martes, 5 de mayo de 2015

Mi editorial

Cuando me fui a Albacete, me quedé con esto...


Al compañero y amigo,
Miguel Ángel Bolaños


CUATRO AÑOS de periodismo compartido,
de debate político, de cafés
apurados al hilo de una conversación
amalgamada de mil y un asuntos, de
desencuentros y convergencias sobre páginas
desayunadas con palmas de algunos y pitos
de los menos. No vamos a descubrir a estas alturas
a Miguel Ángel Bolaños. Nuestro compañero
ha conseguido lo que muchos quisieran
y no pueden, espantar la indiferencia de
quienes, por una razón u otra, se han encontrado
en su camino. Eso está al alcance de muy
pocos, sin duda prohibitiva para los mediocres
y aún más para los necios. A Miguel Ángel
lo vamos a echar de menos; su erudita y
privilegiada mochila de ideas, su tozudez a veces
desesperante, sus aciertos brillantes y lúcidos
y sus errores edulcorados por la candidez
del bocado de Adán dejarán una huella
imborrable en los que hemos tenido la oportunidad
de ser testigos de su emerger periodístico.
Aunque de su éxito poco podemos
atribuirnos los demás, por cuanto donde hay
mimbres salen buenos cestos. Sólo te vamos
a decir hasta luego; ya sabes que no nos gustan
las despedidas, entre otras cosas porque
sabemos que esto no lo es. Sólo un intermedio
en esta entrega de la película de tu vida.


La editorial que me dedicó mi amigo y maestro Miguel Verdugo al abandonar el Información... Gracias, compañero.


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