jueves, 17 de marzo de 2016

Baile jondo


El éxito es para quien se arriesga...

Miradas y pasiones. Pasos bien trenzados y dados con firmeza. Pulsiones y genio. Reivindicaciones en la historia de las mujeres, que es la nuestra, la de todos pero aún sin contar. Por eso, toda ayuda es poca para volvernos a recordar la importancia capital de la mujer en la evolución de nuestra renqueante Historia: desde aquellas pioneras que levantaron la voz, hasta las que hoy apuntalan las oportunidades de igualdad pasando por las que las que sufrieron el olvido, el desamparo y la violencia. Y el arte vuelve a ponerse al servicio de este empeño enfundando en el traje del flamenco, del baile, del cante y del toque, en un espectáculo creado con mimo por Manuel Ramírez, bailaor chiclanero, jovencísimo él, pero graduado con honores tras haber contemplado su trabajo en Miradas. Flamenco por la igualdad, el espectáculo con el que volvió a pisar las tablas de su Teatro Moderno.

Lucía Manuel en los carteles, pero el espectáculo es por ellas y de ellas. Excelente cuerpo de baile el suyo, protagonista por encima del cabeza de cartel. Manuel fue el contrapunto necesario de cuatro bailaoras que dejaron momentos para la emoción con cotas de lirismo frío por la dureza de su representación (movimientos cortantes, rápidos, gestualidad minimalista acompasada por cantes ejemplares y serios) pero de una plasticidad exultante, muy en la línea del Bosque Ardora que presentó recientemente Rocío Molina en el Festival de Jerez, donde fue una de las grandes triunfadoras. El baile flamenco alcanza jondura, se eleva por encima de meras presunciones de tradición en el espectáculo ideado por Manuel Ramírez que entiende las posibilidades conceptuales del arte como nadie. Un concepto al servicio de una idea: la igualdad.

Un espectáculo, que todo hay que decirlo, supo encajar a la perfección los perfiles de los cantes (felicitaciones a la dirección musical de Juan José Alba) con las representaciones de las etapas históricas en el devenir de la mujer por nuestro (pasado) siglo. Nunca las alegrías sonaron más gozosas cuando la mujer se rebela contra imposiciones y toma conciencia. El flamenco se hace grande, el baile más jondo aún y mientras el público aplaude el baile libre, despojado de corsés de Manuel Ramírez, caemos en la cuenta de que el objetivo está conseguido.

El éxito es para quien se arriesga. Manuel Ramírez lo ha hecho y puede sentirse orgulloso de ello.


No hay comentarios: