miércoles, 25 de marzo de 2009

AQUI NADIE TIRA LA TOALLA


P
arece que ante el tsunami que estamos padeciendo con esta fase de recesión de la economía, todos los esfuerzos parecen baldíos por mucho proyecto o mucho fondo que se presente. Pero lo cierto es que ante una crisis tan imprevisible y con tantas ramificaciones (afecta a la esfera financiera, tumba el sector inmobiliario y de la construcción, mina la capacidad de ahorro de las familias, arroja al averno del paro a miles de personas...), es complicado acertar con las medidas que durante los últimos meses han surgido esperando ser la panacea que nos salve del desastre global.

Ya lo advertía hace unos días el Nobel de Economía, Paul Krugman. La situación en España es terrible ya que el país tiene un modelo productivo basado en un par de sectores y la diversificación no ha sido una de nuestras señas de identidad. Así nos luce el pelo.

Pero debemos ser optimistas y apostar por seguir arbitrando medidas, que aunque no “curen el resfriado”, por lo menos sí alivien los síntomas más molestos. Por lo tanto, son absolutamente loables medidas como el Plan de Empleo de Acción Local y Autonómica, una nueva herramienta que impulsa la Junta de Comunidades y que aporta ayudas y proyectos para que ayuntamientos y mancomunidades puedan aliviar la situación de desempleo que se vive actualmente en la región.

Seríamos unos ilusos si creyéramos que ésta va a ser la solución, pero no es menos iluso aquel que tira por tierra los esfuerzos de los Gobiernos central y autonómico para luchar contra la negativa coyuntura económica. Este plan en concreto, presentado hace unos días en Albacete, tiene como gran aliciente su transversalidad, puesto que apuesta por generar empleo de calidad en sectores tradicionales, aunque no deja de lado, a las personas que llevan más tiempos sufriendo el drama del paro.

Y tras estos esfuerzos, pueden llegar luego los agoreros que hablan de pasividad ante la crisis. Es muy fácil hablar, pero sale caro proponer soluciones.

2 comentarios:

Alfonso Piñeiro dijo...

De hecho, querio Bolaños, dos aspectos que pueden hacer capear mejor la crisis a Castilla-La Mancha son sus inversiones públicas, más densas, complejas, amplias e innovadoras que en la media nacional, y la cierta superviviencia digna de sus exportaciones. Ahora, si una de las dos se trunca, entonces será inevitable el colapso. A pesar de esas políticas tan acertadas (y dejando aparte el affaire CCM), CLM ha cerrado 2008 e iniciado 2009 con muy malos datos: segundo peor crecimiento del PIB, primera comunidad con IPC interanual negativo y única región en ceder (un 0,5%) la renta per cápita.

Los esfuerzos de la Junta son denodados. Pero la situación castellano-manchega es, si cabe, más alarmante por la falta de inversión privada real. Su gran oportunidad: energías renovables, informática, aeronáutica y biomedicina. Ojalá las sepa aprovechar, pero para ello hacen falta empresarios menos meapilas.

Miguel A. dijo...

Volvemos a lo mismo, querido Alfonso. Uno de los principales problemas es la escasa diversificación de la economía. Y es que no me creo que nuestros empresarios sean tan emprendedores como los pintan...
Me sumo a tu deseo de que esos "nuevos" sectores, reactiven el tejido productivo.
Ciao...