viernes, 24 de abril de 2009

RECURSOS PRAGMÁTICOS



E
ditorial de hace unos meses en EL PUEBLO...

Hace años, cuando en España aún íbamos a la EGB y a BUP, se tenía la incorrecta percepción de que optar por la FP era cosa de pobres o de gente un tanto torpe para la cosa de los estudios. Sin embargo, durante años, la Formación Profesional, etapa heredera de la Ley General de Educación 1970, fue forjadora de una capa suficientemente amplia de profesionales en nuestro país. Sin embargo, a la FP le hacía falta un impulso.

Los 90 llegaron con los nuevos aires atribuidos a la LOGSE, esa ley que fracasó desde el mismo momento que venía desprovista de medios y de fondos para una aplicación efectiva. Aún así, y siendo positivos, el nuevo ordenamiento educativo introdujo una rehabilitación de las disciplinas incluidas dentro de la FP. Con los años se le fue quitando el barniz de enseñanzas de segunda clase y con la introducción de los módulos, se convirtió en una alternativa plausible (y más pragmática, para qué engañarnos), a las salidas profesionales que ofrecía el estudiar una carrera universitaria.

En los últimos años, los sucesivos gobiernos han optado por fortalecer la imagen y los contenidos de esta tipología de Enseñanza Secundaria, dotándola de más medios y dirigiendo a alumnos con bajo perfil para ser seducidos por el fragor universitario hacia una salida laboral rápida, eficiente y con la suficiente preparación técnica como para crear en España un caladero importante de profesionales bien cualificados.

Sin embargo, restan elementos por resolver dentro del mundo de la Formación Profesional. Ante la incógnita laboral que representan algunas carreras universitarias y la incertidumbre que provoca la crisis económica, sobre todo entre la población más joven del país, mejorar los resortes que ofrece la FP tiene que estar entre los primeros asuntos de la agenda de la administración competente. Y es que aún más en tiempos de crisis, el pez que se duerme, se lo lleva la corriente.

No hay comentarios: