PONERSE A DIETA

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ecíamos hace unos meses en EL PUEBLO...

Propósitos de año nuevo hay muchos. Repasemos: las dietas, el gimnasio, aprender idiomas, ser más buenos (el efecto benéfico de la Navidad pasa pronto y si no, esperen unos días), entre otros deseos que siempre nos hacemos cada vez que cambiamos de año.
Lo de la dieta tiene su miga. Podremos perder unos cuantos kilitos que habremos cogido durante las opíparas comilonas de estas fiestas y de paso nos preparamos para la crisis, no la que viene, sino la que está y nos seguirá fustigando durante 2009. No queremos ser pesimistas, pero es lo que dicen los grandes entendidos en esto (que quizás para ser grandes entendidos, no comprendieron bien, el alcance de la crisis cuando esta asomaba las orejas). La dieta será beneficiosa para la crisis porque con menos kilos podremos apretarnos mejor el cinturón.

Y es que esa es una de las frases preferidas de los gobernantes cuando estamos en recesión: apretarse el cinturón. Con menos grasa en el cuerpo, más agujerillos del cinturón podremos abarcar. Lo malo es que parece que siempre son los ciudadanos normales los que tienen que apretarse el cincho, porque visto y comprobado en ese 2008 que ya ha fenecido, las grandes corporaciones no tienen necesidad de ello puesto que han sido auxiliadas con premura por el poder ejecutivo.

Los primeros días del año también son dados a los deseos. Los Reyes Magos puede que también se hayan visto afectados por la crisis y que traigan sus alforjas algo más aligeradas. Suponemos que Zapatero ha solicitado a sus majestades que el 2009 sea el de ver la luz al final del túnel, el de pasar la crisis económica cuanto antes, para que a él no le pille otra crisis, la política, que para sus intereses puede ser catastrófica, habida cuenta de que el tiempo en política pasa pronto y el horizonte del 2011 está marcado en rojo por la gente del PP, aunque quizás estos tampoco vean que lo que está marcado en rojo, son los ingresos de muchos españoles.