martes, 28 de septiembre de 2010

LOS MISMOS DESAFÍOS... UN AÑO MÁS


N
o es que los jueces trabajen poco, todo lo contrario. El problema llega cuando no se tienen los medios adecuados. Así, el trabajo de los magistrados parece achicarse. Un año más (y van...), la apertura del año judicial vino marcado por ese hálito de la reivindicación, que ya hemos visto reflejado en actos precedentes de similares rasgos.

Tiene razón el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha al precisar que hacen falta más jueces. También que son necesarios más medios materiales para que la necesaria labor de la Justicia se desempeñe con corrección por el bien de toda la sociedad. Es preciso pues, un Plan de Modernización de la Justicia que coloque a esta administración en niveles del siglo XXI y no en los que está actualmente.

Pero aunque se hable de la construcción de nuevas sedes judiciales, de abrir la cartera de nuevos jueces, de modernización, en defintiva, esta debe pasar de forma inmediata por una tecnificación de los trabajos que se acometen en esas sedes judiciales. El gran problema de la administración de Justicia en España es que los manguitos y la visera aún ganan la partida a las tecnologías 2.0. La informatización del sistema es la gran asignatura pendiente de esta institución a pesar de las promesas por parte del Gobierno y de los tímidos intentos acometidos por otros ramales públicos.

Lo que sí se ha conseguido en la Administración general del Estado, en las autonomías, e incluso a nivel local, en Justicia no sólo no se ha catado... es que ni se ha olido.
Por eso, de los actos (que bienvenidos sean para tomar el pulso en este caso a la Justicia española y conocer un análisis en profundidad de su estado de salud), se tiene que pasar a realidades palpables basadas en compromisos estables por parte de quien tiene que poner límites al old fashioned sistema judicial español. Los juzgados minados de papeles, de sumarios metidos en carpetas, es una imagen que tiene que ser erradicada de una vez por todas.

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