viernes, 28 de julio de 2017

Meridiano Cero. Cénit total

El punto más alto del cielo. Eso es el cénit, así explicado rápido. La vida te pone a pruebas muchas veces y cuando alcanzamos ciertos logros nos sentimos tocando el cielo, en todo nuestro apogeo, rayando el cénit que nos abriga. Pero esa vana sensación de seguridad y felicidad no hay que creérsela. El único secreto del éxito es el trabajo y si pueden añadirle unas gotas de humildad, mucho mejor.
Smokers Die Young.
De éxito, de ir poco a poco, no tentando a la suerte, sino yendo sobre seguro, saben mucho en la Familia Palmer, organizadores del Meridiano Cero Festival en la Isla de León. Loable también que un ayuntamiento, en este caso el de San Fernando, colabore en la organización de un evento musical, pequeño sí, pero con ganas de ofrecer alternativas al ocio oficial en esta época de canícula. Y por cierto, no he visto a vecinos isleños quejarse del "ruido" de los músicos. Tampoco a los hosteleros isleños bramar contra el festival. Será cuestión de buen gusto... y de tener cierta cultura.

A lo que íbamos. Sorpresa por el buen cartel y por la "mínima" organización. Todo muy familiar, todo muy cercano, quizás ahí radica el secreto. Y todo bien coordinado entre los dos escenarios del evento que no dejaba lugar para el descanso al respetable que se congregaba en el fantástico Parque del Barrero. Hasta los mosquitos se sumaron a la fiesta sonora donde pegaron buenas dentelladas rockeras las gentes de The Milkyway Express o las calores que nos entran de escuchar a los grandes Nueva Vulcano, tan esperados por el público. Y luego, una pléyade de artistas y bandas que junto a las mencionadas tienen en común una cosa por encima de todas: que buscan la diversión del personal a través de la propia satisfacción sobre el escenario. Así desde las bases de Zines hasta la fiesta de Kill Kill! pasando por Perlita o Los Ganglios, todos cumplieron el axioma a la perfección. El público sonreía. Buena señal.

Y aún más..., las tonalidades. Capas y capas de sonido. Sonido bonito, delicioso, para acariciar hasta no poder más. Sonidos para enamorarse, para bailar, para hacer pogo o para detenerse con una cerveza a descifrar letras, enigmas y sonidos. Apartamentos Acapulco son un poco así, de esto último. Es una de las sensaciones del último año y se están hartando de hacer bolos porque su propuesta llega. Su némesis sónica son los Smokers Die Young, a los que ya conocemos de batallas pasadas y que, sin incidencias técnicas de por medio, hubiesen firmado uno de sus mejores conciertos. Sensacionales a la hora de escoger el tracklist y a la hora de mezclar en la coctelera el hard rock de los 90, con sonidos alternativos que enlazan con la escena actual, estos tres chavales saben lo que se traen entre manos y lo hacen explotar delante de nuestras caras. No puedes quedar impasible ante su trabajo.

Impasible tampoco se queda Mar Gabarre, alma mater de Musgö, proyecto poliédrico de la chiclanera que sabe sacar a su arpa eléctrica toda una panoplia de tonos y sabores que encaja muy bien con una propuesta a medio camino entre el soul, el pop y el rock. Fantástico acompañamiento de guitarra y batería que apuntala un sonido peculiar pero que el buen hacer de Mar hace que suene familiar. Maravillosa su labor de difusión de nuevos instrumentos y nuevas sonoridades.

El apogeo del Meridiano Cero no ha llegado afortunadamente. Es una propuesta a construir que debe seguir la estela marcada. Nosotros lo tenemos claro. Apostamos por ellos.

Fotos: @zuhmalheur

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