viernes, 26 de febrero de 2016

Fury revenant

Vaya por delante que los Oscars no son un referente en cuestiones de calidad cinematográfica, si no, no se pueden entender olvidos imperdonables en genios del cine que no tienen una estatuilla del eunuco dorado o que Rocky (estimable y divertida, eso sí, pero no una obra maestra del Séptimo Arte) derrotara en 1976 a títulos como Network, Todos los hombres del presidente o Taxi driver. Los Premios de la Academia (su nombre oficial) son como Eurovisión: se premia teniendo en cuenta muchas variables como por ejemplo, la cuota de cine independiente, la cuota racial, la compensación porque en otro año no se otorgó un galardón a tal o cual personaje, incluso me atrevería a decir que se mueven más por temas económicos ya que el estudio que paga más en promoción y en "convencer" a los académicos de que den su voto a su propuesta, ayuda mucho a entender luego el palmarés de los mayores premios cinematográficos del globo.

El caso es que este año hay ocho candidatas a mejor película pero parece que la batalla va a estar entre Mad Max: Fury Road y El renacido. Yo quiero que gane la primera porque es mejor película que la segunda. Simplemente por eso. Pero voy a razonarlo un poco más.



¿Por qué quiero que gane Mad Max en lugar de El renacido?

-Tiene un planteamiento más osado. Siendo dos historias con un planteamiento narrativo sencillo, la epopeya apocalíptica de George Miller se aventura más en contar cosas. Iñárritu patina al querer mostrarse trascendente con esas escenas oníricas más propias de Malick (señores, El árbol de la vida es ABURRIDA) que del mexicano. Que sí, que son imágenes subyugantes, pero vacías de contenido y narrativamente, no aportan nada.

-Porque huele que apesta que a Iñárritu le den un segundo Oscar consecutivo tras llevárselo el año pasado con Birdman. Eso denota o falta de ideas en el mundo del cine actual (que también) o que el realizador mexicano es el puto amo (que tampoco).

-Mad Max ha sido la película que, tras una grandísima expectación (hype que dicen los modernos), supo dar al público lo que quería: volver a ese mundo post apocalíptico de la trilogía primigenia para darle una pátina actualizada y quitarle el protagonismo al elemento masculino para bascular hacia un marcado cariz femenino que es quien lleva el peso de la función.

-Porque Mad Max es una peli de mujeres. ¡Viva Imperator Furiosa!

-Ritmo. El renacido, salvo por sus soberbios primeros 20 minutos y su tenso final, decae hasta casi la depresión en hora y media de metraje. Loable eso sí, la interpretación de Leonardo Di Caprio por sostener el entramado del film él solito. Pero Mad Max te mantiene tensionado durante todo el metraje y eso hoy día, hay pocos cineastas que logren hacerlo. George Miller, el padre de Babe, el cerdito, sí que sabe.

-Empate en cuestiones técnicas. Mención especial a la fotografía de ambas películas, aunque aquí sí que gana El renacido gracias a la tremenda (una vez más) labor de Emanuel Lubezki, que para mi se va a llevar el tercer Oscar consecutivo (Gravity, Birdman). Fotografía con luz natural. Kubrick se moriría por trabajar con él. Lástima por John Seale porque también ha creado magia con esa fotografía quemada en las escenas diurnas y esa luminiscencia en las nocturnas.

-Tom Hardy sale en las dos y va a estar contento pase lo que pase... Excepto si gana El puente de los espías.

-Es más divertida. Hitchcock lo tenía claro: "Estoy en esto para divertir a la gente". Pues eso.

Bonus: Menuda competencia en el Oscar a la mejor banda sonora. Consagrados como John Williams, Ennio Morricone o Thomas Newman, con outsiders como Carter Burwell o Jóhann Jóhannsson (brutal su score para Sicario, una de las pelis olvidadas del año).

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