miércoles, 13 de agosto de 2014

Betty Joan Perske


La mirada lánguida, el cigarrillo posado sobre sus labios, su melena rubia que apenas quería esconder ese luminoso rostro. Se nos ha ido Lauren Bacall... bueno, se me ha ido una de mis actrices favoritas, desde que la ví (al igual que Bogart), la primera vez diciendo que silbara si la necesitaba. Un tío raro como Lars von Trier la necesitó y echó mano de ella. Nunca se llevó un Oscar y eso que la nominaron, pero da igual. Quien quiere una estatuilla cuando una se sabe grande entre las grandes.

Salía pocos minutos en Misery y yo simplemente fui feliz verla en esa pesadilla comandada por Kathy Bates. Fue sospechosa en el Asesinato en el Orient Express y la vimos junto a Paul Newman en Harper, investigador privado, que todo hay que decirlo, es un peliculón. Ya solo con esta carrera estaría considerada como una buena actriz, pero no era una buena actriz era una actriz jodidamente buena: Escrito sobre el viento, Cómo casarse con un millonario, Mi desconfiada esposa y una tríada maravillosa (Cayo Largo, El sueño eterno y Tener o no tener). Con semejante curriculum no hay "persona humana" que no pueda caer rendida a los pies de Lauren.

Voy a silbar a ver si se me aparece de nuevo. La necesito...




La cara de pánfilo que se le queda a Bogey. Puro amor.

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