jueves, 20 de octubre de 2016

Cásina o el poder del tesón

Bigger than life...

Esta premisa, tan de peli americana, es lo que viven los chicos del Taller de Teatro Grecolatino de Taetro año tras año, siempre tras echarse el telón de su estreno anual. Y con Cásina ha vuelto a pasar. Acabó la función y los nervios contenidos durante la hora de representación (y tras un año de penas, alegrías, enfados, arrebatos, lloros, sonrisas, trabajo, holgazanería y finalmente, compromiso), se tornó en la vívida sensación de que lo que acababan de experimentar era una de las mejores sensaciones de sus -aún- cortas vidas.

(Foto: Paco López).

Es el espíritu de este taller. Aquí no se cobra a los alumnos por participar de la experiencia. No se les fuerza a estar a disgusto (si es que alguna vez lo han estado). No se les cierra la puerta de ponerse delante de 300 personas para defender un texto solitos en el escenario con uñas y dientes. No se les prohibe participar de todo lo que acontece en un montaje como la elaboración de vestuario, la escenografía, el atrezo, la música e incluso la escritura de la adaptación. Y es que la premisa fundamental de este taller es pasárselo bien haciendo teatro y aprendiendo una o dos cosas por el camino.

Este año Cásina ha vuelto de llenar de razones a quienes coordinan esta comunidad de jóvenes actores. Es mejor dejarlos solos, que vuelen, que se la peguen si tienen que hacerlo, pero que recojan los aplausos del público si lo han merecido. Y con este montaje de Plauto, lo han conseguido. Solo suyo es el éxito de la propuesta. Los que coordinamos no tenemos mérito alguno.

Y ahora un párrafo del que se responsabiliza únicamente quien esto escribe: Miguel Ángel Bolaños. La pena es que no haya apoyo institucional alguno a esta propuesta que para sí quisieran el 99,9 por ciento de los ayuntamientos del país. ¿Por qué? Les cuento. Los que mandan en la cultura de Chiclana creen que estos chicos son la competencia desleal de los "profesionales". Les cuento más: desde el Ayuntamiento se paga con dinero público por algo que Taetro ofrece gratis como colectivo y que cada año incluye en su proyecto subvencionado por el propio Consistorio (aunque cada año menos, eso sí). O sea, que optan por pagar más por un servicio que ya se oferta. Pero no, ellos han preferido negarnos, oscurecernos y arrinconarnos obviando cualquier apoyo. Aunque en el cartel aparece el logo del Ayuntamiento, ningún representante municipal ha aparecido por lo menos para alentar a los chicos. Han optado por llamarnos "la competencia", cuando nosotros somos complementarios. Nosotros queremos sumar. Ellos quieren borrar. Pero no importa. El ejemplo de estos chicos es la mejor respuesta. Taetro siempre será la vanguardia, el colectivo del que surjan las ideas que luego otros copian.

Pero los verdaderos protagonistas no son Taetro, ni los que ostentan la representación de la cultura en Chiclana, ni siquiera el miserable de Bolaños. Son ellos: Eva, Ina, Juan, Dani, Irene, Rut, las dos Anas, Jimmy, Vero, Segura, Ali, Ana Belén y Bárbara. Ellos, más la otra docena larga de chavales que han pasado este año por el taller y que por una u otra razón no participaron en el montaje final pero que dejaron su impronta en mayor o menor grado. Con todos ellos, Cásina surgió como un soplo de aire fresco dada la osadía en la caracterización de los personajes, el dinamismo en el planteamiento de escenas y el exuberante dominio de los tempos del humor. Este año la parte musical buscó ser un personaje más, dando pausa a las escenas más aceleradas y poniendo un contrapunto cómico muy acertado. La tragedia contenida y la comedia desopilante vivencian musicalmente con la viola, la flauta y... el pito de carnaval. ¿Qué más se puede pedir?

(Foto: Paco López).
Aún así, Cásina deja más capas, más lecturas que la mera diversión puesto que se tratan temas tan de actualidad como el papel de la mujer, el machismo, la violencia de género, la lucha de clases... Toda una lección para los que creen que con el teatro no se puede enseñar nada. Esos conocimientos legados por un texto de hace 2.200 años e impulsados por el Taller a unos chicos que difícilmente pueden olvidar lo aprendido.

Y el entuerto final fue descubierto. Los ardides del maledicente Lisidamo fueron tumbados por la sagacidad de Cleóstrata a velocidad de crucero y con el cierre a capella acostumbrado. El público agradeció la muestra de esfuerzo teatral del Taller de Teatro Grecolatino con aplausos y vítores. Y es que los chicos merecían salir por el arco de triunfo. Un arco, labrado con su sudor y su esfuerzo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena tarde de martes. Me lo pase genial. la pena es que hubo quien se perdio el espectaculo porque en prensa decian que era a las 9. Pero por el facfebook de Taetro el cartel decía a las 7. Tampoco he visto carteles puestos. Esto dice mucho de quienes creen mover los hilos de la cultura. Felicidades y a seguir avivando a los jovenes. Es mi segundo año viendolos y son geniales.

Miguel A. dijo...

Muchas gracias anónimo fan. Vamos a tener que seguir luchando cual Quijotes por estos chavales. Lo prometemos.

Anónimo dijo...

Hace tres años que os descubrí, que mis ojos vieron que existía otra Chiclana más allá de aquella que nos quieren hacer ver. Solo basta con apartarse un poco del Sol y las pizzerías y adentrarse en Chiclana centro, esta ciudad aún con alma de pueblo,para poder ver que hay cultura, hay ganas, hay pasión y sobre todo mucho talento. Que aún con falta de medios y apoyo se consigue casi llenar el teatro municipal.
Si hay algo en lo que no estoy de acuerdo es que el miserable de Bolaños y el cascarrabias de Eufrasio, hacen más de lo que jamás admitirán, porque como buenos amantes del arte, hacen lo posible para que este perpetúe, sin tan siquiera a veces, darse cuenta.
Gracias a los chavales porque son eso, chavales y gracias a sus guías por servir de puerta al paraíso escénico.

Miguel A. dijo...

Gracias, amigo anónimo por tus palabras de aliento. Que quede constancia que el desánimo no cundirá porque nos gusta tanto el teatro y llenar de pequeños episodios felices el triste relato de esta Chiclana, que aún nos quedan muchas fuerzas para seguir luchando por estos chicos y porque en este pueblo se pueda hacer algo diferente. Gracias.