No se ha muerto, pero antes de que eso pase -y espero que aún pase algún tiempo-, hay que acordarse del gran Kirk Douglas, el último grande del cine clásico que con 100 años aún anda dando guerra. Postrarnos ante él como uno de los grandes mitos de la cultura popular del último siglo. Rendirnos ante un tipo inquieto, perseguidor de sueños (solo él y Kubrick saben lo que costó sacar adelante Espartaco). Vaya aquí mi pequeño homenaje. Y quien no haya disfrutado sus películas es que está perdiendo clamorosamente el tiempo. Así que ale, ya tardáis.
Douglas en Espartaco (1960). |
No hay comentarios:
Publicar un comentario