domingo, 5 de julio de 2009

LA HUIDA AL MONTE DEL NACIONALISMO VASCO



H
emos subido hasta aquí acompañados de nuestra bandera que no pretendemos colocar en ningún lugar por significado de conquista militar sino como símbolo de un sentimiento noble y vivo”. Vana palabrería la de Iñigo Urkullu, presidente del Partido Nacionalista Vasco, ayer mientras subía al monte Gorbea, depositario de no sabemos qué esencias de lo vascuence.

Mucho dolor y resquemor ha dejado en el PNV la llegada a la Lehendakaritza de un Patxi López aupado a la poltrona de Ajuria Enea por los votos del PP. Ese sentimiento viene dado por el sentido de posesión que los nacionalistas vascos moderados creen tener del poder en Euskadi. Se olvidaron pronto (justo cuando emprendieron la aventura de Lizarra de la mano del mundo abertzale), que durante una década compartieron poder y sintonía con el PSOE. Anclados que están en posiciones inmovilistas más propias de la época fundacional del partido de la mano de Sabino Arana.

Duele perder el poder, pero creer que en manos de otro el apocalípsis va a llegar, suena a choteo. El PNV, sabiéndose desalojado del mando de Euskadi, empezó a echar por tierra el gobierno de López aún sin haber comenzado. Y se ha lanzado al monte (Gorbea), en busca de respuestas a su pesar. Lo español nos ataca. La conjura PSOE-PP nos odia. Los abertzales ya no confían en nosotros. Estamos solos. Este discurso de plañidera y de justificación facilona no casa con un partido que ha demostrado altas miras en la construcción nacional (la de Euskadi y también la de España). Y además, las palabras de Urkullu entre la niebla del monte resultaban especialmente vagas en un momento en el que las fuerzas políticas democráticas deben estar más unidas que nunca. La guadaña de ETA ha vuelto a aparecer y se ha llevado la vida de un gudari vasco. Uno de esos a los que tanto apela la palabrería nacionalista (la del PNV y la del entorno etarra).

Esperemos que de una vez por todas, el PNV sepa encontrar entre tanta niebla mental, una salida a su padecer actual.

No hay comentarios: