domingo, 3 de julio de 2011

DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA RAZÓN


P
ues ya está, ya se acabó. Tres días de Debate sobre el Estado de la Nación, y sinceramente, en el plano general, más de lo mismo. Zapatero defendiendo su ya legado (Rubalcaba callado, miraba ensoñando que en el próximo él será el que defienda la labor del Gobierno... o de la oposición), y Rajoy pidiendo elecciones anticipadas en vista del agotamiento del Gobierno.

De lo poco interesante que dio de sí el debate, algunas medidas propuestas por el Gobierno en materia económica, pero no en el marco macroeconómico (que de eso ya estamos servidos), sino en una esfera que nos toca más a cada uno de nosotros. Y es curioso que detrás de esas medidas propuestas por Zapatero (y algunas de las que ha dejado sobre la mesa el Partido Popular tras el debate), esté el espíritu del 15-M. No es que sus señorías se hayan desvelado por cumplir todo lo que los indignados solicitan, pero algo de eso sí hay... por ejemplo en la cuestión de las hipotecas.

El Congreso aprobó por unanimidad una resolución sobre hipotecas transaccionada entre PSOE, PP y CiU que sí es un claro guiño al 15-M, aunque no llega a la petición de la llamada dación en pago, esto es, que cuando alguien no pueda pagar su hipoteca, entregue su piso al banco y con eso quede resuelta la deuda, como sucede en otros países, en especial en EEUU. Eso era lo que pedía la izquierda parlamentaria pero el Congreso no llegó tan lejos, pero sí decide iniciar el proceso para modificar las normas que rigen las hipotecas, en la línea que prometió Zapatero en el debate, la de subir el límite de inembargabilidad.

El fondo de la cuestión es que se produzca una transformación en el modelo de mercado hipotecario. Así, se incentivará que la banca ofrezca más hipotecas llamadas de responsabilidad limitada. Con ellas, si no se puede hacer frente a los pagos, basta con entregar la casa y la deuda está saldada. Estas hipotecas existen, pero prácticamente no se usan en España (sí, por ejemplo, en Estados Unidos). La lógica indica que serán más caras y con más condiciones, salvo si el Estado se decide a ser un poquito intervencionista.

La resolución también urge a analizar y supervisar las exigencias para la concesión de créditos hipotecarios, a fin de evitar cláusulas abusivas, que en muchos casos, es donde las entidades financieras obtienen amplios margen de ganancia.

Sobre la inembargabilidad, se insta a elevar a un 50 por ciento del salario mínimo interprofesional el límite no embargable del salario en proceso de ejecución hipotecaria y un 30 adicional por cada miembro de la familia que no disponga de ingresos propios. De esta forma, la cuantía media pasará de 641 euros a 961 euros para personas sin familiares a cargo y podría alcanzar los 1.350 euros para quien tenga a cargo dos familiares sin ingresos.

Esta resolución será trasladada a la subcomisión parlamentaria contra los abusos hipotecarios, en la que se pretende que comparezcan en septiembre representantes de todos los grandes bancosa los que seguro que no gustan demasiado estas medidas, pero corren tiempos difíciles para todos, incluidos para los que piden hipotecas... o sea, los clientes de los bancos. ¿Estarán dispuestos a quedarse sin esos clientes?

Foto: lacasadelarcerojo.es

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