miércoles, 22 de abril de 2015

El fin del romance

Somos unos paletos. Los españoles en general y los chiclaneros en particular (Chiclana, ese pueblo con coitus interruptus que no llega al orgasmo de ser ciudad). Cuando vemos un caramelito que nos gusta, nos amorramos a él como si no hubiera mañana. Nos pasa con los podemitas y los "ciudadanos" esos que quieren bajar el IVA cultural (¡bravo!) para subirnos el de los alimentos básicos (¡malditos seáis); nos pasa cuando la Selección española de fútbol gana y somos los más fieles seguidores y cuando pierde, son todos unos mantas. Pobre Vicente del Bosque...

Nos pasa a los chiclaneros con los grandes pequeños eventos que llegan a la ciudad... pueblo. Os traemos a un par de famosos y montamos una Semana Creativa para emprendedores. A ver, ¿qué hacemos? Pues ponemos bonitas las tiendas durante una semana. Más cosas. Pues hacemos un concurso de tapas. ¿Otro? Otro, pero siendo creativos que te cagas. Vale. Y por último, traemos a un chef guay y a un modisto que va a la última y que den un par de charlas. Mientras tanto, que hablen algunos chiclaneros emprendedores que no han puesto bares (poner un bar es ser emprendedor en este país) para hacer bulto, aunque me consta que sus experiencias son las más interesantes.

La Semana Creativa que se desarrolló en Chiclana la semana pasada ha sido un éxito. Eso es innegable. Ha participado mucha gente y se han desarrollado iniciativas interesantes, pero la pregunta clave es si todo eso va a servir para algo. Aquí estamos acostumbrados a montar cosas para que luego no quede rastro de ellas (ejemplos, el Séptimo Timonario, el Bicentenario de García Gutiérrez...). Ciertamente poco se puede extraer de esta primera edición más allá de que a Ángel León le va de puta madre con su restaurante y es muy interesante lo que hace con las algas y que David Delfín se lo pasa pipa con sus amigas. Como sucede habitualmente, es de la iniciativa privada de donde surgen las ideas más interesantes. Ojopatio Bar ha sido el epicentro de estas jornadas al acoger diversos eventos pequeñitos, pero más efectivos que la fiesta montada con los famosos. ¿Un festival de tapas? Poco aporta, más allá de que bares y restaurantes la incorporen a sus cartas (siempre que no abusen con el precio, que aquí nos pirramos con el euro que vale la ensaladilla del Carretero).

Oportunidad perdida. Año perdido. Lo del PP es la Chiclana interruptus. Un quiero y no puedo. Ciertas ideas interesantes que se quedan en gatillazo por no saber dar cariñito a la pareja, por no ir más allá en la relación. Una lástima pero veo que esa pareja tiene visos de no continuar.

Chiclana y sus banderitas en la Semana Creativa.
Del Instagram de Parto De Monos.

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