lunes, 12 de enero de 2009

LA POLÉMICA INVENTADA DE LA SEMANA


L
a semana ha estado salpicada de polémicas con las que el PP (bueno, Rajoy, que el PP es muy grande y me parece que tiene más jefes que indios), quiere dar guerra a Zapatero. El gallego de Pontevedra, como le llama nuestro buen amigo Juan Francisco Fernández, mete cizaña con lo que sea para intentar menoscabar a un presidente que a pesar de la marea contraria que le llega con cada mal dato económico, mantiene su impostura de encantador de serpientes, y a las encuestas me remito. Esta semana algún periódico le ha hecho un favorcete a don Mariano dedicando una editorial al modelito que lució Carme Chacón en la Pascua Militar. Muy mona que iba la ministra de Defensa y apropiada la vestimenta que lucía según la Casa del Rey que fue consultada de los trapitos que iba llevar la catalana al acto.

Pero para según qué parte del pensamiento conservador español, el traje de chaqueta fue una afrenta. La mujer con falda larga, como Dios manda. Alguna asociación de militares también ha alzado la voz... y luego piden democracia interna... Una actualización a los tiempos que vivimos es lo que les haría falta. Primera polémica de estos siete días, vacua como pueden comprobar.

Mediada ya la semana llegaron las nieves, y resulta que el que caigan copillos es culpa de mi paisana Magdalena Álvarez, a la que le llegan palos de todos lados pero que está en plan insumergible. La mujer aguanta lo que le echen y ahí está. Seguro que su gestión no será fácilmente olvidada, porque aunque indudablemente ha tenido fallos clamorosos, también quedan aciertos... lo que pasa es que solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena... o cuando nieva.

La culpa por tanto, según el PP, de que nieve la tiene Magdalena, que presta a coger el toro por los cuernos se enfrentará próximamente a sus señorías en una sesión de control parlamentaria que se promete calentita.

Calentitos también están los andaluces (hoy ya ven, tenemos el día), envueltos sin quererlo en otra vana polémica originada por una diputada catalana del PP, que a cuenta del “acento de chiste” de la ministra, han sido injuriados en su amor propio. A mi como andaluz ni me va ni me viene. Hablo bien y claro. A lo mejor la señora Nebrera (que así se llama la ínclita), es que tiene mal el oído y por eso no nos entiende. Para rematarlo, la popular aseguró que cuando llama por teléfono a Andalucía, no entiende nada de nada y claro, haciendo un razonamiento (i)lógico y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, relaciona una cosa con otra y dice que el caos invernal ha sido originado porque a la señora ministra no se la entiende. Lo más gravoso del asunto es que esta señora cobra del erario público para decir estas sandeces. Si con estas alforjas quiere el Partido Popular llegar a ganar unas elecciones, el gallego de Pontevedra lo tiene claro. Ya puede ir encomendándose a la Virgen de los Llanos o al sumsum corda.

Polémicas y más polémicas. Y fíjense que en casi todas ellas está el PP de por medio. Un PP que debe apuntarse a la seriedad, al trabajo y al futuro, en vez de ir vistiendo o desvistiendo a su antojo a la ministra de la cosa militar, en vez de culpar a Magdalena de las nevadas y en vez de meterse en trifulcas lingüísticas que no viene a cuento.

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