jueves, 9 de septiembre de 2010

ALTURA DE MIRAS, PALOS EN LAS RUEDAS


S
obra la demagogia y el partidismo y se precisa más altura de miras en el debate sobre una de las enseñas (pese a quien pese) de la comunidad. Desde que hace año y medio se supo de la intervención por parte del Banco de España de Caja Castilla La Mancha, muchos han intentado torpedear los propósitos para sacar a la entidad de la delicada situación en la que se encontraba, dejando a un lado los intereses generales para escarbar en la inmundicia y sacar tajada política. Es lícito luchar por las ideas propias. Es lógico intentar sacar ventaja ante el rival, pero hacerlo con una entidad que hasta hace poco era la “niña mimada” de la región, es poner palos en la rueda del bienestar de todos.

CCM debe ser asunto de todos, pero hace mucho tiempo que el Partido Popular, que recordemos, formaba parte del consejo rector de la caja, ha dimitido de su función como garante de los servicios de los castellano-manchegos en este asunto. Ha visto una rendija por la que instilar la duda contra el Gobierno de José María Barreda y ahí están, rasca que te rasca, sirviendo a los socialistas la culpa en bandeja.

Ahora abundan con el hecho de que la Justicia tiene que actuar, cuando por otro lado, el Banco de España dejará de tutelar la caja próximamente en vista de que la integración con Cajastur marcha por buen camino. Tanta es la buena nueva que incluso se especula con que no haya una conversión en banco (perdiéndose así la marca de la caja), si no que se espera que la entidad quede como lo que ha sido desde su configuración allá por los inicios de la década de los 90.

Sin embargo, esta no va a ser la última parada del tren de la CCM. El PP buscará tres pies al gato y no cejará en su empeño de depurar responsabilidades. Se espera claridad en las operaciones, de eso no hay duda, pero de ahí a destruir un símbolo, media un abismo.

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