viernes, 23 de septiembre de 2016

Cachitos de "periodismo" XXIII

Inda, ¿en serio?

Años ha se hacía periodismo basado en el relato veraz de una noticia contrastada a veces, hasta en un par de ocasiones (ya saben, aquello de contrastar lo contrastado). Hoy se coge Twitter, un documento filtrado que tampoco tiene más valor que el meramente informativo para la cúpula de un partido (habría que ver hasta qué punto es verídico ese papel) y ya tenemos el notición del siglo. A saber: mezclamos un poquito de odio bolivariano, con meternos en la vida privada de una persona, para añadir rumores, cotilleos y suspicacias, salpicándolo de un trabajo intenso de chequeo de redes sociales y terminando por... no revelar nada. Ese es el periodismo de hoy, al parecer. Pero no es mi periodismo.

Eso es a lo que parece que se está dedicando Eduardo Inda en OKDiario, el digital que lanzó hace unos meses tras su injusta salida de El Mundo. Cierto es que, a pesar de la distancia ideológica que nos separa (además, yo soy del Barça y el merengón), a Inda le tengo cierto aprecio sobre todo por granjearse fama merecida de gran investigador junto a Esteban Urreiztieta. Me hice fan de sus informaciones sobre diversos casos de corrupción, en especial tras destapar brillantemente toda la trama del Caso Nóos. Pero sin el paraguas de un gran medio, parece que Inda se ha lanzado a lo senderos de la elucubración y de la rastrera cultura del gossip. Mal. Muy mal. Esta noticia da mucho que pensar sobre qué tipo de periodismo queremos en este país:

http://okdiario.com/investigacion/2016/07/29/podemos-borro-tuits-novia-pablo-iglesias-sobre-venezuela-283030

'Tuits', novia, Pablo Iglesias, Venezuela. En un titular no se pueden hallar más factores que conjuguen el Apocalipsis liberal. Les ha faltado decir que encima, su "novia" (relación no confirmada, por cierto), es "mora", algo que gusta mucho a la derecha de este país.

En serio. No es el camino. El periodismo ya ha sido asesinado y enterrado. Primero por los intereses financieros que mueven este universo. Luego por las propias empresas de comunicación que han preferido el parné a la verdad. Luego por los propios periodistas que han olvidado la investigación por el rumor. Así nos explicamos luego el seguidismo y el entreguismo más absoluto que antaño, algunos medios (coherentes y creíbles en su momento), muestran con los resortes del poder. Nauseabundo. Aún así, sigo siendo un idealista y espero que gente como Eduardo Inda, reoriente su labor (encomiable por otra parte), hacia otros derroteros. Amigo Inda, Pablo Iglesias tiene muchas cosas que se le pueda criticar, pero no esto. No conviertas el periodismo político en una tertulia más de El chiringuito de Jugones. Ese no es el Inda que me gusta.

No hay comentarios: