miércoles, 20 de enero de 2010

CON...FITUR...AS


U
no de los mayores escaparates del mundo comienza hoy. La Feria Internacional de Turismo de Madrid, Fitur, comienza su trigésima edición con la intención de olvidarse de la crisis y apostar por la promoción turística como un resorte fundamental para sortear las destemplanzas económicas. En España, más si cabe, puesto que hablamos de la principal industria nacional, que además, se ha visto afectada por los bajos ánimos provocados por la recesión. El país necesita recuperar visitas y en el año pregonado como el de la recuperación, Fitur se convierte en la principal lanzadera para obtener tal fin.

Albacete se suma este año al evento en plenos preparativos de lo que va a ser la celebración del III Centenario de su Feria de septiembre. En los dos últimos años, múltiples han sido las ideas surgidas en torno a este acontecimiento que en teoría, debe poner a la ciudad en el punto de mira de los profesionales del sector, más incluso después de que ya llevemos más de un año disfrutando de la Declaración de Interés Turístico Internacional.

Ideas, proyectos, actuaciones... Negro sobre blanco la cosa pinta bien. Con los días de fiesta en el horizonte, 2010 se presenta como una oportunidad única de hacer de la ciudad un punto de interés más allá de las navajas y los tópicos típicos. Actuaciones en infraestructuras, adecentamiento de calles en la zona adyacente al Recinto Ferial, impulso a la imagen de la ciudad no ya en el extranjero, sino en el resto del país (Albacete, esa gran desconocida), inversiones propias y ajenas, ¿una ocasión propicia para dejar atrás definitivamente la crisis?...

Eso sobre el papel. Pero en este país somos especialistas en que lo que está planeado luego no se lleva a ejecución y grandes acontecimientos quedan en un hecho puntual con cierta trascedencia temporal y que luego desaparecen como lágrimas en la lluvia. Este año, el año del III Centenario, debe empezar a dar frutos ya. Un hecho tan excepcional como cumplir tres siglos de Feria debe vivirse a los largo de los doce meses del año y no tan sólo en los diez días de fiesta. Queda claro que del 7 al 17 de septiembre, albaceteños y visitantes deben sentir la Feria como algo único, irrepetible, memorable, pero la Septembrina debe dejarnos herencia y ahí las cosas no parecen tan claras.

En el debe del Ayuntamiento, en especial del equipo de Gobierno, tenemos apuntados todos esos proyectos que bajo el paraguas del III Centenario debe servir a la ciudad para relanzarse como un destino apetecible, como una capital de provincias, sí, pero que mira al futuro con determinación, como un centro económico que aprovechando su excepcional situación, tiene que ser la locomotora del progreso de Castilla-La Mancha. Fitur es la primera parada. Veamos qué se nos ofrece. Brindemos por un año tricentenario de proyectos definidos y de alegrías para el futuro. Y esperemos que el humo de esa máquina no se disipe dejando la nadería más absoluta.

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