miércoles, 10 de marzo de 2010

COMO USTED BIEN SABE


H
oy es de esos días en que uno no sabe de qué escribir. Lo digo por la multitud de ideas y de temas que pululan por mi mente para darles la brasa desde mi Reino de Taifa. Pero coincidiendo esta semana el Día Internacional de la Mujer Trabajadora con las manifestaciones en toda España contra la reciente aprobación de la reforma de la Ley del Aborto, voy a mezclar churras con merinas ya que aquí el tocino sí que tiene que ver con la velocidad... Espero que me sigan...

Miles de personas clamaron el pasado fin de semana contra la aprobación de la nueva legislación. Ya saben, miles de globitos rojos, mucho niño con sus papis, unas cuantas monjas que siempre quedan bien en las fotos (también salen majas cuando van a votar) y algún político del PP clamando contra ZP. Las cifras... dispares, como siempre. Más de medio millón en Madrid según la organización y apenas 10.000 para una empresa de recuento de manifestantes. Da igual. Había gente en la calle que es lo que nos importa.

Nos centramos. La cosa iba de decir “sí a la vida” y no al aborto, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid (ciudad natal del presidente) llamar de todo menos bonito a Zapatero. De “asesino” para arriba. Como usted bien sabe, amigo lector, el Congreso de los Diputados, que es el sitio donde reside la soberanía nacional, ha refrendado la reforma de la Ley del Aborto, equiparándola a las legislaciones más usuales en nuestros vecinos europeos, incluidos países con gobiernos tan progresistas como Francia o Alemania, que optan también por un sistema de plazos. El matiz español apunta que una joven con 16 años puede abortar libremente sin tener que pedir permiso paterno, tan sólo informarles de sus intenciones. Ahí nos quedamos. Esa es la ley y la realidad es que la mayoría parlamentaria la ha aprobado. Punto pelota.

Pero, amigos, aparece la temible demagogia. Aquella que dice que no pasa nada ante una legislación que permite el matrimonio a una chiquilla adolescente (que para eso por lo visto, no hace falta madurez alguna) y que impide el decidir sobre el tener un niño o no. O aquella que soslaya el hecho de que con 13 años se puedan tener relaciones sexuales siempre que sean consentidas (también se es maduro a esas edades).

Si hablamos de la Iglesia Católica, ferviente defensora del derecho a la vida, la Conferencia Episcopal también ha apelado a la inmadurez de las jóvenes ante el trance de abortar. Como usted bien sabe, la madurez es un rasgo que se pide a los que quieran ingresar en el catolicismo... Por eso a los niños se les invita a bautizarse a esas edades maduras de ¿3 meses?...

Y luego está el matiz político. Como usted bien sabe, hablar de aborto es hacerlo de una decisión que antes que nadie, tiene que tomarla la mujer, precisamente quien menos ha hablado en toda esta película. Aquí han expresado sus opiniones políticos (casi todos hombres como el señor Mayor Oreja), cardenales y obispos y presidentes varios de asociaciones pro-vida (que me hace mucha gracia eso de pro-vida, ya que a mi que no estoy con ellos me catalogarán como pro-muerte). La mujer ni mu, bueno sí, las pro-vida para afirmar que lo que dice el Papa de Roma es dogma de fe. Ya ven. Por eso, demos una oportunidad a las libertades personales. A la mujer que quiera interrumpir su embarazo, ahí tiene las herramientas legales. Las que sean pro-vida, que no aborten y que ayuden a aumentar el índice de natalidad, puesto que parece que es lo que les preocupa. Y de la maternidad, otro día hablaremos... o le preguntamos a los señores cardenales y obispos que son grandes conocedores del tema. Sólo tienen que fijarse en la concepción de la virgen María gracias al “aliento” divino. Muy científico todo... como usted bien sabe.

2 comentarios:

Alfonso Piñeiro dijo...

Por no hablar de este artículo. No es de gran calidad, pero da en el clavo... casi tanto como tú: Las mujeres que no amaban a las mujeres

Miguel A. dijo...

Hipocresía, mentira, falsedad... Me vienen a la mente estas (y otras) palabras cuando pienso en la manipulación ofensiva que algunos hacen del asunto.
Gracias por el artículo... y por la entrevista con Pérez Reverte (más gaditano que nunca).