miércoles, 7 de enero de 2015

Rufus y la tela de araña


No puedo encontrar a nadie tan radicalmente opuesto a la obra de Paloma García "Rufus", como Jean Baptiste Camille Corot. El gran pintor de paisajes francés (muy académico él, pero que en honor a la verdad fue gran influencia de los impresionistas), expuso cierto día en el que estaba inspirado, su idea de para qué sirve el arte. "Déjate guiar sólo por las emociones. Abandónate a tu primera impresión. Si algo te ha conmovido realmente, transmitirás la sinceridad de tu emoción a los demás". Paloma da pleno significado a esa frase con sus obras, recopiladas bajo el epígrafe Barajustes 2, que hasta el próximo 30 de este mes, podrá visitarse en las salas de exposiciones de la Casa de Cultura.



La coincidencia del pensamiento de Corot con el trabajo de Rufus es completa puesto que no vale quedarse con primeras impresiones a pesar de que el fogonazo visual preste su utilidad para, en primer lugar, llamarnos la atención sobre una artista que busca jugar con nuestros sentidos. Pero viajemos a través de las múltiples capas que la pintura y las composiciones de Paloma poseen. Sus abstracciones te cogen de la mano y te piden un esfuerzo por investigar en sus múltiples recovecos y en ese proceso, el visitante podrá comprobar la hondura emocional de una obra que los trata en posición de igualdad. Arte emocional e inteligente que requiere de inteligencia emocional para ser contemplado. No puede ser de otra manera.

Por otra parte, hay un sentimiento puro en el arte creativo de Paloma García. Un anhelo suprematista, en el sentido que a la palabra le daba Malevich. Precisamente, el trabajo de nuestra protagonista busca la supremacía de un sentimiento (de sentido, de sensorial) para alcanzar la comprensión del arte. Y Paloma lo consigue a base de estructuras complejas, poliédricas, con capa sobre capa, con texturas polimorfas y manchas con altas dosis conceptuales. Esa suma de condicionantes morfológicos impregnan la obra de Rufus de un estilo personal que sustenta sus pilares sobre la Abstracción, pero que juega a veces con el naïf y en otras ocasiones con el Fauvismo y el Expresionismo.

"El artista es un receptáculo de emociones que vienen de todas partes: del cielo, de la tierra, de un trozo de papel, de una forma pasajera, de una tela de araña", decía Picasso. Puede que al pasarnos por Barajustes 2, Paloma García nos haya atrapado en su particular tela de araña. Sumérjase en su mundo si no tiene nada mejor que hacer.

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