DE REPENTE, LA ÚLTIMA SUBIDA (DE IMPUESTOS)

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spaña vive días de incertidumbre antes de que entre en vigor la súbida del IVA en unos días escasos. Casi se da la misma situación, a medio camino entre la paranoia alarmista y el conformismo, que cuando el país entró en la (entonces) Comunidad Económica Europea y se creó el Impuesto sobre el Valor Añadido. Entonces, los españoles se temían un alza generalizada de precios (que la hubo), pero que al final fue más una corrección que un “robo” como algunos aventuraron.

Llega ahora la subida del IVA como una medida más de ajuste (cómo odiamos esa palabra), entre las muchas planteadas por el Gobierno de Zapatero ante esta crisis que no nos deja.

El presidente ha elegido obviar su discurso social y subir impuestos. Cierto es que los partidos de ideología socialdemócrata por lo general, han optado (ya sea en épocas de bonanza o de vacas flacas), por el mantenimiento o por tímidas alzas tributarias, pero no es menos cierto que Zapatero ha errado -y lo sabe-, con una subida de impuestos pre-veraniega que no gusta a nadie (aunque todos en el subconsciente, sabemos que era inevitable e incluso hasta necesaria). No es el mejor momento para esta subida. Lo admiten hasta organizaciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, que tanto han alabado en los últimos días las políticas de ajuste del Ejecutivo español. Instituciones que sin embargo, sí recomiendan una corrección en este tributo, pero realizada cuando los números de la macroeconomía españoles estén en verde y no en alarmante rojo como están ahora.

La improvisación puede llevarse por delante a Zapatero, tal y como reflejan las encuestas. Sin embargo, nadie discute ciertas medidas impopulares para todos. Nadie excepto la oposición que tampoco dice qué habría hecho de haberle cogido el toro de la recesión en el poder.