REACCIÓN E INDIFERENCIA

L
os hosteleros siguen mirando boquiabiertos las cajas registradoras. Donde debía haber euros, hay mas espacio, y mientras tanto, clientes en la puerta fumando. Tabaco y negocio. Una ecuación que tiene que empezar a dejar de funcionar porque la ley es muy clara: no se puede fumar en espacios cerrados. Es una realidad a la que muchos ya se han acostumbrado... pero no todos.

Los hosteleros siguen sin verlo claro, aunque si estudiasen con detenimiento las cifras, quizás vieran alguna luz entre tanta sombra. Que la caída en el negocio es una realidad, es algo que nadie se puede atrever a negar, aunque dentro de tanto pesimismo y de tantas “verdades absolutas”, hay que saber extraer conclusiones positivas entre tanta maraña negativa.

Hay menos negocio en estos dos primeros meses del año, pero entre las estadísticas aportadas por el sector hostelero, se ha deslizado una cifra interesante: las pérdidas del mes de febrero son menores que las de enero. Esto hace indicar que la tendencia va a ser positiva en los próximos meses, y es que la gente reacia en un primer momento a tomarse un café sin acompañarlo de un pitillo, se está dando cuenta de que el hábito de acudir a un bar es algo de lo que no se puede prescindir, por aquello de la sociabilidad.

Por lo tanto, presumimos que la crisis del sector a cuenta de la Ley Antitabaco es pasajero y no algo que se quedará “para siempre” como algunos asumen. Probablemente, sería mejor que los hosteleros pensaran en cómo reactivar el negocio, antes de seguir lamentándose ante la decisión del Congreso de aprobar esta ley. Ya se han fijado las posiciones, ya se conoce el percal, ahora toca luchar por un sector imprescindible en el tejido productivo, que pervivirá sin humos o con ellos.

Foto: Efe.