ÓRDAGO VERANIEGO

P
oco preveía el Gobierno regional el verano que iba a tener. Donde en teoría, sólo tendría que haberse vivido la experiencia del aterrizaje en la Junta de Comunidades, el gabinete presidido por María Dolores Cospedal se ha encontrado con un frente enconado y sin visos de solución. Y es que los farmacéuticos de Castilla-La Mancha han dado un paso más en el pulso que mantienen con la Junta para reclamar los 150 millones de euros que les adeuda y, además de convocar una manifestación en Toledo para el 4 de septiembre, han pedido cierres temporales que podrían llegar a dos meses de duración.

Las posiciones están encontradas, el diálogo existe pero es de sordos, ninguna parte cede, y los principales damnificados van a ser los de siempre: los usuarios.

Las posturas son conocidas por todos: el sector pide el pago de las subvenciones que el Gobierno regional tiene que satisfacer por la compra de medicamentos, mientras que la Junta dice que el PSOE dejó tan “secas” las arcas, que no hay dinero para ello. Los socialistas por su parte se acogen a las transferencias que cede el Estado para Sanidad, con lo que esa partida de pago a los farmacéuticos estaría garantizada.

Sea como fuere, va a haber una manifestación, circunstancia lógica habida cuenta de la situación del sector, pero tenemos que ser conscientes del perjuicio ocasionado a los castellano-manchegos con estos cierres. Tanta responsabilidad tienen los farmacéuticos al cerrar (se habla de hasta dos meses, en algunos casos), como la administración que debe buscar una salida a esta problemática.

Ante este escenario, las farmacias de Albacete son de momento, las que se quedan un tanto al margen, puesto que esperan que esa solución llegue cuanto antes. Destensar la situación sería una buena forma de ofrecer una “cura” a este desagradable problema.

Foto: El Pueblo.