sábado, 7 de agosto de 2010

EL AHORA QUE YA ES TARDE


H
ace una semana, el ex ministro de Economía, Pedro Solbes, rompía su silencio monacal y lanzaba un mensaje que venía con cargas de profundidad: “Ahora se están haciendo las cosas como yo creía que debían hacerse”. Ahora. Esa es la palabra clave de la idea general. Ahora y no antes. Entre una y otra cosa, ahora significa tarde, y la tardanza ha venido provocada por la imprevisión de un Gobierno que ha visto pasar el tren de la crisis como si fuera un rebaño de ovejas... como si con ellos no fuera la cosa.

Más razón que un santo tenía Solbes, a los que algunos han querido colocar el injusto sambenito de adalid del neoliberalismo. Todo lo contrario: la experiencia del ex ministro en capear temporales está demostrada a prueba de recesiones. Lo hizo del 93 al 96 lidiando con una situación muy parecida a la actual y consiguió encauzar la situación de la que luego se aprovechó el Gobierno del PP. Y lo intentó con Zapatero al que abandonó harto de que intentara contemporizar.

Ahora los inescrutables caminos de la cosa económica dan la razón a Solbes. España lleva ya dos trimestres alejada de la recesión. Dos trimestres de crecimiento, que aunque tímido (él último un 0,2 por ciento más), sirven para demostrar que la “cartilla” de Solbes tenía los apuntes correctos para aprobar el examen.

Cabe preguntarse además, si el anhelado crecimiento no podría haber llegado antes. Si de algo tenemos que culpar al Ejecutivo de Zapatero es de su absoluta falta de imprevisión a la hora de coger el toro por los cuernos. No se quiso reconocer la crisis hasta que la propia crisis cubrió con su negro manto las estructuras económicas del país. Ahora el presidente parece decidido a morir en la empresa de sacar a España de la crisis. ¿Saldrá vivo o como cadáver político?

No hay comentarios: