martes, 14 de junio de 2011

DAME ARGO


L
a palabra de moda es austeridad. A ella, se le han añadido como apósitos los conceptos de auditoría o de plan de saneamiento. Parece que es la orden que el cuartel general del PP ha dado a toda su gente, esa que gobernará en gran parte de los ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos de esta nuestra España después del crack socialista del 22-M. Los populares parecen no fiarse (y tienen todo el derecho), de la situación económica que se encontrarán cuando empiece la labor diaria de la gestión en sus respectivas instituciones. Y es para no fiarse por cuanto la situación económica no es merecedora de alabanzas, sino todo lo contrario. No hay dinero. Los recursos hay que buscarlos debajo de las piedras, y las administraciones más apegadas al día a día del ciudadano (léase, los ayuntamientos), están endedudados hasta las cejas porque dependen en exceso de lo que les llega de más arriba (donde tampoco están para muchas alegrías).

Está bien eso de la austeridad. Ahorrar por aquí, gastar menos por allá, recortar... ¿recortar? Perdón, he dicho la palabra prohibida. Aquí nadie va a recortar, en todo caso a "aprovechar" ciertos recursos que ahora se gastaban para una cosa, y dedicarlos a otra, "aglutinar" ciertos fondos para cosas más necesarias (o eso parece), gastar con cabeza que dicen algunos... o también, esa otra frase que me apasiona... "hacer más con menos", verbigracia... bajar impuestos pero mantener todos los servicios... Si no te llega dinero de "arriba", si no tienes capacidad tributaria para generar más recursos, si encima bajas los impuestos, y con todo ello (que por si no se han dado cuenta, es menos dinero), quieren hacer más cosas... me lo explique... Seguro que habrá una receta milagrosa para ello, por eso quiero saberla.

Aquí, el problema de los ayuntamientos, es el de siempre. Ningún gobierno de la democracia ha tenido la sensibilidad de ocuparse de la financiación municipal. No han concluido su particular Transición estas instituciones. El último intento fue hace un par de años cuando la Federación Española de Municipios y Provincias instó al ministro de la cosa territorial, el ínclito Manuel Chaves, a que pusiera la tirita en la herida de los ayuntamientos, pero ni caso. Pero todas las culpas no se la vamos a echar al ministro socialista, porque los que estuvieron antes, ni siquiera pusieron el tema sobre la mesa de debate.

El caso es que de nuevo, se deja a los ayuntamientos a su suerte. Sí, sí, que hagan planes de ajuste, saneamiento, auditorias, como quieran llamarlo, pero quien tiene que mover de verdad los hilos para que haya un verdadero saneamiento de las arcas municipales, no lo está haciendo, y tampoco veo indignados a quien tiene que estarlo.

Por cierto, una auditoria de cualquier ayuntamiento dirá que no hay dinero y un plan de saneamiento, en qué parcelas hace falta más el maldito parné... Un consejo para nuestros políticos: para llegar a esa conclusión, no me gasto un dineral en que unos tipos me digan que no tengo un puñetero duro.

Foto: noticias.spainhouses.net

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