viernes, 10 de septiembre de 2010

QUIJOTES EN EL DESIERTO FINANCIERO


P
ues parece que hay sensatez en el páramo en el que se ha convertido el mundo de las finanzas tras la arrasadora crisis financiera que estamos soportando. Ante ciertos comportamientos erráticos de bancos y cajas a los que la recesión ha sorprendido con el paso cambiado, hechos como la rápida y limpia fusión (denominada Proyecto Dulcinea) de las Cajas Rurales de Ciudad Real, Albacete y Cuenca, suponen un soplo de aire fresco y un espaldarazo a las buenas prácticas empresariales dentro de estas entidades en las que los clientes confían sus ahorros.

Las tres cajas han cerrado su proceso de integración entre iguales con el firme propósito de convertirse en la referencia en Castilla-La Mancha. Ingredientes para ello tienen: solvencia más que demostrada (están en el proceso de fusión sin la ayuda del FROB a la que prácticamente todos han acudido), se va a convertir en la quinta caja del grupo por número de activos y la segunda (ahí es nada) en concepto de beneficios, cuenta con una política social amplia y con fuerte arraigo en las tres provincias. Solvencia, beneficios, universalidad en la atención... tres conceptos que la nueva Caja Rural (que tendrá sede en Toledo por aquello de su capitalidad), quiere imponer como seña de identidad en esta nueva andadura a la que llega como ejemplo de lo que sí se debe hacer en procesos económicos complicados.

Precisamente de Toledo llegan malas caras por lo que el presidente de la Caja Rural de aquella provincia considera un desaire. Sin embargo, la integración también de esta otra “pata” del conjunto, debe ser ahora el fin al que deben ir encaminados todos los esfuerzos. Una gran caja regional que sea un Quijote que abandonando la locura apueste por la cordura en el desierto financiero.

2 comentarios:

Jesús Aragón dijo...

killo, viste mi email???

Miguel A. dijo...

Si... estoy pensando en ellouu.... Este finde te mando algo...