UNA VEZ A TIEMPO

S
e abrió la veda en cuanto el PP ganó las elecciones en Albacete y en Castilla-La Mancha. Fueron muchos (siguen siéndolo a día de hoy), los colectivos que empezaron a pedir cuentas -nunca mejor dicho- a los que iban a ser nuevos gobernantes tanto en el Ayuntamiento como en la Junta de Comunidades.

Se sabía desde hace tiempo que la crisis económica estaba provocando problemas importantes en el pago a proveedores y a asociaciones asistenciales. No llegaba el dinero de los contratos ni el de las subvenciones, y la gente empezaba a preocuparse porque seguían abasteciendo a las administraciones en un caso, y se prestaban servicios básicos y complementarios a los oficiales, en el otro.

La espita se abrió liberando toda la presión y ahora todo son críticas a los anteriores gestores socialistas. Si como dice el PP, hay una manifiesta mala gestión en lo económico, el PSOE deberá dar explicaciones de estos desajustes, por mucho que la crisis sirva de acicate para explicar estos problemas.

Ahora bien, no es momento de críticas exageradas, y sí de trabajo esforzado por dar cumplida respuesta a las demandas de proveedores y de colectivos. Aquí todo el mundo debería arrimar el hombro: los gobernantes por ser quienes tienen la posibilidad directa de arreglar esta situación poniendo medidas acertadas para ello, y la oposición desde su conocimiento de la administración y no poniendo palos en las ruedas de decisiones que se antojan vitales para muchas personas. Lo que está claro es que si son tantas las voces que hablan de problemas a la hora de cobrar (servicios de ayuda a domicilio, las farmacias, la universidad regional...), alguien tiene que dar razones convincentes de por qué se ha llegado a esta situación. Eso, y una voz a tiempo, que tampoco hubiese venido mal.

Foto: El Pueblo.