todo que se ve obligado a enfrentarse constantemente con revólveres hostiles. A destacar la música, que es obra de Elmer Bernstein, especialista en el género. Recuérdese, sin ir más lejos, su legendario tema principal para Los siete magníficos.

La peli del oeste de toda la vida. De ver el sábado por la tarde. Pues ale, mantita y a verla si nos la ponen un día de estos.



lunes, 29 de diciembre de 2014

Ella...

Mi madre me decía que todo lo que hiciera, lo hiciera con gran empeño. Y creo que lo he conseguido. Al menos he querido serle fiel a la principal enseñanza que me quedó de ella. La que me marcó, la que quería cumplir sí o sí. Mi madre se fue demasiado pronto. Tan pronto que tengo miedo de perder los escasos recuerdos que tengo de ella. Tan pronto que siento la falta de sus consejos y sus enseñanzas.

Mi madre era una mujer culta aunque apenas supiera leer, escribir y las cuatro reglas. Su pena fue morir antes de emprender unos estudios básicos en los que había puesto los ojos. Quería aprender por aprender, pero sobre todo para poder leerse un libro en condiciones. Cuando yo leía, ella me miraba con ojos envidiosos (envidia de la buena). Mi madre quería irse con el Quijote a La Mancha y Sierra Morena, quería vivir las mil vidas de Dorian Gray, sentir las aventuras en la piel de Long John Silver, adentrarse en los bosques oscuros y tenebrosos de los cuentos de los hermanos Grimm. Ella quería disfrutar de la vida viviendo otras, pero no pudo ser...

Mi madre también era una mujer culta porque me enseñó que los garbanzos que recogía mi abuelo de la huerta se tenían que limpiar antes de forma minuciosa. Que cuando cocinas arroz, la paciencia es un grado. Que el respeto por el ser humano tiene que ser una regla inviolable... Y así, muchas cosas más.

Mi madre quedaba embelesada cuando le contaba cosas que yo aprendía en el cole. Seguro que hoy estaría encantada por ver a su hijo con una carrera (eso vestía mucho en una familia de clase media-baja hace unos años) y divirtiéndose con cosas como el teatro. Seguro que le encantaría leer lo que escribo en este blog. Estaría orgullosa como yo lo estoy de ella.

Mi madre decía que viviera disfrutando cada momento...






Mamá me ha enseñado bien
Me dijo cuando yo era joven:
"Hijo, tu vida es un libro abierto"
"No lo cierres hasta que termine"...

Mama said. Metallica.



domingo, 28 de diciembre de 2014

Reservoir pics XII

Y no, no es pose.




sábado, 27 de diciembre de 2014

Ciudadanos

"Los discursos sobre la libertad del individuo. La libertad de no servir para nada y ser desgraciado. La libertad de ser como clavija redonda en el agujero cuadrado." 'Un mundo feliz'. Aldous Huxley.




viernes, 26 de diciembre de 2014

Morir, vivir, tal vez soñar...


Mourir pour des idées, oui: mais de mort lente.

Georges Brassens



La noche que vivimos desnudos


Nadé desnudo tu oleaje
(nadé desnudo tu oleaje) 
ahora que el barco se
hunde, y solo tu 
puedes salvarme y dudas de
mis dudas, de mis ritos, 
de mis ruinas entre
siempre y jamas. 





jueves, 25 de diciembre de 2014

Reservoir pics XI

AmorRoma




miércoles, 24 de diciembre de 2014

Reservoir pics X

El beso del asesino. Stanley Kubrick (1955).




martes, 23 de diciembre de 2014

La inspiración hecha cine

Artículo publicado en El Pueblo de Albacete en septiembre de 2009... Perfecto para estas fechas.




Se apagan las luces de la sala. Tras los spots y trailers de rigor, el logo de Walt Disney. Tranquilos, la peli es de Pixar. Éxito asegurado. Supongo que la calidad también. La primera satisfacción llega con el corto con el que nos deleita este estudio con cada estreno. Especial, emotivo, humorístico. Me gustan estos chicos y sus pajarillos para nada ñoños. Empieza la función, la gente se calla pero aún se oye el gruñir de las palomitas y el sorbeteo de los refrescos. ¡Maldición! ¿Para cuándo una ley que prohiba el hacer ruido mientras se come en el cine?

Las primeras risas afloran en el patio de butacas, mientras espero el primer bofetón de buen cine. Llega pronto. Una escena, un travelling, un hecho desencadenante y una mirada a través de un cristal. ¿Cuántos directores han querido captar esas sensaciones en el cine de carne y hueso y se han visto incapaces? Ellos lo han conseguido con unos cuantos trazos, un dibujo achatado y una paleta de colores. El gran cine ha llegado pero lo mejor está por llegar.

A continuación aparecen más personajes y la historia se va desarrollando. Homenajes al gran cine mudo de los Lloyd, Chaplin, Keaton, Arbuckle. ¡Dios, qué gozada! Las risas saltan por doquier, los comentarios de la gente asustan. Siete eurazos la entrada. Siete eurazos de gran inversión.

Llegamos a un punto en el que te das cuenta de que el filme ya no es de dibujos animados, es algo más. Trasciende a la categoría en la que han querido meterla. No es cine infantil, no es entretenimiento. No es ni comedia, ni drama, sino todo lo contrario. La música (apunten este nombre, Michael Giacchino) instila gotas de dulces melodías y reiterado compás que una vez que sales del cine, aún tienes en la mente. Sencillamente deliciosa. Absolutamente magistral.

Llega el final de la película y empiezas a pensar que es lo mejor que te puede pasar viendo una película. Abundas en lo que te acaban de servir, buscas preguntas y te las respondes. Intentas meterte en el personaje, viviendo su felicidad primeriza, razonando los por qués de su angustia y su soledad, preguntándote por qué la vida puede ser tan perra cuando algo te falta. Pero el ejercicio de vivir es lo que queda, es lo que nos mantiene, valga la redundancia, vivos... y según Pixar, según Pete Docter y John Lasseter, vale la pena. Brindemos por ello.

Una vez en casa revivo la película, me veo reflejado en ese viejete, el señor Fredricksen, y tan sólo aspiro a vivir la mitad de experiencias que ese dibujo animado ha realizado en 90 minutos de celuloide. La película (no, aún no lo había dicho), es Up. Si no la han visto, corran a hacerlo. Seguro que me lo van a agradecer.



Viajes


La vida no debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de llegar a salvo con un cuerpo bonito y bien conservado, sino más bien llegar derrapando de lado, entre una nube de humo, completamente desgastado y destrozado, y proclamar en voz alta: ¡Uf! ¡Vaya viajecito!

Hunter S. Thompson.



lunes, 22 de diciembre de 2014

Reservoir pics IX

Dos del Rat Pack.




Los Diez MandARTmientos


Queridos chiclaneros, amados convecinos... En estas fiestas tan entrañables en lo que todo es gozo y bienestar, buenos deseos y amor fraternal, llega el momento de acordarse del prójimo realizando buenas obras. Entre ellas está el regalar presentes a los más cercanos. Cierto es que lo inmaterial es lo más importante, pero a veces un detallito que pueda ser deleitoso para los sentidos, es bien recibido. Y Nuestro Señor de las Buenas Formas dicta que en estas fechas tan señaladas lo mejor para regalar a papás, mamás, hermanos, yernos, primos, tíos e ¡incluso suegras!, es una obra de arte. Por eso, Nuestro Señor ha tenido a bien dictarnos los Diez Mandamientos del Buen Arte...

Los artistas...

1. Amarás las acuarelas de José Ávila sobre todas las cosas, porque la evolución como pintor en general y como dibujante y acuarelista en particular de José es espectacular. Contemplar su trabajo expuesto en el Museo Municipal Francisco Montes Paquiro es asistir a un festival de sensaciones a través de una pincelada limpia, suelta, enérgica, firme, con un uso de la salpicadura excelente, que dota a las composiciones paisajísticas que expone de una inusitada vida. El Expresionismo abstracto unido a una figuración naturalista que hace de sus obras, un ente con gran fuerza.

2. No dirás el nombre de Carlos C. Laínez en vano, puesto que para hablar del artista jerezano (aunque más chiclanero no puede ser), hay que entender de Arte. Lo de Carlos es excepcional. Viene de un gran éxito con su exposición del Doctor Alejo Sloan en su tierra natal y se embarca en varias muestras más, además de pasarse por Mercarte con un sexteto de sus particularísimos rostros que denotan una expresividad festiva y un calculado estudio de caracteres. Joyas.

3. Santificarás a Pedro Leal por mecenas, por instigador cultural y por excelente captador de las realidades sensibles. Maravilloso el uso del blanco y negro en unos trabajos fotográficos que nos trasladan a diversas partes del Madrid más turístico, pero posando la vista en esas zonas que no se ven con tanto detalle. El objetivo de Periki nos acerca a la magia de los rincones olvidados. ¡Ah! Y Pedro también se atreve con el pincel. ¿Que no conocen esta faceta? Pues no sé a qué esperan.

4. Honrarás a José Luis Díaz de la Torre como a tus propios padres, porque su carrera viene ya de lejos y no tenemos que descubrir los secretos de un artista grande. En esta ocasión trae a Mercarte dos series: una bellísima basada en paisajes al óleo de La Barrosa (muy matizada, muy sencilla, pero de una poderosa fuerza compositiva), y la otra que nos lleva a un jardín, en la que el detallismo del trazo y un componente estético inusitado nos acerca a un terreno poco explorado dentro del naturalismo al que se adscriben estos trabajos.

5. No matarás tus deseos de acercarte a la impactante obra de J. Luis Núñez Rancapino, quizás el más neófito de todos los artistas de la muestra, pero que ya ha transitado por terrenos de la Abstracción, el Expresionismo, el Fauvismo y la Action Painting en el breve tiempo que lleva de artista plástico. Innovación en unas llamativas representaciones que exaltan el espíritu y crean debate, justo la función del Arte.

6. No cometerás actos impuros con las obras de Antonio Vela, que aunque sean señoras desnudas en actitud un tanto insinuante, llevan tras de sí una importante carga de estudio de un tipo de anatomía de la que Vela ya ha hecho su enseña. Precioso trazo e impactante dibujo para un conjunto que complementa temáticamente una muestra que tiene, como pueden ver, de todo.

7. No robarás ninguna de las obras de Carmen Guerrero expuestas en Mercarte, aunque tengas muchas ganas de ello. ¡Mejor cómpralas! Lo de Carmen con el grabado ya raya en cotas de maestría. Plancha, collage y color; todo en uno. Una gozada visual, sensitiva. Pequeños retazos de Arte que son una de las sorpresas de la colección que reúne la colectiva.

8. No darás falsos testimonios sobre las atmósferas delicadas, casi insinuadas de la obra de Francisco Cabillas. Parajes, situaciones, paisajes que configuran una forma de entender el Arte como concepto. Hay ideología en una figuración urbana, en un paisaje cualquiera. Es el espectador el que tiene que imbuirse de esa ética con una estética sencilla, pero llamativa.

9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros, aunque las arenas de la playa y el arrullo de las olas aconsejen ser fogosos en la expresión de sentimientos. El mar vuelve a ser protagonista en las fotografías de Juan Antonio Guerrero, que opta por la bicromía del blanco y negro para enaltecer el esplendor de la Naturaleza. Emotivo.

10.- No codiciarás los bienes ajenos. Si no tienes un Chozas en el salón de tu casa es porque no quieres. Tan fácil es como acercarse a Mercarte (hasta el 10 de enero en el Museo Municipal Francisco Montes Paquiro), contemplar la suavidad de la pincelada, la calidez de las tonalidades, la envoltura de las atmósferas en cada óleo de Luis Chozas y directamente, hacerte con uno de ellos.

Bien, queridos hermanos. Solo me queda recordaros que la muestra de Mercarte podrá ser visitada de lunes a viernes, de 11.00 a 13.00 horas y de 18.00 a 20.00 horas, permaneciendo los sábados abierta únicamente en horario de mañana.

Id con los Dioses del Buen Arte.



domingo, 21 de diciembre de 2014

Mentira y conmiseración

Crítica (o intento de ello) publicada en EL PUEBLO de Albacete el 20 de marzo de 2010. La rescato ahora, época de comilonas y de bellos/as gordos/as...



Gordos reviste de metáfora el hecho concreto de la obesidad. Las capas de grasa de algunos de los personajes se configuran como un caparazón contra el que chocan aspectos como la mentira, la ambigüedad, el (auto)engaño. A modo de tragicomedia, Daniel Sánchez Arévalo intenta ahondar en las miserias del ser humano tomando la premisa de la obesidad como punto de partida. Formalmente es una excusa para hablarnos de la condición humana, circunstancia que podría haber dado más de sí en el resultado final. Gordos ataca el nudo gordiano de la cuestión en su argumento, pero se resiste a ir más allá del mero esbozo de las pulsiones que viven los protagonistas. Quizás la excesiva coralidad del reparto sea un lastre a la hora de acometer tamaña tarea (y no olvidemos que a pesar de su trayectoria como cortometrajista y de su acertado debut con Azuloscurocasinegro (2006), Sánchez Arévalo no puede pretender compararse a cineastas que han hablado de las contradicciones del ser humano más y mejor que él).

Pero a pesar de las pegas que podamos ponerle, Gordos es una de las grandes producciones españolas del 2009. El esperpento y la astracanada aparecen moteadas en el guión al que quedan asidas las interpretaciones que a mitad de camino entre la autoconmiseración, la pena, el citado engaño y la mentira, buscan desesperadamente una luz al final del túnel.

Película de actores, donde quizás ellos son lo mejor y lo peor de la función casi sin buscarlo, Gordos es un filme valiente, arriesgado, bien formulado, aunque quizás no tan bien definido. Eso sí, apunta maneras del posible gran director de futuro que puede llegar a ser Daniel Sánchez Arévalo. Esperemos que los halagos recibidos no hayan “engordado” su ego.

Addenda (diciembre 2014): Con Primos (2011), su siguiente película, Sánchez Arévalo perfiló un poco más su estilo como director y eliminó algunos errores cometidos en Gordos, mientras que en La gran familia española (2013) vuelve a los repartos corales aunque cae de nuevo en ciertos clichés de su filmografía que quedan ya demasiado repetitivos, caso de un desigual ritmo en la comedia y cierta tendencia a la sensibilidad. Pero eso sí, son películas que se dejan ver con alegría.



sábado, 20 de diciembre de 2014

El evanescente

By Pablo Lorente.




viernes, 19 de diciembre de 2014

Sucesos dignos de felice recordación

"Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino". 'El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha'. Miguel de Cervantes.





jueves, 18 de diciembre de 2014

Cachitos de "periodismo" IV

La democracia, en ocasiones, es muy puta. En Chiclana, desde la reinstauración de los ayuntamientos democráticos, hemos tenido la desgracia de vivir ciertos episodios lamentables con algunas formaciones que han conseguido representación en el Salón de Plenos. En 2011, sin ir más lejos, amparados en un claro fraude electoral (prometer regularizar gratis las viviendas ilegales del municipio), el Partido Vecinal Regionalista (PVRE) vulgo Puré, obtuvo sorprendentemente dos actas de concejal. Y digo sorprendentemente porque hay que estar muy zumbado para confiar en semejante despropósito político. Más penoso aún fue que el Partido Popular se apoyara en las dos ediles del Puré para sostenerse en el poder. La traca fue cuando a la formación responsable del "todo gratis" en materia de regularización urbanística, se le encomendó... en efecto, han adivinado, la Delegación de Urbanismo. ¿Resultado de la gestión? Que lo de "gratis total", nanai.

Un despropósito y como tal, su Gabinete de "prensa" depara momentos igualmente lamentables y bochornosos... Ahí va la nota de prensa, por cierto, sin titular ni nada... Copio literalmente y en negrita, mis comentarios.




“Acabamos de conmemorar el 36 aniversario (supongo que sería mejor poner un ordinal, tipo trigésimo sexto...) de nuestra Constitución, que pudo ser posible gracias a aquellos partidos políticos que sacrificaron muchas de sus aspiraciones, de intereses de partido y personales (los partidos sacrificando intereses personales, claro...), por el bien de todos los ciudadanos”. (Palabras de Marisol Ayala en su discurso del día de la Constitución). (Pues muy bien dicho).
El Partido Vecinal Regionalista desea hacer una reflexión sobre la necesidad de contar en Chiclana con un documento imprescindible para el ordenamiento urbanístico y, por ello, para la dinamización de la economía local. Tanto es así, que la falta de ese documento, El (¿el artículo en mayúscula?) Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), a causa de gobiernos anteriores (!!!), Chiclana ha sido puesta de ejemplo negativo por las escuelas de arquitectura en diferentes puntos de España, que usan lo ocurrido en esta ciudad para explicar lo que NO se debe hacer en materia de gestión urbanística. (Espera que me va a explotar la cabeza. Empezamos por una alteración que no tiene sentido del sujeto y el predicado. Luego un "por causa" en vez de "a causa". Gobiernos ¿centrales? ¿Autonómicos? ¿Provinciales? ¿Municipales? Hay que aclararlo. ¿Escuelas de Arquitectura? ¿En serio? Supongo que criticarán el ordenamiento urbanístico o la ausencia del mismo, distintas opciones políticas, pero arquitectos, no creo. Al fin y al cabo, es su trabajo. Por cierto, Arquitectura va en mayúscula. Ese NO en mayúscula, sí que sobra. No vas a enfatizar más si la tienes más grande, amigo).
En contraste a (con, no a) lo anterior, este mes de Diciembre (los meses van en minúscula), se pretende (¿se pretende o se va a hacer?) aprobar el nuevo PGOU, que no será perfecto (pues un partido de gobierno debería tratar de que lo fuera, si no, ¿para qué gobierna?), y no pondrá de acuerdo a todos los ciudadanos que habitan en una ciudad con el tamaño de Chiclana, pero es que eso es algo que jamás se conseguiría con documento alguno. (Con esta última frase, las dos integrantes del Puré en el Ayuntamiento deberían dimitir de inmediato. ¿Gobiernan en base a conjeturas, en base a deseos? Una responsable del Gobierno municipal debería afirmar con firmeza que ese documento urbanístico vendrá a eliminar las deficiencias en el ordenamiento territorial del municipio, pero no es el caso, claro...).
Para comprender la importancia de la aprobación del nuevo PGOU, tenemos que remontarnos al año 1996, cuando el Partido Socialista intentó poner en marcha el primero de sus tres Planes Generales, (un puntito aquí ¿no?, una pausita...) todos ellos terminaron tumbados en los tribunales por la Justicia (menos mal que fue la Justicia quien tumbó en los tribunales los planes. Me esperaba que fuera Batman que es algo más lógico), bien por incumplimiento de los pasos indicados por la ley para la aprobación de un PGOU (no quiero decir nada, pero estamos repitiendo mucho PGOU), o bien por anteponer intereses particulares y personales, por encima de los intereses (reiteración) de los ciudadanos.
Desde el PVRE consideramos fundamental que Chiclana disponga de un PGOU que de (dé de dar, claro) seguridad jurídica a inversores y ciudadanos. Con este PGOU podemos conseguir un efecto llamada (¡) que haga regresar a todos aquellos que, ante la ausencia de un Plan General durante tantas décadas, decidieron marcharse a otras localidades para vivir o montar su negocio ante la inseguridad jurídica que ofrecía Chiclana. (¡Viva la reiteración de conceptos!).
Añade el PVRE que el resultado de la nefasta gestión urbanística local del PSOE, con sus TRES PGOU (Homenaje a la mayúscula) tumbados, ha hecho de Chiclana una ciudad inmóvil (¿las ciudades se mueven? ¡Como la isla de Lost!), desolada y empobrecida, con empresas que cierran a diario y miles de ciudadanos desempleados que desconfían de las instituciones públicas (y esto lo dice quien gobierna en Chiclana desde hace dos años), algo agravado ("algo agravado", ¡aplauso!) por la actuación interesada tanto de políticos locales, (exceso de comas) como autonómicos, que han puesto sus intereses particulares y partidistas, por encima de la razón y del bienestar de los ciudadanos. (Políticos, ¿de qué signo político? Porque se supone que ellas también son políticas... aunque eso es mucho suponer).




Pues hasta aquí el repaso de hoy a cómo no se redacta una nota de prensa para un partido político. Mañana, niños, os enseñaré a ganar 2.000 pavos de un Ayuntamiento pisoteando la maravillosa profesión de periodista.



miércoles, 17 de diciembre de 2014

El lugar en el mundo de Carmen Laffón

Mark Rothko trazaba una línea horizontal sobre el lienzo y donde los demás solo veían una raya, él veía todo un paisaje. Algo parecido le ocurría a John Constable un siglo antes. Las construcciones mentales en la pintura son un componente esencial. La estética que va unida a la ética de forma indisoluble. La pesada carga de la pintura de paisaje es que ha estado durante mucho tiempo arrinconada, prevaleciendo su función decorativa antes que la ideológica. Porque un paisaje tiene ideología... más de la que creemos.

Pincha para verla más grande...

Rothko trazaba líneas y veía paisajes. Quizás una joven Carmen Laffón veía esas líneas y ensoñaba lugares como Sanlúcar de Barrameda. Lugares abrigados por el sol y recogidos por el mar y el Guadalquivir. Lugares de luz y salitre. Paisajes que pintar. Carmen Laffón se abre hueco en la pintura española a base de paisajes, con la fuerza de un trazo y una mancha poderosas, con el trabajo incansable de un pincel que dota a su obra de un efectismo impactante en tiempos de renovación estilística, de buscar y abrir nuevos caminos morfológicos, de tratar de superar la pesada carga de la cultura oficial del Régimen franquista a base de una pintura que dijera algo. Pero mientras sus compañeros de generación trataban de sondear nuevas posibilidades pictóricas, nuestra protagonista buscaba nuevos mundos en estos a través de una evolución de la pintura de paisaje que hizo que la artista sevillana encontrara su hueco en una coyuntura complicada.

Ahora podemos observar, disfrutar, analizar, parte de la vasta obra de Laffón en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (en el sevillano Monasterio de la Cartuja). El paisaje y el lugar es el título de una colección que abarca paisajes sevillanos y sanluqueños, con el Guadalquivir como gran eje director de la obra de la artista hispalense, como eterno tren que se toma para el discurrir de una vida. En esos paisajes y esos lugares, Carmen Laffón busca la idea y la halla: el lugar donde se nace, donde se vive, son lugares que nos aportan información sobre quién los pinta y sobre cómo los pinta. No voy a ser tan insensato como para descubrir qué técnicas usa para dar forma a una obra sencilla (de disfrutar, que no de hacer), porque para hablar de ello, ya hay gente mucho más sabia que yo en esos menesteres. Lo simple de un paisaje que se vuelve radical, que eterniza una idea, que amplia el significado de lo estético para llegar a la esfera de lo puramente ético,... lo importante que es para un artista de la talla de Carmen Laffón su "lugar" para
encontrar su sitio en el mundo... Con eso me quedo, con una artista que ha demostrado que el perfeccionamiento y el detallismo estilístico y la profundidad estética de su obra tiene mucho que decir porque con sus paisajes, se muestra libre, trascendente, en completa complicidad con la Naturaleza. Ahí es donde encuentra respiro Laffón; al lado de su viña en La Jara, su casa en la ribera del Guadalquivir, una viña que se convierte también en protagonista de la faceta a la que Laffón le ha dedicado mucho tiempo en los últimos años: la escultura. Y ahí terminamos hallando otra vertiente sumamente atrayente de una artista global, que también encuentra ese "lugar" entre universos paralelos pero no por ello desconocidos (el Quijote, la cal, los trabajos de la vid...).

"Todo lo que veo es paisaje". Lo dijo Constable. Carmen Laffón puede agregar: "Todo lo que veo es paisaje, porque el paisaje es mi lugar".





martes, 16 de diciembre de 2014

El encanto del poli moderno


No es sólo la formidable persecución entre el Dodge y el Mustang en las calles de San Francisco. Bullitt es la película modelo de la mayoría de los policiales modernos y el modelo sobre el cual se formarían filmes como Harry el sucio o series como Starsky y Hutch. Es también interesante para reflexionar sobre el grado de decadencia que ha sufrido el género policial en los últimos años. Hollywood ha bastardeado el género, principalmente por dos factores: incluir exagerados pasos de comedia y el abandono de fuentes literarias. Todos los filmes policiales de hoy parecen clones. Todo es rutina. Pero entre fines de los 60 y principios de los 70, el policial era otra cosa. Era cine de ideas y atmósferas, de suspense, de personajes tridimensionales. Esos filmes no tenían romance o comedia. Se dedican a seguir y explorar al personaje central, y están filmadas del modo más realista posible.

Hay mucho más en común entre Bullitt y Harry el sucio de lo que uno cree. Si bien Don Siegel es un director original, es indudable que tomó mucho de los criterios de Peter Yates para su film. Está San Francisco, la partitura de Lalo Schiffrin, los planos alejados, los personajes lacónicos, las largas secuencias sin música, el héroe rebelde. Quizás lo que le falta a Bullitt es más carisma.

La cinta dirigida por Yates en 1968 es una película abrumadoramente lacónica. No hay muchos diálogos, y los que hay son breves. Es cierto que la trama tampoco es demasiado densa pero ello contribuye a generar una excelente atmósfera. El espectador termina por atender otras minucias, pequeños detalles que hacen a los personajes. Por momentos parece un documental. Lo interesante es que todos los trucos del director se basan en la expresividad de Steve McQueen, que aquí ofrece una de sus mejores interpretaciones. Es sorprendente lo que hace con tan poco diálogo. Gestos naturales, un par de frases que definen su personalidad, una actitud silenciosa, inteligente, desconfiada. Es obvio que el filme no sería lo mismo con otro actor.

Si bien las actuaciones van de muy bueno a excelente, el guión tiene un par de agujeros pero el clima del filme hace efectivo pensar en el mundo violento donde Bullitt se desenvuelve, y los largos silencios sirven para potenciar tanto las escenas dramáticas como las de la acción. El poder de impacto del filme está intacto.

Y por supuesto está la larga y memorable persecución en San Francisco. Es la primera escena de su tipo, filmada de un modo moderno, con planos traseros de los autos, velocidad y notable tensión. Lo que más impresiona de la escena es que está filmada sin música ni diálogos, y la única banda sonora es el rugido de los motores de los dos coches. Pero además el tono es acorde al del film; hay actuación en medio de la persecución. Los asesinos se lamentan, se meten en aprietos en el tráfico, se preocupan; Bullitt observa, decide.



Bullitt sigue siendo una película notable, un verdadero clásico. El primer policial moderno que, a 46 años de su filmación, no ha perdido su carisma. Habrá que volver a verla.



lunes, 15 de diciembre de 2014

Guau!

You're the keeper of the seven keys / that lock up the seven seas...



domingo, 14 de diciembre de 2014

Cachitos de "periodismo" III

De la nota de prensa enviada por el Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera, convocando a los medios al acto institucional del Día de la Constitución. Copio literalmente.

"El evento comenzará a las 11,00 horas y, además de la entrega de la Insignia de Oro de la Ciudad a las citadas entidades, también contará con las intervención al público asistente de los portavoces o representantes de los cuatro grupos políticos con representación en la actual configuración de la Corporación Municipal, además del alcalde, Ernesto Marín".

Falta de concordancia de número, incorrección en el uso del complemento directo de la oración, alargamiento innecesario de la construcción de la misma... En solo cuatro líneas no se pueden cometer más irregularidades lingüísticas-periodísticas.



sábado, 13 de diciembre de 2014

La azotea mental

Hay quien se empeña en algo y no para hasta conseguirlo. En 1986, Roman Polanski fracasó estrepitosamente con Piratas, un intento por recuperar el cine de tesoros y bucaneros (con el gran Walter Matthau al frente del reparto). Diez años antes todos los grandes estudios se habían negado a financiar este proyecto a pesar de contar con Jack Nicholson como protagonista en aquel entonces. Lo que sí permitió aquella pequeña derrota es que se embarcase en la que para muchos es la mejor película de su carrera: El quimérico inquilino.



El germen del filme está en un libro de Roland Topor. Miembro del Grupo Pánico creado por Alejandro Jodorowski y Fernando Arrabal, Topor escribió una obra a la que se alabó en su momento. Polanski se sintió atraído por dos de los niveles que presentaba este trabajo: su asfixiante terror psicológico y un inteligente cuestionamiento del proceso de reafirmación individual del ser humano. El propio Polanski se encargó de encabezar un reparto en el que destacaba una emergente Isabelle Adjani. Junto a ella dos veteranos de Hollywood (Melvyn Douglas y Shelley Winters).

El quimérico inquilino cuenta la historia de un conserje que se muda a la habitación en la que una chica intentó suicidarse tirándose por la ventana. A medida que va pasando el tiempo, el nuevo inquilino se convence de que sus vecinos intentan conducirlo a un estado de paranoia para que también salte por la ventana.

Recuperada en los últimos años como la obra que condensa los rasgos distintivos de su autor, El quimérico inquilino supone uno de los ejercicios más intensos de Polanski dentro de sus continuos recorridos por los recovecos de la mente humana. Recibida con frialdad por parte de crítica y público, esta arriesgada propuesta resultó en su día algo desconcertante. El cineasta polaco estaba en plenitud creativa, y le fue posible llevar a cabo este trabajo gracias al éxito de Chinatown (1974). La cinta se estructura en diversas disociaciones, rupturas con la realidad en sucesivos niveles. Conforme avanza el metraje la trama adquiere tintes irreales y una serie de prodigiosas secuencias revelan distorsionadas percepciones que se disuelven con la realidad.

En el imaginario colectivo permanecen las ondulantes manos en el fantasmagórico pasillo de Repulsión (1965) que intentaban atrapar a su protagonista, las grietas que rajaban las paredes como proyección de su locura. Tal vez El quimérico inquilino no ha alcanzado esos niveles de popularidad, pero es un paso más allá en el interés del realizador por explorar los distintos estados de alienación.



viernes, 12 de diciembre de 2014

BoCabulario XIII

Orgasmo = Comfortably numb.

Y si no me creen, disfruten (sobre todo a partir del 4:55).





jueves, 11 de diciembre de 2014

1999


Putas ganas de seguir el show
ni de continuar mintiendo
y en un travelling algo veloz
sale un "fin" en negro.





Peter Pain




I don’t want to be crippled and cracked
Shoulders, wrists, knees and back
Ground to dust and ash
Crawling on all fours
When you’ve got to feel it in your bones
When you’ve got to feel it in your bones
Now I can’t climb the stairs
Pieces missing everywhere
Prozac painkillers
When you’ve got to feel it in your bones
When you’ve got to feel it in your bones
And I used to fly like Peter Pan
All the children flew when I touched their hands
When you’ve got to feel it in your bones
When you’ve got to feel it in your bones


No quiero estar lisiado.
Hombros, muñecas, rodillas y espalda.
Reducido a polvo y cenizas,
arrastrándome a gatas.
Cuando debías haberlo sentido en carne viva.
Cuando debías haberlo sentido en carne viva.
Ahora no puedo subir escaleras.
Piezas que faltan en todas partes.
Analgésicos Prozac.
Cuando debías haberlo sentido en carne viva.
Cuando debías haberlo sentido en carne viva.
Solía volar como Peter Pan.
Los niños volaban al tocarles las manos.
Cuando debías haberlo sentido en carne viva.
Cuando debías haberlo sentido en carne viva.

Bones. Radiohead.



miércoles, 10 de diciembre de 2014

Reservoir pics VIII

Padre e hijo.




martes, 9 de diciembre de 2014

Acordes y acuerdos

Siente la punzada de la música dentro de tí, cerca del corazón. Que se te remuevan las tripas. No escuches con los oídos, trata de que se te meta dentro y deja la mente en blanco.

Así me enseñaron a escuchar música, sea el género que sea, aunque sirve especialmente para aquellos a los que menos acostumbrados estamos. Lo bueno es que eso me lo dijeron a mi (y a mis compis de clase) hace ya más de veinte años y me ha servido como guía para enfrentarme a desafíos sonoros.

Porque de desafío sonoro cabe calificar The Musgö Project, la propuesta musical y sensitiva de Mar Gabarre que presentó el sábado pasado en el Teatro Moderno. Un recorrido por su primera maqueta que intercaló con videoproyecciones y recitado de algunos poemas propios. Mar llevó hasta el Moderno los sonidos de su arpa paraguaya y los matices de una voz que combina tonalidades aguerridas con otras más delicadas, complemento ideal para un instrumento que no cansa al oído pero que resulta el compañero ideal del cancionero de la artista chiclanera porque en ocasiones llena la estancia donde es tocado. Así ocurrió en el Moderno y así lo pudimos sentir. Lástima que el espectáculo quedara algo deslucido en los cambios entre canción y canción. Algún acompañamiento musical (previsto, pero que al final no pudo concretarse), mientras Mar se preparaba para el siguiente número, habría dado mayor continuidad, coherencia y sintonía a un concierto que tuvo momentos líricos excitantes cuando el arpa se convertía en protagonista, pero que decaía algo cuando la cantante empuñaba la guitarra (aunque en estos números, la voz emergía como protagonista).

Sin embargo, el repaso que hizo a su maqueta nos dejó muestras de lo poderosa que puede llegar a ser esta artista si su empeño en dar un hueco al arpa en la música popular llega a cuajar, algo de lo que no dudamos en absoluto. Temas como Mama told me o Don't look back sonaron poderosos en escena, y en esencia los seis temas que conforman su primer trabajo nos hacen pensar en que Mar Gabarre se ha quedado corta en sus aspiraciones. Demuestra una pulsión de artista excitante y que el desarrollo de sus derroteros musicales con el arpa están aún por escribirse.

De acuerdo estamos en que la música de Mar Gabarre vuela alto, que hay que escucharla sin prejuicios, con ganas de experimentar. Solo así llegaremos a la sensación de que los acordes nos suenen plenos de significado. Solo nos queda animar y aplaudir a los artistas que, como Mar, se dedican a patearse caminos tan tortuosos, pero a la vez, interesantes.




lunes, 8 de diciembre de 2014

Ese 8 de diciembre de hace diez años

Unos días antes estaba un poco deshecho. Más bien hecho... hecho mierda. Había cerrado una etapa genial en mi vida. La había dejado atrás porque había que renovarse, hacer otras cosas, mirar hacia delante y no estancarse, pero me vi sumergido en ciertas decisiones poco afortunadas. A decir verdad, todo lo que hice en esos días fue beneficioso, aunque no demasiado lucrativo. No lo puedo remediar, le tengo gusto a la cosa crematística porque me da para sobrevivir.

Unos días antes estaba un poco deshecho, pero una llamada me alegró. Estaba viendo en mi casa Yo, robot (esa decepcionante adaptación de los relatos de Asimov) y hablar con Miguel fue como si me dieran un billete gratis para viajar en el Halcón Milenario surcando el hiperespacio. Al día siguiente, 8 de diciembre (festivo para más señas), debía estar con lápiz y papel en el Campo Municipal de Deportes. Partidazo del grupo X de Tercera División entre el Chiclana CF y el Betis B. ¿Así, Miguel, sin anestesia? Sin anestesia y con frío. Ese fue mi primer día "oficial" trabajando para Chiclana Información, el lugar donde me forjé como periodista, donde aprendí el oficio, donde me la pegué algunas veces, pero donde salimos triunfantes unas cuantas más.

La modesta pero inexplicablemente acogedora redacción del Información no era nueva para mi. Desde hacía un tiempo ejercía de columnista gracias a la amistad que mantenía con uno de los trabajadores de esa santa casa. Jesús Aragón fue el que me introdujo en ese mundo y el que me presentó a Miguel Verdugo, mi jefe desde aquel día. Congeniamos bien los tres y el aburrimiento y el no tener mejor cosa que hacer, provocaba que pasara mucho rato por allí. Eso, y que tenía internet gratis.

Pero volvamos a esa fría tarde de fútbol. Llego al Municipal y me presento. Me hacen poco caso, excepto algunos conocidos como Antonio Verdugo, entonces director de Radio Chiclana, que me ayudan a integrarme un poco. Pero lo importante no era hacer amigos, era salir del paso ese día. Chiclana y Betis B empataron a cero en un partido malísimo. Así que si seguía en el puesto después de la primera crónica, eso era lo que me esperaba. Fútbol de Tercera.

La redacción de Deportes del Información y dos ciclistas...

El gran Paco Muriel, fotógrafo del Información, me dio la tarjeta de memoria de la cámara y salí pitando en cuanto terminó el partido. Miguel me esperaba en la redacción. Me ayudaría a enviar la crónica a través del servidor, además de socorrerme en temas de maquetación y fotografía. Elegimos el diseño de página y empecé a escribir, mientras en Jerez (donde estaba la rotativa y donde aún está) se impacientaban porque mi página no llegaba. Tengo la sensación de que tardé mil años en acabar la crónica de un partido insulso que ni siquiera me dio la oportunidad de narrar un gol. Después haría cientos de crónicas en diez minutillos. Ese día repartí ceros a discreción entre casi todos los jugadores (ahí empezó mi fama de polémico en el mundo del deporte chiclanero) y después de corregir, aprender el sistema de guardado de páginas, fotos, etcétera, mandamos la crónica de ese interesantísimo choque. Fin de mi primera jornada laboral. Miguel se fue y yo me quité un peso de encima. Al día siguiente volvería...

Tras eso vinieron cuatro años de periodismo. Una carrera acelerada, examinándome cada día en cada especialidad: reportaje de investigación, entrevistas, crónica cultural, mucho deporte, mucha calle, ruedas de prensa inanes, llamadas telefónicas para buscar temas, enfrentamientos (algunos públicos y otros privados), muchos amigos y una intensa labor social que el Información desarrolló durante esos años, primero teniendo como compañero redactor a Jesús y luego a Ana Rodríguez para finalizar con Felipe Bello. Muriel también pululaba por allí como nuestro referente gráfico a pesar de que nos habían dado cámaras para hacer el trabajo que solo un fotógrafo sabe hacer. Al frente de la nave, Miguel y su habitual, su habitual... bueno, Miguel Verdugo es Miguel Verdugo. Se le quiere, y punto. Y yo en especial, le quiero porque me dio esa oportunidad en un momento jodido, porque me enseñó todo lo que sé de periodismo y porque diez años después sigue siendo amigo mio. Y mira que algún que otro desaire tuvimos a cuenta de según qué tipo de informaciones publicábamos, pero mientras fuera eso...

Falta Felipe Bello... pero es que se dejaba retratar poco. Además, llegó más tarde.

Podría llevarme horas escribiendo sobre mis recuerdos del Información. Tantas como todos los que trabajamos en ese proyecto le echamos a levantar un periódico que durante un tiempo supo ser el que publicara las noticias más jugosas de una Chiclana que vivía tiempos convulsos. El todopoderoso Diario de Cádiz tuvo que inclinar muchos días la cabeza ante un trabajo bien hecho en una redacción pequeñita que casi fue nuestra casa durante esos años. Ojalá se volvieran a vivir esos tiempos porque en este caso, el tiempo pasado sí que fue mejor.

Y todo eso empezó un 8 de diciembre. Hoy hace diez años...



domingo, 7 de diciembre de 2014

Reservoir pics VII

¡Tú!




sábado, 6 de diciembre de 2014

Reservoir pics VI

Pájaros de mucho cuidado.




viernes, 5 de diciembre de 2014

Oliva Sabuco. El olvido y la razón

Podría haber sido una mujer más. Una mujer del siglo XVI, de esas que por ser simplemente mujer, no eran nada. Pero Oliva eligió ser mujer y persona, y por ello tiró de rebeldía para enfrentarse a su mundo desde un pequeño pueblo de la Sierra del Segura para convertirse en una de las más eminentes humanistas que España ha dado.


La historia de Oliva Sabuco es injusta por el desconocimiento que existe sobre ella. El hecho de ser mujer ha pesado mucho en esta jugarreta que la Historia le impuso: el eliminar su rastro del olimpo de grandes nombres de la ciencia. Quizás también jugó en su contra el hecho de la controversia sobre sus logros. De nuevo, el hecho de ser mujer hizo que se quisiera negar la evidencia.

Pero, ¿quién fue Oliva Sabuco? En Albacete empecé a saber de ella. Un instituto de Secundaria lleva el nombre del padre. Leí algo sobre su vida en algún texto publicado por el Instituto de Estudios Albacetenses y luego me encontré con una referencia a su nombre en La habitación de Fermat, una película de hace unos años. Oliva no fue una mujer de su tiempo, porque ella supo ir más deprisa que los años que le tocó vivir. Oliva Sabuco es una humanista, concepción que creo atinada para describir los múltiples logros de una mujer que debe desprenderse del halo de olvido que le sobrevuela.

Hablamos de una España en la que reina Felipe II. La España imperial, donde no se ponía el Sol, donde gobernaba un rey a medio camino entre las tinieblas de sus profundas creencias católicas y su incesante cabezonería por saber y aprender. Porque el segundo de los Habsburgo que reinó en este país, por mucho que la Leyenda Negra inspirada por Guillermo de Orange quisiera ocultar, era un tipo ilustrado. En el retrato que Henry Kamen hizo de este monarca (Felipe de España, Ed. Siglo XXI, 1997), se ve a un rey preocupado por los avances de su época aunque la balanza se inclinara hacia un fanatismo e intolerancia justificada por su propensión a hacerle demasiado caso a la curia vaticana.

En ese contexto, el Renacimiento español llegó, se quedó un poquito, caló algo y se fue tal y como había venido. El aire fresco en la ciencia y las artes impregnó más a las segundas que a la primera, aunque de nuevo tuvimos que lamentar otra ocasión perdida para España. Da igual, estamos acostumbrados a perder trenes constantemente.

Quien sí se subió al tren renacentista fue una joven acomodada nacida en el seno de una familia radicada en Alcaraz (Albacete). Oliva Sabuco se aprovechó de un ambiente único en el seno familiar. La relación de su padre, un potentado boticario que luego probó suerte en la carrera política (fue procurador síndico y letrado), con los humanistas Pedro Simón Abril y Luis Vives, hizo que la joven Oliva se educara en casa bajo las enseñanzas de tan distinguidos preceptores y bajo el abrigo de una muy buena biblioteca en la que estuvo arropada por lecturas clásicas. Acudía regularmente a las tertulias ilustradas del pueblo donde completó enseñanzas y sin pisar suelo universitario se convirtió en una de las mentes más preclaras del país casi sin proponérselo.


Tan solo cuatro años después de desligarse de la tutela de Simón Abril, Oliva publicó en 1586 la Nueva Filosofía de la naturaleza del hombre, no conocida ni alcanzada de los grandes filósofos antiguos, la cual mejora la vida y salud humana. Compuesta por doña Oliva Sabuco. En resumidas cuentas, la Nueva Filosofía, un manual científico-filosófico y de medicina que Sabuco tardó menos de cuatro años en pergeñar y escribir, bajo la amenaza de una sociedad oscurantista y del riesgo de persecución religiosa. La Inquisición campaba a sus anchas y Oliva lo tenía todo para ser señalada: mujer y con "peligrosas ideas". Tan peligrosas como crear un corpus conceptual que atacaba la medicina tradicional procedente de las enseñanzas de Aristóteles, Hipócrates y Galeno.

Pero, ¿fue realmente Oliva Sabuco la autora de la Nueva Filosofía? Algunos autores lo discuten y se lo atribuyen a su padre Miguel, aunque los estudios más fiables y la lógica imperante, implican que fue la propia Oliva la responsable del texto. Su padre, únicamente trató de protegerla del Santo Oficio y para que no quedara "de mentirosa frente al Rey y la Inquisición". Luego, una rencilla familiar y el influjo de su segunda mujer, hizo que Miguel Sabuco impusiera la idea de que fue él el verdadero autor de la obra, aunque como ya he comentado, quedó desautorizada esta idea por postreras investigaciones.

Y es que no es baladí el debate sobre la autoría de una obra que es el culmen de la ciencia y la investigación a finales del XVI y principios del XVII: ideas novedosas sobre medicina, higiene y filosofía, demuestran una suma de conocimientos y una sagacidad poco comunes, especialmente en la manera sobre cómo atajar epidemias, observaciones sobre la circulación de la sangre (escasamente 30 años después de la muerte de Miguel Servet, quemado en la hoguera por sus investigaciones hematológicas), la localización del alma en el cerebro estableciendo una primacía orgánica de la masa gris sobre los testículos (según exponía Galeno), entre otras aportaciones singulares. La Iglesia, como es lógico, empezó a poner su vista sobre la Nueva Filosofía y Oliva Sabuco.

Sin embargo, ni la Iglesia ni la cerrazón social impidió que el tratado escrito por Oliva empezara a difundirse. Ediciones en Madrid, en Lisboa, en Braga... dieron fama a una obra que incluso vaticinó con siglos de antelación aspectos novedosos en las ramas de la Zoología (al hablar de que los animales comparten con los humanos cierta vida afectiva) y la política. Es curioso que en la parte de la Nueva Filosofía llamada Tratado de las cosas que mejoran la república, Sabuco hablara de la importancia del conocimiento de la naturaleza humana para el desarrollo de la política. Muy actual, como pueden ver.


La poderosa huella de Oliva Sabuco y de su Nueva Filosofía llega hasta hoy. En los últimos años han sido varias las monografías y los estudios dedicados a su figura y a su obra, incluso alguno llegado desde Estados Unidos, donde se publicó en 2007 por primera vez en inglés, la obra de Oliva Sabuco. A pesar de intentos últimos por hacer ver que fue Miguel y no Oliva, el autor de la Nueva Filosofía, las investigaciones más fehacientes sobre el contexto social y familiar de los Sabuco, indican que Oliva, a pesar de ser mujer en esa oscura España, tuvo la valentía y los conocimientos precisos para edificar una obra monumental. Una obra que nos ha llegado hasta nuestras días con plena vigencia y con la fuerza de una mujer memorable.

Démosle su sitio en la Historia.



jueves, 4 de diciembre de 2014

Reservoir pics V

Mi psicoanalista me advirtió de tu bisexualidad, pero eras tan guapa que cambie de psicoanalista.




miércoles, 3 de diciembre de 2014

El tipo duro que aprendió a tocar corazones


Querido Clint: Antes que nada, felicitarte por tus 84 primaveras tan bien llevadas, que llegar ahí es un logro. Desprendido del aroma de la cortesía, quiero enviarte con estas letras el deseo de que sean otros tantos años los que vivas para poder seguir maravillándonos con tu maestría. Queremos seguir viendo al Clint canalla de El sargento de hierro o El principiante, al Clint crepuscular de El jinete pálido o Sin perdón, al Clint implacable vestido de Harry Callahan, al Clint sentimental (sí, señores, él también sabe hacerlo), de Los puentes de Madison.


Es un deseo de muchos el que sigas al pie del cañón ofreciéndonos películas que se convertirán en obras maestras o no, pero que a buen seguro, darán que hablar porque eres CINE. Representas eso que ha dado en llamarse "la fábrica de sueños". Da igual que fueras vestido con ajado poncho, con traje de corte setentero, con atuendo de predicador con el alma atravesada por disparos lejanos o liándote a mamporros al lado de un simio gigante. Los que has hecho por nosotros no tiene precio. Nos has alegrado el día, nos enseñaste que el mundo se divide entre los que cavan y los que tienen un revólver (y que es mejor tener uno a mano y no necesitarlo, que necesitarlo y no tener uno a mano), y que los días de suerte son aquellos en que no tienes delante una Magnum 44.

Todo esto (y más) es Clint Eastwood, el tipo duro que creó escuela en las películas del Oeste de Sergio Leone y que, años después, se reinventó como analista minucioso de los sentimientos más intensos. El último gran clásico del cine.

De Almería al estrellato
Eastwood y su rostro impenetrable dieron clase al spaguetti western y convirtieron en icónica la imagen del sombrero, el poncho y el cigarrillo puro zurcido a la comisura de los labios en una trilogía para la historia: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966).

Esos papeles le llegaron después de protagonizar algunos filmes de serie B y encarnar durante siete años a Rowdy Yates en la popular serie estadounidense Rawhide, también ambientada en el Oeste. “Estaba cansado de interpretar al vaquero ejemplar”, reconoció el propio actor. “El héroe de Leone era diferente. Una figura enigmática con tonos satíricos que funcionaba en el contexto de la película”, añadió.

Con el último filme de la saga de Leone su fama se disparó y entró de lleno en el firmamento de Hollywood, lo que le permitió trabajar en varias ocasiones con Don Siegel (La jungla humana, 1968; Dos mulas y una mujer, 1970, y sobre todo El seductor, 1971), del que aprendió varias de las claves que posteriormente desarrollaría como cineasta. Y también su economía de medios, ya que Siegel se caracterizó por trabajar con presupuestos ajustados y tomas a la primera, señales patentes en el cine del Eastwood director. En ese mismo año debutó tras las cámaras con el thriller Escalofrío en la noche (1971), donde ya dejaba pistas sobre los terrenos pantanosos y perturbadores que le atraían como narrador, e interpretó uno de los papeles más recordados de su carrera: el del taxativo inspector de policía Harry Callahan y su Magnum 44 en Harry el sucio, de nuevo a las órdenes de Siegel, que vería hasta cuatro secuelas.

Sin embargo, el tándem con el director recogería sus mejores frutos en la mítica La fuga de Alcatraz (1979). En los 80 se volcó en su faceta como realizador y de ahí salieron éxitos como la cuarta parte de la saga de Harry Callahan, llamada Impacto súbito (1983) que a mi particularmente me encanta, o las recordadas El jinete pálido (1985) y El sargento de hierro (1986). Y cuando todos pensaban que el declive de Eastwood había llegado, el larguirucho californiano se reveló como uno de los autores más importantes del último cine estadounidense.

Premios
Ganó dos premios Oscar, a la mejor película y al mejor director, por Sin perdón (1992), en su primera colaboración con su amigo íntimo Morgan Freeman. Eastwood dedicó el filme en los títulos de crédito a Siegel y Leone.

Doce años después repitió éxito gracias a Million dollar baby, además de ser candidato en esas categorías por Mystic River en 2002 y Cartas desde Iwo Jima en 2006, en las que incluso se animó a componer la banda sonora, sustituyendo a su inseparable Lennie Niehaus.

Desde que filmara en 1988 Bird, la biografía sobre el saxofonista Charlie Parker, Eastwood sorprendió con una voz y estilo propios, encadenando trabajos de hondo calado emocional y reflexiva emoción. Logró, incluso, el milagro de enamorar a la reina del drama, Meryl Streep, en Los puentes de Madison (1995), que sí tios, es un peliculón.

Quién se lo iba a decir a ese bebé que pesó más de seis kilos al nacer en San Francisco, hijo de dos trabajadores de una fábrica, y que se libró de ir a la guerra en Corea, confinado en el cuartel como instructor de natación.

El mismo que tuvo cinco hijos con siete mujeres -se casó con Maggie Johnson y Dina Ruiz, con quien vivía desde 1996 y de la que se separó en 2013- y que manifestó que Gran Torino (2008) sería su testamento como actor, pero no, luego ha hecho otras... Eso sí, su carrera como director no cesa. Thriller sobrenaturales, testimonios costumbristas, biopics...

El mundo del cine, no obstante, se resiste a creer que ya no volverá a ver a Eastwood en la gran pantalla. Ese tipo de gesto hosco que pronunció frases para la posteridad tiene que volver. Necesitamos una garantía de ello, aunque seguro que él nos diría que si queremos una garantía, nos compremos un tostador.



martes, 2 de diciembre de 2014

Reservoir pics IV

Stanley Kubrick. Fotógrafo. Años 40. Revista Life.




lunes, 1 de diciembre de 2014

Take the money and run


15.750 euros. Eso es lo que se van a repartir las asociaciones y entidades culturales que solicitaron acogerse al programa de ayudas municipales. En concreto, once colectivos que presentaron su solicitud, programa, proyecto, lo que sea.

Me voy al pie de la letra. A la literalidad de lo que pide el Ayuntamiento a estas entidades: "La dotación de estos fondos sirve para intensificar el apoyo que desde Cultura se quiere dar a las diferentes actividades culturales que se llevan a cabo en Chiclana". Dicho de otra forma, dinero para aquellos colectivos que trabajen en pro de la cultura. Cultura... cultura, eh... Cultura como los toros. Una escuela taurina ¡municipal! y una peña ídem (que tiene la misma denominación y me juego el cuello a que la misma directiva) son beneficiarias de estas ayudas. Dos entidades (¿o una?) que se dedican a la muy elevada actividad cultural de los toros que se llevan no una, si no dos subvenciones.

Toros y... sí lo han adivinado. Mundo cofrade, capillitas y religiosos en general. Tres subvenciones para tres entidades que se dedican también a la muy elevada actividad cultural de la creencia en Dios. En el Dios católico, claro. Una peña de costaleros que todos los años hacen su "semana cultural"; una asociación que hace una exposición de carteles de Semana Santa y una asociación juvenil cuya subvención irá destinada a (y copio literalmente de la nota de prensa enviada por el equipo de Gobierno) "la segunda fase de restauración de San Juan Bautista". Suponemos que una talla del santo y no del templo en sí, porque si no, no sé qué puñetas pinta el Obispado en eso de "conservar el patrimonio eclesiástico". Ah no, que eso lo hacen el Estado o las autonomías con fondos de todos para el culto de unos pocos. En fin...

Lo que decía. Dos colectivos (¿o uno?) taurinos y tres entidades de corte religioso que se llevan los jurdós destinados a la promoción y el fomento de la cultura. Y luego algunos nos quejamos que no hay dinero para el teatro... ni para el Conservatorio... ni para comprar libros en la (única) Biblioteca... ni para la Banda de Música... ni para crear una filmoteca o un cine-club... ni para descentralizar la programación cultural... ni para tantas otras cosas...

Menos mal que sabremos más de toros y del Dios católico.