lunes, 9 de marzo de 2009

EL FEIL (Y II): MOMENTO DE ACTUAR


C
alma tensa, espera impaciente, las cifras que atosigan y que cada vez más, asustan. El paro sigue ahogando el sistema económico español (y el mundial), y por eso se necesita la puesta en marcha de políticas activas que por lo menos hagan menos doloroso el tránsito in hac lacrimarum vallem en el que se ha convertido la dichosa crisis económica.

De vuelta al tan cacareado Fondo Estatal de Inversión Local (del que desde este mismo foro ya hemos cantado sus excelencias), reiteramos su utilidad en momentos de incertidumbre conómica. Albacete fue de las primeras ciudades en apuntarse al “chollo” de los millones de Zapatero, y en seguida presentó una batería de acciones a realizar a lo largo y ancho de la ciudad... y también de las pedanías, grandes olvidadas en ocasiones, de forma injusta en la gestión municipal. Pero ahí están las medidas publicitadas por el Ejecutivo presidido por Carmen Oliver: equipamiento social, infraestructuras, instalaciones deportivas, dinero para iniciativas medioambientales... Un maná que ha sido acogido con regocijo por todos los ayuntamientos de España (bueno, por casi todos), y que aunque no asegura una salida de la crisis, ni tan siquiera un problema al galopante aumento del desempleo, sí que servirá para reactivar en cierto modo el tejido industrial y empresarial del país.

Lo que ocurre es que, siendo bueno, el plan de Zapatero debería reformularse para el futuro como una aportación continuada de la Administración General del Estado hacia el poder local, tan olvidado en los años que llevamos de democracia. Los ayuntamientos ya no son el cortijo particular de un cacique, sino una institución en la que participamos todos y que todos sufrimos si su supervivencia es tan precaria.

El equipo de Gobierno de Albacete es avispado. Sabe que tenía que agarrarse a ese clavo. La ciudad aprovechará el FEIL pero en esta situación no cabe bajar la guardia.

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